Malas noticias desde Madrid. El próximo 18 de febrero se celebrará un juicio-farsa contra un camarada de Iniciativa Comunista, víctima de un nuevo montaje policial cuyo objetivo es reprimir y atemorizar a la juventud combativa, a la juventud que no se doblega ante el sistema de explotación capitalista, y que toma la determinación de organizarse para luchar por un mundo mejor, basado en relaciones igualitarias y justas.
La fiscalía solicita una pena de 2 años y 3 meses de prisión, en base a las inexistentes lesiones de un agente antidisturbios de la Policía, supuestamente producidas cuando éstos desalojaban, a golpe de porra, la madrileña Puerta del Sol. El "gran delito" cometido era mostrar la repulsa de la organización ante las agresiones fascistas que se estaban produciendo en esas fechas (otoño de 2009), cuyo hecho más grave fue el asesinato en La Cabrera del trabajador rumano Giovanni Musat.
Sin embargo, pese al evidente incremento de agresiones policiales y la brutalidad a la que nos tienen acostumbrados, Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid, se jacta públicamente de no tener constancia de que ningún agente haya sido condenado o siquiera sancionado por dichos abusos.
Así es el aparato represivo del Estado burgués y su justicia. Es por eso que tanto el pueblo como la clase trabajadora debemos defendernos y estar con los nuestros. Sólo derrocando este orden odioso lograremos plena justicia para nuestra clase.
¡La lucha es el único camino!
La fiscalía solicita una pena de 2 años y 3 meses de prisión, en base a las inexistentes lesiones de un agente antidisturbios de la Policía, supuestamente producidas cuando éstos desalojaban, a golpe de porra, la madrileña Puerta del Sol. El "gran delito" cometido era mostrar la repulsa de la organización ante las agresiones fascistas que se estaban produciendo en esas fechas (otoño de 2009), cuyo hecho más grave fue el asesinato en La Cabrera del trabajador rumano Giovanni Musat.
Sin embargo, pese al evidente incremento de agresiones policiales y la brutalidad a la que nos tienen acostumbrados, Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid, se jacta públicamente de no tener constancia de que ningún agente haya sido condenado o siquiera sancionado por dichos abusos.
Así es el aparato represivo del Estado burgués y su justicia. Es por eso que tanto el pueblo como la clase trabajadora debemos defendernos y estar con los nuestros. Sólo derrocando este orden odioso lograremos plena justicia para nuestra clase.
¡La lucha es el único camino!
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