Kimetz Kolektiboa
17/10/2012
Euskal Herria
El próximo día 21 de octubre vuelve a ponerse en marcha la máquina electoral que solo busca perpetuar el sistema capitalista y la opresión de nuestro pueblo, y para ello, cómo no, se respalda en la Ley de Partidos y la Ley Electoral. Una vez más, la democracia burguesa marca una fecha señalada en medio de una ofensiva (despidos, desahucios, detenciones, cargas policiales, etc.) contra el pueblo trabajador de Euskal Herria y el movimiento popular. Las agresivas reformas que buscan dar por finalizado el espejismo del Estado del Bienestar indican claramente cuál es el camino señalado para los próximos años.
Entrar a gestionar y no deslegitimar las instituciones burguesas es dar por bueno el mapa institucional del Estado Español. Por otra parte, mandar cantos de sirena acerca de la posibilidad de hacer una gestión diferente es engañar abiertamente al pueblo. El marco legal actual es herencia directa del franquismo, la negación de nuestro pueblo y la traición de la derecha vasca, así como de revisionistas varios.
De ninguna manera se pueden acumular fuerzas en torno a la participación electoral. Hablar de ganar espacios de poder o contrapoder solo refuerza el engaño que perpetra la prensa burguesa. El poder es económico, y solo desarrollando la lucha de clases para conquistar ese poder se posibilitará avanzar las posiciones del movimiento popular.
Es posible ir a las instituciones para llevar un discurso y crear contradicciones tanto con la oligarquía como con sus leyes. Pero de ninguna manera es aceptable que la gestión institucional sea en sí misma una finalidad, cuando el poder se encuentra en manos de empresarios y banqueros.
Por todo lo anteriormente expuesto, la postura más coherente en estos momentos es la de abstenerse en esta farsa electoral. La tarea primordial en estos momentos es organizar a la clase obrera en la lucha, y dotarle de una perspectiva revolucionaria que la lleve hacia su emancipación
17/10/2012
Euskal Herria
El próximo día 21 de octubre vuelve a ponerse en marcha la máquina electoral que solo busca perpetuar el sistema capitalista y la opresión de nuestro pueblo, y para ello, cómo no, se respalda en la Ley de Partidos y la Ley Electoral. Una vez más, la democracia burguesa marca una fecha señalada en medio de una ofensiva (despidos, desahucios, detenciones, cargas policiales, etc.) contra el pueblo trabajador de Euskal Herria y el movimiento popular. Las agresivas reformas que buscan dar por finalizado el espejismo del Estado del Bienestar indican claramente cuál es el camino señalado para los próximos años.
Pancarta de Kimetz en Bilbo (Bizkaia) |
Entrar a gestionar y no deslegitimar las instituciones burguesas es dar por bueno el mapa institucional del Estado Español. Por otra parte, mandar cantos de sirena acerca de la posibilidad de hacer una gestión diferente es engañar abiertamente al pueblo. El marco legal actual es herencia directa del franquismo, la negación de nuestro pueblo y la traición de la derecha vasca, así como de revisionistas varios.
De ninguna manera se pueden acumular fuerzas en torno a la participación electoral. Hablar de ganar espacios de poder o contrapoder solo refuerza el engaño que perpetra la prensa burguesa. El poder es económico, y solo desarrollando la lucha de clases para conquistar ese poder se posibilitará avanzar las posiciones del movimiento popular.
Es posible ir a las instituciones para llevar un discurso y crear contradicciones tanto con la oligarquía como con sus leyes. Pero de ninguna manera es aceptable que la gestión institucional sea en sí misma una finalidad, cuando el poder se encuentra en manos de empresarios y banqueros.
Por todo lo anteriormente expuesto, la postura más coherente en estos momentos es la de abstenerse en esta farsa electoral. La tarea primordial en estos momentos es organizar a la clase obrera en la lucha, y dotarle de una perspectiva revolucionaria que la lleve hacia su emancipación
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