- En primer lugar, ¿Qué es ANDALUCÍA COMUNISTA y por qué su nacimiento?
ANDALUCÍA COMUNISTA
es un partido comunista marxista-leninista andaluz. Desde nuestro punto
de vista, un partido comunista en una nación oprimida como la andaluza
ha de tener como primer objetivo, es decir, como objetivo estratégico
fundamental para construir el socialismo y el comunismo, la lucha por la
liberación nacional, por la autodeterminación y la soberanía nacional.
El por qué del nacimiento de ANDALUCÍA COMUNISTA
se explica por la ausencia de un partido comunista que situase la lucha
por la soberanía nacional andaluza en su lugar. O bien nos
encontrábamos con partidos comunistas organizados a nivel estatal que o
negaban la existencia del hecho nacional andaluz o lo minimizaban, o
bien con partidos u organizaciones que situándose incluso en la
izquierda revolucionaria defensora de los derechos nacionales de
Andalucía tenían múltiples referencias ideológicas. Pero no sólo eso, ANDALUCÍA COMUNISTA
nació con la vocación de ser un partido de cuadros comunistas que
participan activamente en el movimiento obrero y popular, en sus
diferentes expresiones organizativas construyendo en la medida de lo
posible poder obrero y popular, dándole un sentido dialéctico al
centralismo democrático, mejorando formas y estilos de trabajo, haciendo
mucho hincapié en la formación ideológica de cuadros comunistas, etc.
En definitiva, queríamos superar muchos clichés y estereotipos que
tienen apresados a muchos partidos comunistas y que se suelen traducir
en la práctica en desviaciones derechistas o izquierdistas, según las
circunstancias, e igualmente, intentar imprimir nuevas formas y estilos
de trabajo serios y sistemáticos en el seno del movimiento obrero y
popular andaluz y en el conjunto de la izquierda política soberanista
andaluza.
-
Como puede apreciarse, estáis organizando vuestro primer Congreso. ¿Qué
esperáis de este congreso y con qué expectativas llegáis?
De
nuestro próximo Congreso esperamos dar un pequeño salto en lo
organizativo, somos modestos y no nos caracterizamos por vender humo a
la clase obrera, pero ese salto por pequeño que sea será muy
significativo y dará sus frutos más pronto que tarde consolidando y
estructurando al partido. Hay que tener en cuenta que tenemos 2 años
escasos de existencia como partido, por ahora no podemos aspirar a
grandes saltos; por otro lado, en este Congreso lanzaremos
definitivamente nuestro programa político, ahora mismo trabajamos en
borradores que los diferentes órganos del partido van discutiendo en sus
ámbitos a la vez que tratamos de recoger aportaciones y sugerencias de
organizaciones y personas
ajenas al partido. También discutiremos nuestra línea política centrada
en las alianzas que estamos manteniendo con el objetivo de construir un
bloque soberanista de izquierdas.
-
Os encuadráis dentro del Movimiento de Liberación de Andalucía. Dicho
movimiento, ¿consideráis qué es todavía embrionario o ya creéis que
tiene bases y madurez suficiente?
No creemos que el MLNA esté en una fase embrionaria, al menos no en su conjunto. El MLNA
entendido de una manera amplia está formado en algunos casos por
organizaciones que cuentan con años de lucha y experiencia a sus
espaldas en diferentes ámbitos, con una madurez política y organizativa
nada desdeñable. Más bien, pensamos que el MLNA ha
tenido un desarrollo muy desigual y descompensado que hace que sea
percibido como débil o escasamente implantado. Por ejemplo, en el seno
del MLNA se pueden encuadrar experiencias exitosas y maduras como las del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores) o, en el terreno juvenil, Jaleo!!! o JIRA,
sin embargo, en el terreno de la defensa de nuestra cultura y señas de
identidad hay mucha dispersión, igualmente, también en otros ámbitos
como en la defensa del medio ambiente, la solidaridad internacionalista,
el movimiento vecinal, etc., hay un escaso desarrollo, habiendo también
muchas diferencias según las localidades o comarcas. El reto de
estructurar un amplio y sólido movimiento popular andaluz de liberación
se antoja difícil pero a todas luces necesario para construir el poder
obrero y popular soberano andaluz.
- ¿En qué tareas está involucrado vuestro Partido en estos momentos?
Bueno,
las tareas fundamentales del partido se centran en la participación en
las organizaciones del movimiento obrero y popular andaluz, trabajando
por su consolidación y coordinación, superando visiones cortoplacistas y
parciales. ANDALUCÍA COMUNISTA piensa
que las organizaciones del movimiento obrero y popular andaluz han de
ser el germen del nuevo poder soberano, es decir, del Estado socialista
andaluz. Igualmente, no dejamos las tareas internas como es la
organización de nuestro primer Congreso, antes mencionado, la extensión
territorial, o nuestras Escuelas de Formación. Y como no, nuestro
trabajo en la Mesa Andaluza de la Izquierda Soberanista (MAIS), junto a otros partidos y organizaciones, para consolidar un referente político unitario soberanista de izquierdas.
- ¿Cómo entendéis la cuestión nacional andaluza? ¿Cómo la entendéis en el resto del Estado Español?
Entendemos
la cuestión nacional andaluza desde el materialismo dialéctico y el
materialismo histórico, ¿qué quiere esto decir? Que desterramos toda
visión idealista y fuera del desarrollo histórico y de la lucha de
clases de la nación andaluza. La conformación de Andalucía como nación
es fruto de un desarrollo histórico peculiar, ese mismo desarrollo es el
que ha configurado a Andalucía como una nación oprimida, dependiente,
subdesarrollada y expoliada, especialmente con el desarrollo del modo de
producción capitalista en el Estado español y con el papel asignado a
Andalucía en ese desarrollo, aunque también habría que remontarse al
proceso de conquista de los reinos cristianos peninsulares, encabezados
por Castilla, de Al Andalus. Como comunistas, nos encontramos con esa
realidad que no podemos obviar, es decir, con la existencia de una
nación oprimida en lo económico, político y cultural, con todo lo que
ello comporta en su globalidad: un marco específico de lucha de clases.
Por tanto, consideramos que la revolución socialista aquí y ahora
implica la liberación nacional. Sin liberación nacional no puede haber
revolución socialista. A la vez, consideramos que la nación andaluza no
es una abstracción, existen diferentes clases sociales, en concreto, en
Andalucía existe una clara mayoría social oprimida, lo que venimos
denominando como pueblo trabajador andaluz, conformado fundamentalmente
por la clase obrera y por otros sectores sociales trabajadores
oprimidos, con lo cual, en realidad, si nos dejamos de abstracciones,
liberar a Andalucía significa liberar a esa mayoría social de la
opresión y la explotación que sufre.
En
cuanto al Estado español, como hemos explicado antes, la cuestión
nacional surge principalmente con el desarrollo del capitalismo, aunque
también cabría remontarse a momentos anteriores para una mejor y mayor
comprensión. El desarrollo del capitalismo trajo consigo un reparto
territorial del trabajo dando lugar a la acentuación de diferentes
realidades sociales (nacionales), también dio lugar a la formación de
burguesías nacionales y a una poderosa oligarquía española conformada
por la alianza de la gran burguesía terrateniente andaluza y sectores o
fracciones de las burguesías industriales y comerciales vasca y
catalana, fundamentalmente.
- Está siendo noticia la represión que está sufriendo el sindicalismo de clase andaluz. ¿Tenéis algún referente sindical fijo?
Por supuesto, tenemos un referente sindical claro: el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), a pesar de sus carencias y limitaciones en diferentes aspectos, nosotros trabajamos y seguiremos trabajando en el SAT. Militantes del partido en su momento se implicaron en la Asamblea Constituyente del SAT en septiembre de 2007 y en la actualidad hay militantes del partido ejerciendo diferentes cargos de cierta relevancia en el SAT.
En cuanto a la represión de que es víctima el sindicalismo andaluz de clase representado por el SAT,
pensamos que es una consecuencia lógica de, por un lado, un
sindicalismo que no se vende y que entiende que la lucha es el único
camino consecuente para defender los derechos de los trabajadores, y por
otro, de la naturaleza esencialmente represiva y antidemocrática del
Estado español nacido de la muerte de Franco y de la Constitución de
1978.
-
Hablando de sindicalismo, algunas organizaciones comunistas consideran
que todavía es importante trabajar desde la base de los sindicatos
capitalistas para trasformarlos, siguiendo una máxima del camarada
Lenin. ¿Creeis que en el Estado Español se acabó el tiempo de esa
estrategia y se ha de optar por el sindicalismo combativo, de clase y
nacional?
Creemos
que en este sentido no existe tal máxima de Lenin tal y como decís, al
menos como máxima de “obligado cumplimiento”. Explicar esto nos puede
llevar bastante tiempo y espacio, pero para resumir habría que ver si
podemos asimilar esos sindicatos reformistas de los que hablaba Lenin en
la Europa occidental de la primera década del siglo XX con lo que hoy
son en el Estado español CCOO y UGT,
esa es la cuestión que muy pocos se paran a analizar prefiriendo esa
“vagancia mental” propia de dogmáticos o de oportunistas, que nada tiene
de leninista, de asimilar situaciones y circunstancias como si nada. En
el momento en que un sindicato deja de ser de clase, combativo y no
tiene en cuenta las diferentes realidades nacionales deja de ser una
herramienta válida, es más, deja de tener sentido como organización para
la defensa de los intereses de los trabajadores para convertirse en
otra cosa, por ejemplo, en una institución del Estado. El sindicalismo
tiene sus limitaciones, la primera de ellas es la de estar muy
mediatizado por la lucha por intereses económicos inmediatos, somos
conscientes de que no le podemos pedir a un sindicato, por muy
sociopolítico que sea, que ejerza de partido político revolucionario,
pero una cosa es eso y otra muy diferente es ya no cumplir esos mínimos
de defensa intransigente de los intereses de los trabajadores, como
ocurre con CCOO y UGT.
-
¿Participáis en la lucha por la III República Española? ¿Consideráis
que un proyecto español, del tipo que sea, puede tener garantías
revolucionarias y que den a los pueblos su derecho a decidir?
No,
no participamos en la lucha por la III República española,
consideramos, con todos nuestros respetos por quienes luchan por esa III
República española, que esa lucha por sí misma no es garantía de nada.
Vamos a ver, como marxistas-leninistas tratamos de relacionar
dialécticamente dos cuestiones: una, el derecho a la autodeterminación y
soberanía de los pueblos oprimidos, y la otra, la unión libre y
voluntaria de los pueblos, por tanto, de lo que se trata es de aplicar
esos principios. No se trata tanto de un proyecto español como de algo
mucho más importante y que transciende a ese proyecto, pensamos que si
de verdad se aplican estos principios el proyecto español deja de tener
sentido. Ocurre también que determinados partidos comunistas están
obsesionados con el marco estatal español sin contemplar nada más,
forzando la existencia sí o sí de un proyecto español. No negamos que
existe un Estado español con todo lo que eso significa en lo político o
jurídicamente, también somos internacionalistas y estamos dispuestos a
estrechar relaciones con partidos y organizaciones revolucionarias del
Estado español, sean de ámbito estatal o nacionales, pero eso no quiere
decir que estemos por un proyecto español, sino por la unidad libre y
voluntaria de los pueblos, sean del Estado español o no.
-
En una entrevista que realizamos al blog "Universo Andalucista" hace ya
un tiempo, nos apuntaban una realidad del soberanismo andaluz de
izquierda, el problema de la multitud de siglas. ¿Compartís que hay una
gran "sopa de letras" en el soberanismo andaluz? En ese caso, desde una
óptica marxista-leninista ¿Qué solución proponéis para salvar esa
situación y crear un referente coherente pero también masivo?
Sobre
la “sopa de letras”, se puede contemplar como un terrible problema o
como lo que realmente es: la expresión de diferentes concepciones
políticas e ideológicas. Esas diferencias no tienen que ser en principio
un problema y deben ser contempladas con naturalidad. Si tenemos esta
visión natural, ese terrible problema encuentra solución: la creación de
instrumentos políticos unitarios, sin que nadie renuncie a sus
posiciones ideológicas ni siquiera a su organización. De hecho, ese
instrumento unitario se está conformando ya con la Mesa Andaluza de la Izquierda Soberanista (MAIS)
de la que formamos parte. Nosotros jamás renunciaremos a estar
organizados como partido comunista andaluz, nadie nos puede pedir ese
tipo de renuncias, pero a la vez, tenemos el deber y la responsabilidad
histórica de crear ese bloque o frente político por la liberación
nacional y social de Andalucía, actuando con respeto, lealtad y
compromiso. Hablar de revolución es hablar de alianzas, así ha sido y
así parece que seguirá siendo.
-
Pasando a un nivel más internacional. ¿Creeis que de ésta el
capitalismo se cae? ¿Considerais que estamos más cerca del socialismo
hoy que hace 10-8 años?
El
capitalismo se está cayendo desde hace muchos años por sus propias
contradicciones internas. Lejos de las explicaciones de la burguesía o
de esa pequeñaburguesía socialdemócrata o keynesianista tan de moda que
nos remiten a términos como “crisis financiera”, esta es una crisis del
propio funcionamiento del modo de producción capitalista que nos lleva a
la caída tendencial de la tasa de ganancia, explicada magistralmente
por Marx, y está relacionada con la crisis de los años 70 de siglo
pasado, siendo hasta cierto punto y a grandes rasgos una prolongación de
la misma. La burguesía y la socialdemocracia nos presentan las
consecuencias como causas confundiendo a la clase obrera y al pueblo.
Las teorías del derrumbe del capitalismo siempre ha hecho correr ríos de
tinta desde antiguo: Bernstein, Tugan-Baranowsky, Bauer, Kautsky,
Lenin, Rosa Luxemburgo, Grossman, etc., enfrentándose cara a cara el
marxismo como teoría para la revolución con el revisionismo y el
reformismo. La cuestión fue situada en sus justos términos en su
momento: al capitalismo hay que hacerlo caer, ese es el quid de la
cuestión, lo que nos lleva a la cuestión de la organización y a la lucha
que ha de desarrollar la clase obrera y los sectores populares
oprimidos y sus tareas políticas.
Ver
las cosas en términos de si ahora estamos más o menos cerca del
socialismo que hace 8 o 10 años nos parece poco serio. Para nosotros
hacer ese tipo de planteamientos es hasta cierto punto situarnos fuera
de la realidad. El hecho de pensar que porque existe un auge de las
protestas o una mayor conflictividad social ya nos estamos situando más
cerca del socialismo es puro idealismo, es más, ni siquiera la
existencia de Cuba o Corea socialistas o de experiencias de países con
regímenes antiimperialistas y progresistas nos hacen automáticamente
estar más cerca del socialismo, a pesar del valor de todas esas
experiencias y de nuestra defensa de las mismas. Del socialismo y del
comunismo estaremos más cerca si somos capaces de ir creando el poder
obrero y popular que destruya al poder de la burguesía en la fase
imperialista, en ese sentido, existen muchas diferencias y matices según
los países. Malcolm X decía que el poder solo retrocede ante el poder,
para construir el socialismo debemos acabar, en primer término, con el
poder político de la burguesía y eso solo lo podremos hacer con poder,
ya que como decía Lenin, salvo el poder todo es ilusión y es cierto,
además construir el nuevo poder obrero y popular no es tarea fácil y es
aún más complicado que derrocar el poder político de la burguesía. Por
otro lado, somos comunistas, el socialismo no es ningún ideal ni ningún
paraíso ni ninguna meta en sí misma, caracterizamos el socialismo como
la primera fase en la construcción de un modo de producción,
especialmente de unas relaciones sociales de producción, diferentes y
superiores al capitalismo, esto es, el comunismo. En el socialismo hay
lucha de clases, no lo olvidemos nunca, y esa lucha puede ser feroz, ya
que siempre existe la posibilidad de “dar marcha atrás”, los ejemplos de
la URSS, las democracias populares del Este europeo o China deben
servirnos de algo.
-
Para cerrar, ¿que percepción teneis de nuestra nación, Asturies, y su
situación política, socioeconómica y nacional? ¿Conoceis las luchas
llevadas a cabo por movimientos políticos y sociales en nuestro país?
¿Teneis algún tipo de relación con alguna organización soberanista y
revolucionaria asturiana?
Vemos
Asturies como un país fuertemente golpeado por la crisis del
capitalismo, especialmente en los sectores claves de su economía, sin
poder político para hacer frente a las agresiones del capital.
Reconocemos la existencia de unas claras señas de identidad asturianas
que lógicamente respetamos y que merecen una consecuente defensa. Por
otro lado, el movimiento comunista en el Estado español no se puede
entender sin Asturies, sin su combativa clase obrera, sobre todo los
mineros, y sin comunistas asturianos de la talla de Juan Ambou, por
poner un ejemplo. En Asturies, observamos experiencias sindicales muy
interesantes y cercanas como es el caso de la CSI,
militantes de nuestro partido en su momento formaron parte de ese
movimiento de solidaridad que se desarrolló con el procesamiento de los
sindicalistas Cándido y Morala. Actualmente, no tenemos relaciones con
organizaciones políticas asturianas, sin duda una carencia que debemos
cubrir...
Muchísimas gracias por vuestra entrevista y recibid un fuerte abrazo comunista desde Andalucía
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