El Comité Central de los comunistas yugoslavos se esforzaba de diversas maneras en difundir en el pueblo albanés la idea de que éste debía todo, incluso la fundación del Partido Comunista de Albania y la lucha de liberación nacional a la «ayuda» del Partido Comunista de Yugoslavia, a Tito en definitiva; de que la nueva Albania debía tener su porvenir siempre ligado al destino de Yugoslavia y únicamente de Yugoslavia.
Esta política antimarxista de la dirección yugoslava chocó con la justa oposición del Partido Comunista de Albania.
La dirección yugoslava veía en la línea marxista-leninista del Partido Comunista de Albania, en el secretario general Enver Hoxha y en los demás miembros del Comité Central que defendían resueltamente esta línea y no admitían ninguna ingerencia extranjera en los asuntos internos del Partido y del país, el obstáculo principal para la realización de sus miras hacia Albania.
El camarada Enver Hoxha, rodeado de obreros y campesinos |
El Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia se esforzó por vencer ese obstáculo en el II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Albania, que tuvo lugar en noviembre de 1944.
Para lograr su propósito, la dirección yugoslava despachó especialmente a Albania a Velimir Stojnich, en calidad de jefe de la misión militar yugoslava encargada de asegurar el enlace entre el Partido Comunista de Yugoslavia y los comunistas albaneses. Apenas llegó a Albania, Velimir Stojnich lanzó un ataque contra la línea general del Partido Comunista de Albania, definiéndola como totalmente errada y exigiendo que se realizasen sin dilación una serie de cambios radicales tanto en su línea como en su dirección. Esta acusación calumniosa y esta injerencia en los asuntos internos del Partido fueron rechazadas por el secretario general, el camarada Enver Hoxha, siendo apoyadas por dos miembros del buró político: Koci Xoxe y Nako Spiru .
El pérfido ataque de la dirección yugoslava encontró un fuerte apoyo en el buró político del Comité Central del Partido Comunista de Albania, sobre todo después de ser incorporados a él, conspiratoriamente y violando las reglas organizativas, Sejfulla Maleshova y Pandi Kristo, lo que permitió que se formase una mayoría pro-yugoslava en su seno.
Con las injerencias de estos elementos arribistas y ambiciosos, a espaldas del Comité Central y del secretario general, Velimir Stojnich elaboró la plataforma que debía ser presentada en el Pleno contra la probada línea marxista-leninista del Partido Comunista de Albania.
La bandera del ataque anti-partido en el Pleno fue enarbolada por Sejfulla Maleshova y el representante yugoslavo, secundados plenamente por Koci Xoxe y por otros cómplices en el complot.
El Partido Comunista de Albania, que había combatido con tanto heroísmo y logrado victorias decisivas en su lucha revolucionaria, fue definido por los conspiradores como «un partido no auténticamente comunista», dotado «de una línea y de una dirección no marxista-leninista». Su glorioso camino, probado en el fuego de la lucha, que condujo a la liberación de la Patria y a la instauración del poder popular, fue opacado y presentado como un «camino sembrado de errores y de deformaciones» que fluctuaba constantemente «entre el sectarismo, el oportunismo, y viceversa». Enver Hoxha, el fundador, el educador del Partido, el guía y héroe de la Lucha de Liberación Nacional, fue pintado por los renegados como una sintesis de todos los errores». Sejfulla Maleshova apeló la necesidad para el Partido de tener un «presidente», y dedujo, pensando en sí mismo, que debía ser confiado e cargo a una persona dotada de una «profunda preparación teórica».
Velimir Stojnich definió el trabajo de Miladin Popovich en Albania como una actividad erróneamente orientada, desaprobada por la dirección del Partido Comunista de Yugoslavia y presentó una línea nueva que esa dirección «recomendaba» al Partido Comunista de Albania.
Calificando de sectario el trabajo llevado a cabo por la popularización del Partido Comunista de Albania como dirigente del pueblo albanés, insinuó que en el futuro no era el Partido, sino el Frente, el que debía ser popularizado como tal. Pidió que en los órganos dirigentes del Frente fueran admitidos representantes influyentes de la burguesía reaccionaria y del alto clero, sin tomar en cuenta su actitud hostil hacia la Lucha de Liberación Nacional. estas recomendaciones de la dirección yugoslava coincidían con los planes de los imperialistas anglo-norteamericanos, que instaban al Gobierno Democrático de Albania a admitir en su seno y en el Consejo Antifascista a represenntantes de la reacción, para emplearlos más tarde como puntos de apoyo para derribar el poder popular.
El delegado yugoslavo opacó totalmente la actividad de los consejos de liberación nacional, del Ejército de Liberación Nacional, de los comisarios políticos y pidió que el ejército fuera dotado «de una poderosa cabeza política» y «de un poderoso mando militar». Deteniéndose en particular en las relaciones yugoslavo-albanesas fundadas supuestamente sobre la «fraternidad balcánica», Velimir Stojnich declaró: «Albania no puede edificar su economía ni desarrollarse independientemente, ya que el imperialismo haría de ella un bocado fácil», por lo tanto, «ningún otro camino se le ofrece a no ser la unión con Yugoslavia en una confederación e incluso algo más estrechamente». Para conseguir esto estimó indispensable preparar a las masas populares albanesas para este enlace y popularizar a Tito como el «símbolo de la liberación de los pueblos de los Balcanes y de Europa.»1
Las apremiantes tareas que se planteaban al Partido Comunista de Albania para el desarrollo posterior de la revolución tras la liberación del país fueron ahogadas en el pleno por los ataques de los complotadores contra la línea general del Partido y no fueron debatidas. El delegado yugoslavo y Sejfulla Maleshova llegaron incluso hasta declarar que Albania por largo tiempo, no podría desarrollar la revolución socialista ni encaminarse hacia el socialismo.
No estando al corriente del complot tramado entre bastidores y de las intenciones diabólicas de la dirección yugoslava, cierto número de miembros y de miembros suplentes del Comité Central, manifestaron en el Pleno marcadas vacilaciones y aprobaron hasta cierto punto las tesis del enviado yugoslavo y del grupo antipartido.
De esta manera, la reunión del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Albania fue minada por el Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia. Las orientaciones que se dieron y las decisiones tomadas allí perjudicaban los intereses del Partido y del pueblo albanés.
1 Acta del II Pleno del CC del PTA, noviembre de 1944.
1 Velimir Stojnich fue invitado a participar en la reunión del Pleno como representante de un partido hermano. Recabando el apoyo de los complotadores en el seno del CC del PCA, intervino descaradamente en los asuntos internos, infringiendo todas las normas que rigen las relaciones entre los partidos comunistas.
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