(Información extraída de la edición digital del diario burgués "EL MUNDO")
El 18 de mayo de 2009, el mismo día que la familia de Jon Anza y que la banda terrorista ETA hicieron pública la desaparición de Jon Anza, un grupo de guardias civiles salió de forma precipitada del aparthotel Adagio, en Toulouse, y se dejaron olvidadas dos pistolas debajo del colchón de su habitación. Ese suceso, según ha podido saber EL MUNDO, está siendo investigado por la fiscal francesa que se encarga de la desaparición, muerte y hallazgo de Jon Anza, Anne Kayanakis.
Esa misma fiscal reconoció el viernes en rueda de prensa en Bayona que "hemos fallado en la investigación de este caso" e indicó que abría un proceso interno para determinar por qué y cómo se produjeron los fallos de localización e identificación del cadáver de Anza.
Las otras y más importantes incógnitas de este caso se centran en los 11 días que trascurrieron entre el 18 de abril, cuando Jon Anza toma un tren en Bayona con dirección a Toulouse, y el día 29, que fue encontrados en estado inconsciente en el boulevard de Estrasburgo en la ciudad de destino. En ese momento Anza tan sólo llevaba encima 500 euros de los 300.000 que guardaba cuando salió de Bayona, tenía la misma ropa, pero no tenía ningún documento que acreditara quién era. Sin embargo, sí tenía entre sus pertenencias un billete que indicaba que venía de Bayona y que tenía que volver a esa ciudad el día 20.
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