La Otra Andalucía
2/1/2013
Andalucía
Un año más, varios centenares de andaluces de conciencia se dieron cita la mañana del 2 de enero en la granadina Plaza del Carmen para mostrar públicamente su rechazo a que se continúe celebrado el "Día de la Toma", celebración instaurada por la dictadura franquista como festividad de Granada y mantenida hasta hoy, en una demostración más del carácter continuista del actual régimen, y para exigir que vuelva a instaurarse en su lugar, el del asesinato de Mariana Pineda.
A partir de las 11 de la mañana comenzaron a concentrarse respondiendo al llamamiento de la Plataforma Contra el 2 de Enero, organismo unitario que agrupa a quien no sólo se oponen a la rememoración del genocidio sufrido por decenas de miles de granadinos antes, durante y después de la conquista de la ciudad, sino que, igualmente, consideran que dicha oposición no puede limitarse a manifestaciones verbales o a la realización de actividades paralelas, sino que debe ser activa y pública, en la calle. Que dejar el campo libre para que fascistas y reaccionarios hagan gala de sus opiniones racistas, xenófobas y antidemocráticas es un error, dado que precisamente el abandono de la calle es el mejor favor que se les puede hacer para transmitir la falsa apariencia de que toda la población está con la celebración, a excepción de algunas "minorías radicales".
Durante todo el acto, estos andaluces que mantienen en pie la lucha allí donde debe darse la batalla presencial, y que representan la dignidad de un pueblo que ni se rinde ni claudica frente al fascismo, no dejaron de corear gritos como: "los genocidios no se celebran", "2 de enero: nada que celebrar", "no a la Toma, sí a Mariana", etc. También prorrumpían en silbidos, abucheos y gritos de "vergüenza, vergüenza" al paso de las autoridades civiles, religiosas y militares, así como en los momentos de la tremolación del pendón de la conquista, con el águila de San Juan. A duras penas se dejaban oír las autoridades y la banda militar entre el estruendo ensordecedor de pitos, bocinas y abucheos lanzados desde las filas de los concentrados. Aunque los medios de desinformación volverán a manipular la realidad ninguneando estos hechos, y las "autoridades" intentarán con sus palabras menospreciarlos, sus rostros durante la mañana del 2 de enero mostraban su disgusto y la mella que estas manifestaciones les causaban.
Igualmente cabe destacar que, a pesar de las constantes provocaciones de los fascistas y de las facilidades dadas por las "fuerzas del orden" a éstos con su laxitud, la permanente actitud pacífica de los concentrados ha dejado a los reaccionarios sin posibilidades de acusarlos de nada, o eso esperamos. ¿O este año también se va a sacar de la manga hechos inexistentes para justificar una nueva oleada represiva contra el movimiento antifascista, señor Delegado del Gobierno?
2/1/2013
Andalucía
Un año más, varios centenares de andaluces de conciencia se dieron cita la mañana del 2 de enero en la granadina Plaza del Carmen para mostrar públicamente su rechazo a que se continúe celebrado el "Día de la Toma", celebración instaurada por la dictadura franquista como festividad de Granada y mantenida hasta hoy, en una demostración más del carácter continuista del actual régimen, y para exigir que vuelva a instaurarse en su lugar, el del asesinato de Mariana Pineda.
A partir de las 11 de la mañana comenzaron a concentrarse respondiendo al llamamiento de la Plataforma Contra el 2 de Enero, organismo unitario que agrupa a quien no sólo se oponen a la rememoración del genocidio sufrido por decenas de miles de granadinos antes, durante y después de la conquista de la ciudad, sino que, igualmente, consideran que dicha oposición no puede limitarse a manifestaciones verbales o a la realización de actividades paralelas, sino que debe ser activa y pública, en la calle. Que dejar el campo libre para que fascistas y reaccionarios hagan gala de sus opiniones racistas, xenófobas y antidemocráticas es un error, dado que precisamente el abandono de la calle es el mejor favor que se les puede hacer para transmitir la falsa apariencia de que toda la población está con la celebración, a excepción de algunas "minorías radicales".
Durante todo el acto, estos andaluces que mantienen en pie la lucha allí donde debe darse la batalla presencial, y que representan la dignidad de un pueblo que ni se rinde ni claudica frente al fascismo, no dejaron de corear gritos como: "los genocidios no se celebran", "2 de enero: nada que celebrar", "no a la Toma, sí a Mariana", etc. También prorrumpían en silbidos, abucheos y gritos de "vergüenza, vergüenza" al paso de las autoridades civiles, religiosas y militares, así como en los momentos de la tremolación del pendón de la conquista, con el águila de San Juan. A duras penas se dejaban oír las autoridades y la banda militar entre el estruendo ensordecedor de pitos, bocinas y abucheos lanzados desde las filas de los concentrados. Aunque los medios de desinformación volverán a manipular la realidad ninguneando estos hechos, y las "autoridades" intentarán con sus palabras menospreciarlos, sus rostros durante la mañana del 2 de enero mostraban su disgusto y la mella que estas manifestaciones les causaban.
Igualmente cabe destacar que, a pesar de las constantes provocaciones de los fascistas y de las facilidades dadas por las "fuerzas del orden" a éstos con su laxitud, la permanente actitud pacífica de los concentrados ha dejado a los reaccionarios sin posibilidades de acusarlos de nada, o eso esperamos. ¿O este año también se va a sacar de la manga hechos inexistentes para justificar una nueva oleada represiva contra el movimiento antifascista, señor Delegado del Gobierno?
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