Alegato en defensa de la dignidad de Andalucía y sus represaliadxs por protestar contra la indignidad de la “Toma”
Leo pavorosamente, tal como informa la web El Afilaó, reproducida por Kaos en la Red:“Expedientadxs 17 antifascistas por protestar contra la celebración de la Toma de Granada. (…) Durante la última década la extrema derecha ha campado a sus anchas cada 2 de enero en la Plaza del Carmen sin que ninguna instancia jurídica haya hecho lo más mínimo por evitar la exaltación del racismo y el fascismo que los fascistas han hecho continuadamente.
Pero este año sí. La presencia de la izquierda consecuente granadina en la Plaza del Carmen el 2 de enero de 2011 no podía ser pasada por alto. Molesta al españolismo, sea al más rancio de los falangistas, o sea al embozado en el disfraz de tolerancia e interculturalidad que representa el PSOE y su subdelegado de gobierno, Antonio Cruz.
Si lo que narra la prensa del régimen (en esta caso IDEAL y PÚBLICO) es cierto, 17 granadin@s habrían sido expedientadas y multadas por manifestar su rechazo a esta celebración en la Plaza del Carmen el día 2 de enero.
Democracia a la española. Sin duda.”
El españolismo y las instituciones colonialistas, herederas y continuistas del régimen franquista ya venían avisando antes de la celebración del genocidio andaluz de la Toma de Granada que este año estaban dispuestos a impedir cualquier acto de protesta frente a la vergüenza ignominiosa de celebrar la caída de Granada y que harían lo posible en recurrir a la asfixia económica para disuadir las justas protestas de los andaluces de conciencia y de los antifascistas en general.
La extrema derecha y el españolismo en general pueden estar de enhorabuena. De hecho, sus mayores cabecillas, de PP y PSOE, han salido absueltos. También se podría catalogar como ultras y provocadores por sus declaraciones tanto a Torres Hurtado del PP o el subdelegado del Gobierno del P$OE, Antonio Cruz, responsables de la presencia de los otros ultraderechistas que venían, como todos los años a Granada, a festejar con dinero público e instituciones que se dicen democráticas, un año más, la limpieza étnico-ideológica de los andaluces por parte del Imperio Castellano y recordar otro año más si cabe, que detrás de todo ese militarismo, racismo y esencias imperialistas solo se esconde el profundo deseo de mantener sometida a Andalucía. Su querido imperio no pudo fundarse mientras no anexionaran de forma violenta y asesina, trápala y traicionera, a Andalucía y su generoso pueblo.
Es un insulto a Andalucía y al pueblo trabajador andaluz que 17 andaluces de conciencia sean encausados por defender la cultura, historia, identidad y la dignidad de Andalucía. Por defender la paz, la concordia, el entendimiento y la verdad histórica.
¿Qué delito es ese de defender la dignidad y la honra de nuestros antepasados? Pero aun mejor, ¿no es delito celebrar genocidios, expulsiones, matanzas, limpiezas étnicas? Si esto es así, como es, aquí no hay más ultras que los españolistas de turno desde el PP, PSOE, IU hasta el arco fascista que son los únicos extremistas que han defendido, defienden y están defendiendo valores radicalmente contrapuestos a los derechos humanos, al derecho a la honra, el respeto, la vida, la tolerancia, la comunicación entre pueblos. Les está faltando el respeto y escupiendo a la cultura, historia e identidad andaluzas, a la granadina y a toda la que pueda tener un mínimo de sensibilidad humana y sentido de la justicia y la libertad.
¿Qué son las “Tomas”?
Parece mentira que en una Andalucía donde según el texto autonómico vigente, se reconoce a duras penas que somos una Nación (una realidad nacional la denomina el Estatuto) y se reconocen, aunque vagamente, los marcadores de la identidad, historia y cultura andaluzas, aún se sigan celebrando y festeando bajo el nombre de la “Toma” las conquistas de las principales ciudades andaluzas como Córdoba, Sevilla, Xerez (aquí sacan una representación de cabezas cortadas de andaluces islamizantes a caballo), Granada o Almería. Estas conquistas no supusieron ventaja alguna para los andaluces de entonces, sino incívicas matanzas, sufrimiento, desplazamientos de población, asesinatos y opresión…a su vez, Andalucía, dejaba de ser Libre, independiente, para pasar a ser vasalla del oscuro feudalismo imperial que dejó yerma y falta de soberanía a nuestra tierra. Estas conquistas, que prosiguieron vía América Latina en 1492, a su vez, siguen teniendo el significado que siempre han tenido: exaltación de valores militaristas, integristas religiosos, intolerancia, obediencia ciega y resolución de conflictos por vía violenta.
El genocidio parcial (que no fue total) de la población andalusí que pasó a ser morisca, fue la primera limpieza étnica que conocemos en la historia contemporánea propia de Andalucía y también en la europea; estos hechos que festejan las tomas, suponen un insulto a Andalucía, su Historia, su Memoria, su Identidad, es un insulto degradante, año tras año, a nuestros muertos, a nuestros antepasados, subvencionado con el erario público. ¿Qué pueblo celebra su derrota, su asesinato, su destrucción? ¿Alguien se imagina a los judíos celebrando el Holocausto? ¿Alguien se imagina a los palestinos celebrando el estado sionista? ¿Se imaginan a los negros sudafricanos celebrando el Apartheid? ¿O a los irlandeses celebrar los desfiles orangistas? Imposible. Pues aquí las autoridades del Estado Español celebran nuestra derrota como cuna y nacimiento de su Imperio, de su intervención, triste intervención, en la Historia. Los andaluces de conciencia debemos elevar la denuncia de este viejo atropello cuanto antes.
No entiendo cómo las mismas instituciones que fomentan y organizan este tipo de actos, luego nos hablan de “las tres culturas”, de “diálogo de civilizaciones”, de “Andalucía como punto de encuentro”. Y no, señores políticos españolistas y pseudo-regionalistas, ese camelo no cuela. Aquí no había tres culturas, sino una, la andalusí, con tres cosmovisiones de la vida; aquí no había reconquista, pues Andalucía, madre de todas las culturas autóctonas e influencias ibéricas, nunca había pertenecido anteriormente a Castilla, León o Aragón; aquí los cristianos, desde siempre, habían sido arrianos y unitarios, trinitarios había muy pocos; aquí no había un pueblo inexistente o extranjero, aquí estaba desde siglos un pueblo autóctono como el andaluz, un Pueblo, que por su misma Historia, aunque hoy carezca de conciencia y poder político, merece el mayor de los respetos. Porque esas tomas festejan, entre otras cosas, la destrucción de la cultura andalusí, aquella que inspiró el renacimiento del siglo XVI en Europa con su ciencia y humanismo, logrando este cénit antes del siglo XIII cuando todavía no se habían conformado la mayoría de países europeos.
Menos aún entiendo a quienes son capaces de atreverse a multar, criminalizar e insultar públicamente a andaluces que protestan frente a este atropello con el que deben acabar más pronto que tarde los andaluces. Antonio Gala escribía por los 80 una frase que resume todo aquello que pensamos quienes deseamos una Andalucía Libre, responsable, consciente, conocedora de sus derechos y ejerciendo sus valores históricos de tolerancia, justicia, paz y libertad:“reconquista, como palabra aplicada a Andalucía, no es más que un error histórico o una mera idiotez”. Ya es hora de mandar las Tomas, como diría nuestro pueblo, a tomar por saco. O en lenguaje andaluz más coloquial incluso: a “Tomar” porculo.
¿Porqué los andaluces/zas de conciencia estamos en contra de celebrar los aniversarios de las conquistas de nuestros pueblos y ciudades por la Corona de Castilla?
Podríamos resumirlo en:
.- Porque no somos castellan@s. Somos Andaluces/zas.
.- Porque suponen un claro ataque a la Identidad Nacional de Andalucía así como a su Cultura e Historia.
.- Porque ahondan en la manipulación y el falseamiento de la Historia de Andalucía.
.- Porque suponen un respaldo a valores xenófobos, racistas, imperialistas, militaristas y de integrismo religioso.
.- Porque exaltan genocidios, expulsiones, matanzas, abusos, torturas, despojos y limpiezas étnicas.
.- Porque no sólo representan un anacronismo grotesco y esquizoide, sino también un insulto a la inteligencia del pueblo andaluz.
.- Porque por algo, el dictador Franco convirtió esta celebraciones en señas de identidad de su monstruoso régimen.
.- Porque contienen una rabiosa política de clase dominante y alienante del pueblo trabajador andaluz, ahondando en la explotación del hombre por el hombre.
¿Cómo se entiende, pues, que personas e instituciones democráticas e incluso que se dicen andalucistas celebren esta tipo de actos? Estas celebraciones nos recuerdan que Andalucía aún no es dueña ni de su pasado, ni de su presente ni de su futuro; que Andalucía sigue sometida a intereses foráneos.
Pero hay más, mucho más. Porque quienes aplauden este tipo de actos en los que se ensalza el racismo, las conquistas, los genocidios, el militarismo, la xenofobia, etc. Son los mismos, no nos engañemos, que aplaudieron y aplauden consciente o inconscientemente a Franco, Pinochet, Hitler, Mussolini, Videla, Salazar, Marcos, Somoza, Batista…sólo hay que mirar a sus defensores, ellos mismos se delatan.
Los mismos que organizan este tipo de actos desde las instituciones y los presentan como fiestas, son los responsables de todo cuanto acontece alrededor de la toma, son los mismos que pertenecen a partidos que dicen que los nazis no están organizados en el estado español cuando todo el mundo, incluidos los tribunales europeos que son tan amigos suyos, saben que el estado español fue y es la meca de los nazis en cuanto a difusión de material, publicidad, ideas…
Quienes están detrás de la justificación de la “Toma” no saben ni media de la historia andaluza. Empezando por la célebre y cruel casualidad de que Felipe II, uno de los que firma los decretos de expulsión, fue salvado por un médico morisco cuando los de su corte cristiana ya lo daban por moribundo cuando niño. Este capítulo refleja la síntesis del pensamiento “cristiano-viejo”, imperialista, pre-españolista.
A lo mejor tampoco saben que los mismos ejecutantes de la inquisición empleaban en las indias como en la península ibérica, especialmente en Andalucía, los mismos procedimientos para destruir las culturas anteriores, para quitar a estos pueblos no solamente su tierra sino su historia. Casi con toda probabilidad, la carencia de instituciones andaluzas propias y con ello, de un sistema educativo propio hace que no se valore la cultura, historia ni identidad andaluzas. Es el caldo de cultivo donde se les dice a nuestros niñ@s que no tenemos cultura, ni historia ni identidad propias, que nada fue para tanto, que tenemos peculiaridades pero nada más. Ah, y que hablamos mal. Es posible que cuando lleguen a ser mayores no sólo desconozcan su historia, sino que cuando le hablen de ella, les pueda parecer encima, menos dolosa que la de Rapa Nui, la cual le produciría si leyera su historia, una execrable repulsión. Y así, por desgracia, con todo.
Refiriéndose a Al-Andalus, Roger Garaudy opina: “Fue, además, una revolución cultural. El Corán prohíbe toda represión en materia de religión; la sinagoga del judío y la iglesia del cristiano permanecieron siempre abiertas y libres”. Esta simbiosis nueva de las tres religiones abrahámicas dio, en el plano de la cultura y tan sólo dos siglos más tarde, un gran florecimiento cultural. Las ciencias y los métodos de irrigación de la tierra son únicos en el mundo. Ésta última será modélica hasta el Renacimiento -Torricelli envía a uno de sus alumnos, Juanello Turriano, a estudiar a Al-Andalus las técnicas hidráulicas de los musulmanes-, produjo un renacimiento económico de Al-Andalus. Las ciencias conocieron un gran desarrollo, hasta el punto de que Roger Bacon, precursor del método experimental en Europa, escribió que “la ciencia entera tiene su fuente en el Islam”. Los tratados de óptica del físico Ibn Haytham son, en efecto, la fuente de los métodos modernos de la ciencia: la hipótesis matemática y la verificación experimental. Los instrumentos de cirugía de Abulcasis de Córdoba y sus manuales estuvieron en uso 500 años (hasta el siglo XVI) en todas las universidades de Europa.
En su apogeo, siglos IX al XII, bajo el califato de Abderrahman III y Al-Hakam II, Córdoba fue la ciudad más grande de Europa y el centro de irradiación de la cultura hacia toda ella. El mayor filósofo judío, Maimónides de Córdoba, escribía en árabe y tanto Santo Tomás como Alberto el Grande, tomaban como base de discusión la obra de Averroes. El mayor de los místicos musulmanes, Ibn Arabi de Murcia, inspirará, con su relato de la ascensión del profeta, la Divina Comedia de Dante y, cuatro siglos más tarde, el misticismo de la poesía de San Juan de la Cruz. La introducción en Al-Andalus, gracias a los musulmanes, en el siglo X, del papel (inventado por los chinos) y que venía a sustituir al papiro y al pergamino usados hasta entonces, que resultaban escasos y caros, abrió una nueva era en la vida cultural europea ya que posibilitó una mayor extensión de la cultura a nuevas capas sociales.
En definitiva, durante 400 años, desde el siglo VIII hasta el XII, no hubo cruzada, sino coexistencia y fecundidad recíproca entre culturas. Tampoco se produjo una batalla constante y frontal entre cristianos y musulmanes, sino luchas menores, de origen político mas que religioso, entre pequeños reyes o gobernantes; cristianos y musulmanes se aliaban a menudo contra un rival común, coaligándose a su vez entre ellos indistintamente.
Tras esta maravillosa floración civilizadora, empieza a entreverse la decadencia del islam andaluz. Y hay que buscar las causas, entre otras, en el hecho de que la religión empezó a dejar de ser una llamada a la apertura y a la búsqueda para estancarse en el dogmatismo; la cerrazón y el sectarismo que se propagó como un viento fúnebre sobre todas las formas de la cultura y de la política”
(…) Desde 1120 el papa Calixto concede a las cruzadas contra Al-Andalus los mismos privilegios que a las de Jerusalén. En el 1147, el Abad de Císter, San Bernardo, con el Papa Urbano II llama a la segunda cruzada y, en el 1197 el papa Inocencio III convoca la tercera cruzada contra Al-Andalus. (…) La toma de Granada en el 1492, no es más que una fecha simbólica, ya que en esta época y desde hacía dos siglos, los musulmanes andaluces no reinan ya en la península ni en la Al-Andalus propiamente dicha, Andalucía, salvo en el Reino de Granada, vasallo y tributario de Castilla. (…) un decreto real del 14 de septiembre de 1480, institucionaliza la inquisición en Castilla. En el 1484 la inquisición será impuesta también en Aragón. Así, el Estado-Iglesia naciente, donde no se puede ser español si no se es católico, puede proseguir su política de unificación a ultranza y de totalitarismo con la investidura y la bendición papal.
La toma de Granada en el 1492 toma el valor de símbolo. La rendición del último rey nazarí Boabdil, en condiciones relativamente honorables, asegura a los vencidos la garantía de sus vidas, de su libertad religiosa y de sus bienes, pero el pacto es inmediatamente violado: para los judíos desde 1492 y para los musulmanes en el 1610, no hay elección: la conversión forzosa o la expulsión. (…) fue el mismo Torquemada el que dirigió la Inquisición tanto en la península como en las Indias. En 1499, en Granada, el Cardenal Cisneros destruyó en la hoguera los libros del Islam, como en el 1562 el obispo Diego de Landa quemó en otra gigantesca hoguera en Yucatán los códices Mayas.”
Y así podríamos seguir con una larga lista de agresiones y de trasfondos que tiene la llamada “Toma” de Granada.
Acusaciones y descalificaciones.
A estas horas aún no sabemos de qué pueden acusar a los antifascistas andaluces. Suponemos que de cualquier cosa que se les ocurra. Por desgracia estos atropellos son de curso común en esta memocracia borbónica, en esta sometida, insultada, colonizada e ignorante Andalucía.
Lo que sí sabemos es de la táctica que han empleado las fuerzas de represión del estado en relación a endiosarle delitos no existentes. Han utilizado a dos periódicos (Ideal y Público) en el que estos han dado impecable patente de autenticidad a la versión de la policía, en el que los andaluces de conciencia y antifascistas en general aparecen retratados como “reventadores”, “ultras”, así como equiparados a los nazis y demás grupos fascistas. Para mear y no echar gota. España, siempre sedienta de odio y venganza, busca víctimas a quienes atacar y culpabilizar.
Si eso que dicen las autoridades colonialistas españolas de “insultos a España”, si es que se produjeron, es castigable con multas, entonces ¿Qué significa y como se debe castigar conforme a los derechos humanos la exaltación de una conquista, de un genocidio, de una limpieza étnico-ideológica, que fue el germen de lo que las autoridades colonialistas españolas llaman el “inicio de la nación española? ¡¡El estado español está atacando descaradamente a andaluces de conciencia que gritan: los genocidios no se celebran!! Esto debe tenerlo claro todo el mundo y todo el mundo debe saberlo.
¿Cómo se puede castigar en una sociedad mentalmente sana y democrática a 17 andaluces de conciencia por denunciar lo que significa la celebración del genocidio de nuestro pueblo, elevado a “fiesta” oficial por las autoridades herederas de esos lodos jurídico-militares imperialistas llamados españoles o estado español?
El único sentido posible de este chapucero montaje político-policial es el de castigar la disidencia. Al parecer, definitivamente se da rienda suelta al hecho jurídico castigable de que discrepar o disentir, opinar, pensar y sentir distinto al sistema, es delito. Pero hay más. Es delito al parecer también ser andaluces con dignidad, ya que ni siquiera podemos manifestar nuestro rechazo a la celebración de nuestro genocidio, de denunciar el hecho de que cientos de miles de andaluces fueran asesinados, expulsados, esclavizados, por ser andaluces, porque no otra cosa que nuestras tierras y riquezas buscaban esos que acabaron con nuestra soberanía nacional, que es el fin mayor de la celebración que llaman “la toma de granada”. No es casualidad que hayan sido multados más andaluces revolucionarios que fascistas en proporción de 3 a 1. Autonomía y realidad nacional dicen quienes no paran de escupir a Andalucía. No sé si reír o llorar.
No tienen vergüenza, ni la han tenido jamás estos españolistas. Es más, es que la vergüenza, la dignidad, el sentido común…son cosas que jamás han tenido esta gente. Ya el mismo hecho de amenazar a la gente que protestó contra la celebración del genocidio morisco andaluz, contra la toma por armas y a la fuerza de Andalucía entera, con el hecho de ser multados sin saber siquiera de que son acusados, demuestra la ferocidad opresora del sistema, queriendo impedir este tipo de denuncias que les ponen en evidencia delante de toda la sociedad.
“Sin precedentes”
Los 17 antifascistas son inocentes. Ellos no han cometido ningún tipo de delito. Solo han protestado contra la celebración del genocidio andaluz, el fin de la antigua Andalucía Libre y los valores racistas, xenófobos, imperialistas y fascistas que le siguen. Sin embargo y por el contrario, los 17 antifascistas andaluces sí que han sido los únicos insultados y multados, en un hecho que los mismos periódicos que han criminalizado, a su vez califican como “sin precedentes”. Los 7 fascistas que han sido también encausados no son más que una carta a utilizar en la baraja que maneja el estado español para criminalizar la creciente oposición en la calle a su Toma.
Qué razón tenían los primeros andaluces independentistas del Frente Andaluz de Liberación que protestaron contra la farsa y el insulto de la toma, cuando cantaban “En el balcón está la inquisición” cuando las autoridades colonialistas españolas tremolaban el pendón conquistador de los denominados Reyes Católicos, manchado de traición y sangre andaluza. Que poco han cambiado. Me ha venido a la mente unos versos que me gustaría compartir antes de seguir:
En el balcón está la inquisición
En los juzgados sus amigos
Y los centuriones en su misión
De callar al pueblo oprimido.
Ay, Andalucía, patria mía,
Quien celebra su derrota
No es persona, sino idiota.
E incluso podríamos recordar estos otros versos que los moriscos dedicaban al Imperio castellano-aragonés:
Cuervo maldito español
Pestífero canzerbero
Questas con tus tres cabezas
A la puerta del ynfierno.
A la vez que en este mismo poema siguen acusando al Imperio-Estado Español de “quebrantador de las cosas que juraste” y a los eclesiásticos “lobos robadores sin bondad, su oficio es soberbia y grandía y sodomía y luxuria y blasfemia y reneganzas y pompa y vanagloria y tiranía y robamiento y sinjusticia”
O este otro que decía:
Razón duerme,
Trayzión bela,
Justicia falta,
Malizia reina.
La lucha continúa.
Desde luego esta es una lucha que no va a quedar relegada a los juzgados por más que el estado español se empeñe en ello. La lucha está en la calle y exigiendo a las instituciones que respeten un mínimo de derechos democráticos que hasta ahora no está ni defendiendo ni garantizando.
La lucha sigue por recuperar el legado de aquellos andaluces moriscos derrotados, expulsados, esclavizados…; sigue en concienciar al pueblo andaluz, en cada calle, centro de trabajo, escuela, barrio, asociación…no podemos quedarnos parados.
La Toma de Granada es la celebración por excelencia de la extrema derecha españolista, una cita que ningún nazi que se precie podría perderse. Esto, ya de por sí, es un crimen que Granada no puede seguir manteniendo por más tiempo.
Apoyemos a los encausados
La primera condición para afrontar una buena lucha es apoyar a nuestros represaliados. Por ello tenemos que socializar esta denuncia y todos los hechos posibles para que sea conocido este otro nuevo caso de atropello a los derechos humanos y a la libertad de expresión. Hagamos charlas, actividades, en los sitios donde estemos cada uno. Saquemos adelante iniciativas de cualquier tipo: conciertos, recitales… no dejemos solos a nuestros compañer@s. Da igual que sea de tu organización o no. Estamos todos unidos. Debemos estarlo. Sólo así podremos dar exitosos pasos en la calle para lograr que la toma no se celebre y sea un día para aprender de la historia y celebrar la cultura, el diálogo, la paz y la liberación de Andalucía. Un día para reparar a los andaluces lo que aún les debe el estado español como heredero de un imperio.
Recordemos el pasado
Si echamos la vista atrás, podremos comprobar que las protestas de los independentistas revolucionarios andaluces han dado resultado como por ejemplo en el aniversario del asesinato de Blas Infante cada 10 de agosto, donde hace unos años, concretamente en 2006, se consiguió abochornar tanto a los plutócratas y españolistas que al año siguiente hasta hoy no se han presentado más en el lugar donde fuera asesinado Blas Infante para deshonrar su memoria y toda la andaluza de por sí, desvirtuando su mensaje y utilizándolo a conveniencia por parte de la corruptela política de la clase dominante españolista.
Acumular fuerzas para el próximo año.
Cada año se está yendo a más. El primer año se aguantó, este segundo ha ido más gente, es por eso que han montado todo este circo de multas y delitos inexistentes por parte de los antifascistas. El año que viene es necesario que todos los colectivos de la izquierda nacional andaluza así como los antifascistas en general de toda Andalucía e incluso internacionalistas se impliquen seriamente en la denuncia y erradicación de esta lacra llamada “Toma”, ya sea en Granada, en Sevilla, en Almería o en Xerez. Donde sea, allí hay que estar y en gran cantidad. No pueden eludir este llamamiento desesperado organizaciones de masas como el SAT, así como otras políticas, juveniles, culturales, etc.
Hay que conseguir entre todos que seamos mayoría el 2 de enero para, entre otras acciones de concienciación y denuncia, acabar con la celebración de nuestro genocidio en cualquier ciudad andaluza. No se trata solo de Granada, se trata, como dije, de todas las ciudades y localidades andaluzas donde se celebren estas vergonzosas e insultantes “fiestas”.
Conviene que esto no sea olvidado por nadie.
Por lo pronto apoyar a los encausados y denunciar este tipo de hechos, son necesidades en la lucha, así como crear de una vez por todas un organismo anti-represivo andaluz y por los derechos humanos.
Y para terminar quiero recordar las palabras escritas por Francisco Camargo Gómez alias el Vivillo, uno de los últimos bandoleros andaluces, que escribía lo siguiente desde la cárcel de Córdoba a 6 de abril de 1911 en postal a Don Constancio Bernardo de Quirós: “La publisidad que se hase de una persona despierta curiosidad en los demás: cuando aquella se hase caluniosa (calumniosa) crea mártires, mucho mas grandes cuanto mas persecusiones sufrieron; hasta que brilla la lus de la berdad y el mundo los glorifica y admira”.
Stop represión, fascistas fuera
Los genocidios no se celebran
Viva Andalucía Libre