30 de agosto de 2010

Los gusanitos llegan a Málaga



Les quiero dedicar esta bonita pieza a los indeseables gusanos que comen con dinero de Miami y afean el ya enrarecido ambiente de nuestra fenicia ciudad. ¡Vuestra ralea, vuestra xenofobia y vuestra hipocresía la queremos FUERA! ¡Abajo la gusanera, mariconsones!

¿Cubanos xenófobos?

La primera referencia que recuerdo haber tenido sobre Málaga es la canción que le dedicara Ernesto Lecuona a las mujeres de la ciudad andaluza y que llegó a ser interpretada hasta por los Beatles. Luego supe que allí nació Pablo Picasso y también que es uno de los lugares de España más cercanos a África.


Fundada por los fenicios, está ubicada en las costas del Mediterráneo, y posee importantes huellas de la presencia árabe en la península Ibérica. Lugar de tradiciones republicanas, Málaga fue una de las plazas más castigadas por el franquismo. Los falangistas fusilaron allí a más de 17.000 personas y las enterraron en fosas comunes. La ciudad recibe, desde fines del siglo XX, un importante flujo migratorio que contabiliza más de 40.000 residentes extranjeros –fundamentalmente marroquíes, colombianos, argentinos y subsaharianos- sobre una población de menos de 600.000 habitantes.

Precisamente de Andalucía viene uno de los núcleos más importantes que construyó la nacionalidad cubana. No es necesario haber estado allí para imaginarnos una ciudad de mestizajes, que se abre al forastero con hospitalidad, sobre todo si proviene de culturas que le son cercanas.

Pues a Málaga han arribado varios de los ex-presos contrarrevolucionarios cubanos y al parecer no se sienten a gusto. Según un reporte de Europa Press, los excarcelados califican las condiciones allí como "poco ideales para llevar una vida relativamente cómoda porque deben compartir la mayoría de los espacios con personas de otras regiones del mundo y porque no tienen la posibilidad de seleccionar su alimentación”. Han criticado además, “la ausencia de personal para atenderles en situaciones de enfermedad o cuando tengan alguna necesidad especial”.

Cualquiera que conozca Cuba sabe lo bien que se relaciona su pueblo con personas de cualquier parte. Nadie más ajeno que los cubanos a una actitud xenófoba. Somos un país en que no sólo los extranjeros han sido acogidos en condición de iguales, sino que han llegado a ser líderes, como Máximo Gómez y Ernesto Guevara. La Revolución potenció ese sentimiento formando en Cuba decenas de miles de estudiantes de todas las regiones del mundo y enviando numerosos destacamentos de médicos y maestros que conviven con sus comunidades en los lugares más humildes de Asia, África y América.

Por eso, el comportamiento de los recién llegados a Málaga quizás ayude a comprender a muchos cuáles son las diferencias de los “disidentes” con el proyecto humanista de la Revolución Cubana. Ese que es capaz de preocuparse por propios y extraños, y hasta a sus enemigos atenderles exquisitamente sus necesidades de salud; a tal extremo que estos lo exigen como un derecho a donde quiera que llegan.

http://www.kaosenlared.net/noticia/cubanos-xenofobos-1

26 de agosto de 2010

Spain is different

Que España (esa que mantienen en el trasero los franquistas y sus apóstoles, o sea, el PPSOE al completo) es un país raro, al que le cuesta Dios y ayuda ponerse al día en la cuestión de las libertades públicas, es una verdad tan grande como que Juan Carlos de Borbón podría aspirar al Nobel del Analfabetismo Funcional.

Desde 1979, fecha en que se saboreó el reconfortante aroma del comienzo de una época que podría ser diferente a todo lo vivido desde 1939, la posibilidad de ejercer nuestros derechos ha ido en regresión aritmética, gracias a la política desplegada por Felipe González “Mister X” (en el fondo, otro Borbón, aunque no pertenezca a tal ralea), seguido de José María Aznar El Genocida, que debería responder por crímenes de guerra ante un Tribunal Internacional (como su amigo Javier Solana), y ahora Zapatero el Gótico (cuya expresión facial y gestualidad, ante personalidades como Obama y Berlusconi, ganan en comicidad a su hermano Míster Bean); lo que se vive hoy en esa España espléndidamente retratada por aquel admirable ciudadano que se llamó Pepe Rubianes, es un conato de país en el que se practica una democracia que, según los representantes de las mafias que deciden las listas, es un sistema en el que se vota lo que quiere el pueblo. Tamaña falacia ha colado en muchas mentes.

Lo malo es cuando a ese pueblo le importa tres rábanos (si quieres, ponle huevos) quien gobierna, porque ha llegado a la conclusión de que todos los políticos son la misma “mierda”. De esa forma, entramos hace años en la trampa que anhelaba el Borbón: el neo franquismo. O si me apuran, el Sufragio Vertical; es decir, yo decido a quien debes votar entre X y Z, creyendo que así puedes elegir entre por opciones en apariencia diferentes, cuando en el caso del PP-PSOE son exactamente lo mismo, porque sólo ellos han gobernado bajo las mismas leyes ilícitas de un capitalismo irracional, recortado las conquistas laborales y sumido al electorado y al país en un averno nihilista, suspicaz, inculto, en paro, fracasado y utilizado como mamporrero en las políticas de invasión y saqueo de naciones soberanas.

Sabemos que no todos los políticos están cortados por el mismo Patrón (es decir, un tal Obama, a su vez monaguillo del Banco Mundial), pero las posibilidades de acceso al poder en una comunidad o de nivel nacional por parte de la izquierda, hoy son nulas. Y más aún cuando esa ideología ha quedado reducida a su mínima expresión, merced a la “evolución” (siempre hacia la derecha) desplegada por IU y sus derivados autonómicos. Nos queda el consuelo municipal, donde se exige echar un olé a la coherencia, coraje y honestidad de Rafael Sánchez Gordillo en Marinaleda (Sevilla), Pepe Barroso en Puerto Real (Cádiz) y José Antonio Ponce en El Borge (Málaga). Y hay algunos más, que espero me disculpen por no citarlos.

Este país, que retrataron con duras palabras literatos, poetas, pintores, filósofos y políticos honrados (que los hubo), parece no tener remedio en su manía de alcanzar la ignominia judicial, el esperpento militar, la miseria monárquica y la cobardía política, en un viaje a ninguna parte, que algún día lamentarán nuestros nietos. Como decía Fidel Castro muy sabiamente, es algo que les sucede a las naciones que una vez fueron Imperios (Italia, España, Gran Bretaña, y pronto USA), que no soportan la humillación de haber pasado de ser Madres Patrias y Conquistadores Gloriosos, a no ser más que un trozo de historia manipulada, repleta de crímenes y venganzas, genocidios y saqueos bestiales, y tener que tragarse años después ironías rítmicas como “Los Hermanos Pinzones”, contemplar la camiseta del gran dibujante y amigo Andrés Vázquez de Sola con la leyenda “Me Cago en el V Centenario”, los discursos de Chávez y la presencia de Fidel con sus envidiables 84 años; en la tierra del delincuente Berlusconi, reconforta verle crispado cuando suena en la radio el tema “Italia d’ Oro” (espléndida y magistral canción de Pier Angelo Bertoli), soportando la programación y revisión de filmes como “Salo” (insuperable Pasolini) o “El Juicio Universal” de Vittorio de Sica (que hoy tiene tanta o más vigencia que en aquel 1961) y los textos de un irrepetible Darío Fo, tan necesario como nuestro querido y admirado Alfonso Sastre, que fustiga al neo fascismo de Don Silvio, atracador en sesión continua al que El País, El Mundo y demás papel inservible veneran y adulan, porque es el Padrino que bien pudiera un día no muy lejano quedarse con sus diarios y emisoras. Hay que lamer la mano del que te da de comer, que es un signo democrático.

España es más que un país raro, donde se matan mujeres y novias, donde se tortura a los detenidos, se maltrata y asesina “culturalmente” a los toros, se canta a los Cristos yacentes, y a las Vírgenes con cara de haber pagado la luz, aunque haya personas en Zaragoza que llamen puta a la Macarena, sevillanos que tildan de zorra a la del Pilar, mientras los nazarenos del Ku Klux Klan jalean a las espontáneas/os que se desgañitan dos minutos para romperse la garganta y hacer llorar de histeria a las Duquesas de Alba y a las ingenuas y bondadosas feligresas, que aún creen que irán al Paraíso cuando mueran. Eso no se lo cree ni Benedicto XVI, para quien esta vida es una y hay que disfrutarla con dinero, ocultando pecadillos de sus cardenales y obispos, que al fin y al cabo solo han abusado carnalmente de miles de criaturas, porque su amor es más fuerte que la fe. España es un país enamorado de la muerte, de la sangre, del dolor, el odio y la desmemoria. Es la herencia del imperio, de las dinastías monárquicas, de los golpes de estado, las dictaduras, la Falange, el Opus Dei, del terrorismo franquista.

Sólo en una nación tan atípica se puede comprender que unas gamberradas, como quemar un contenedor o un cajero automático, puedan ser constitutivas de delito en una localidad vasca, penado hasta con 11 años de cárcel, mientras en otra villa, pongamos gallega o castellana, no pasarían de ser consideradas como un delito de daños contra el patrimonio, y por tanto, aplicando el artículo 266 del Código Penal referido al tema, solicitar una pena máxima de tres años.

Y es que España es un país que ha criminalizado al pueblo vasco a lo largo de la historia, castigando con una severidad infame la práctica del idioma, multando, incluso fusilando a sus ciudadanos por cantar himnos patrióticos. De aquellos barros llegaron estos lodos, y me refiero a la presencia en el gobierno de aquella nación, de un tándem impensable hace años, que llegó a un pacto contra natura, gracias a la impericia y pusilanimidad de muchos dirigentes del PNV actual, salvo excepciones contadas con los dedos de la mano.

España es un país que disfruta hablando de desgracias y pandemias, de accidentes y calamidades. De esa forma, quien se halla en casa se consuela diciendo: menos mal, a mi no me ha tocado esta vez. Sólo hay que presenciar un Telediario de cualquier cadena, para constatar que el éxito de la revista El Caso aún colea.

España es un sitio jodido, con unos medios que criminalizan, por órdenes de Interior, a quienes levantan la voz para denunciar la falta de libertades, acusando a aquellos que se niegan a pasar por el aro de la mentira y la manipulación, fustigando a quienes recuerdan el genocidio de Franco (jamás condenado por el Borbón), insultando a los jóvenes solidarios con la inmigración y los sin techo llamándoles anti sistema, golpeando a quienes se muestran indignados con la cifra de 5 millones de parados, despreciando a aquellos/as que se alegran por la prohibición en Catalunya de las lamentables corridas de toros.

Con eso y todo, aún Zapatero se pregunta ¿por qué tengo tan poca aceptación? Lo malo no es ese dato, sino que un iletrado con aspiraciones presidenciales como Rajoy le vaya a quitar del medio.

España es un país raro. En 1979, en el Parlamento, paseaban y debatían gentes como Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, Rafael Alberti, Fernando Sagaseta, Francisco Letamendía llamando fascista al ese espectro llamado Manuel Fraga, Santiago Carrillo (antes de echar al PCE a las fieras del PSOE) y otras figuras de indudable importancia histórica y política. Mejor correr un tupido velo acerca de las y los ciudadanos que dicen representar a esta sociedad. Sólo imaginar un debate entre Sagaseta y Zapatero, entre La Pasionaria y María Teresita Fernández de la Vega, entre Carrillo y Rajoy, entre Letamendía y Rubalcaba, le entran a uno la congoja y las ganas de volver a Cuba de inmediato. Y conste que no es nostalgia. Es una verdad tan sólida como una mezquita, aunque millón de veces menos hermosa.

Pienso en esas madres vascas que suelen estar atentas a lo que sucede en las calles cercanas a su casa, no sea que uno de sus hijos, tras el botellón, deje caer en un contenedor una foto ardiente de la novia que acaba de dejarle, y no aparezca hasta cuatro días después con la cara deformada, dos costillas rotas y un papel en el que se le comunica que está acusado de actos terroristas.

Más que extraño, este país es invivible. El amor a la vida, a la concordia, al diálogo, a la paz, que uno ha saboreado en Cuba durante seis años, se me ha trocado en trago amargo al regresar, ya hace un año, a este emporio de mentira, doblez, hipocresía, corrupción y franquismo.

Habrá que poner fuego, digo tierra y océano, de por medio… ¿En qué estaría pensando?

Por Carlos Tena para Kaosenlared.net

25 de agosto de 2010

Mao habra sobre el Pacto Molotov-Von Ribbentrop

"En el mundo, mucha gente ha sido embaucada por las palabras melosas de Chamberlain y sus socios; no se da cuenta de lo peligrosas que son sus sonrisas ni comprende que el tratado de no agresión soviético-alemán sólo fue concluido después de que Chamberlain y Daladier hubieron decidido rechazar a la Unión Soviética y provocar la guerra imperialista. Ya es hora de que esta gente despierte. El hecho de que la Unión Soviética se haya esforzado hasta el último minuto por defender la paz mundial evidencia la identidad de intereses entre la Unión Soviética y la inmensa mayoría de la humanidad.



En cuanto a la Unión Soviética, sus acciones han sido completamente justas. Ante ella se planteaban dos problemas. El primero era: dejar que toda Polonia cayera bajo la dominación del imperialismo alemán o ayudar a las minorías nacionales de la parte este de Polonia a obtener su liberación. Optó por esto último. Una vasta extensión de territorio habitado por bielorrusos y ucranianos fue arrancada por el imperialismo alemán al recién nacido Estado soviético ya en 1918, cuando se firmó el Tratado de Brest-Litovsk, territorio que más tarde fue colocado arbitrariamente bajo la dominación del reaccionario Gobierno polaco en virtud del Tratado de Versalles.

La Unión Soviética no ha hecho más que recuperar el territorio que había perdido y liberar a los bielorrusos y ucranianos oprimidos, evitándoles la opresión alemana. Las noticias de los últimos días revelan con qué entusiasmo y cariño estas minorías nacionales acogen al Ejército Rojo como a su salvador, en tanto que ni un solo despacho similar ha llegado de la parte oeste de Polonia, ocupada por las tropas alemanas, ni de las zonas occidentales de Alemania ocupadas por las tropas francesas. Esto demuestra que la guerra que hace la Unión Soviética es una guerra justa, de liberación, no de rapiña, una guerra que ayuda a liberarse a las naciones pequeñas y débiles y a emanciparse a las masas populares."

Artículo extraído del blog "Citas Marxistas".

Primera crónica de "Un viaje a Corea", por Juan Nogueira

Primera Crónica de “Un viaje a Corea”

- El tren -

Juan Nogueira López
para el blog


La experiencia de subir a un tren cuyo destino final es Corea del Norte es siempre sorprendente. Para mí, además, era la primera vez.

La primera sorpresa fue la cantidad de vagones que iban en el tren: ¡14! La segunda sorpresa llegó cuando abrí la puerta de mi compartimento: compartí mi viaje con un chico norcoreano de 23 años, jugador del Equipo Nacional de Ping Pong. Si -como afirma la prensa occidental- el “régimen” trata de aislar a sus ciudadanos del mundo exterior, la ineficacia es suprema.

Durante 26 horas de tren entraron y salieron norcoreanos de mi compartimento, tratándome a mí como uno más y sin el menor reparo. Escuchaban música -incluyendo algún legendario hit de Abba-, fumaban -estaba permitido-, se reían y hablaban -también de política.

Alguno de ellos llevaba más de un mes fuera del país e incluso alguno había estado en Corea del Sur. Volvían a casa como algo natural, ni forzados ni de mala gana. El norte de Corea es su patria.

Conocí a bastante gente, incluyendo a una norcoreana con una hija de 5 años preciosa. Ella -la madre- había estudiado en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pyongyang: inglés y chino. Trabajó durante unos años como intérprete y en una de las visitas al extranjero se enamoró de un ciudadano chino. Desde hace dos años vive fuera de Corea, pero vuelve al país con regularidad. Nadie le ha requisado sus propiedades ni su vivienda en Pyongyang, ni ha tenido problemas políticos de ninguna clase.

Estuvimos intercambiando impresiones sobre el país. Yo le dije que notaba una paulatina mejoría económica desde 2005 hasta ahora. Ella me dijo que no lo tenía claro, aunque estaba segura de que se habían puesto las bases para que la situación mejorase radicalmente pronto... “muy pronto”, se corrigió.

Los norcoreanos no son autómatas a los que han comido el cerebro, como pinta la prensa occidental, pero tampoco son trabajadores abnegados por la causa del socialismo, con una unidad monolítica en torno al partido, como a veces se desprende de las declaraciones oficiales.

Sí es cierto que el pueblo Corea es muy laborioso y que el grado de compromiso ideológico y de formación es -probablemente- de los más elevados del mundo. Pero esto no quiere decir que no haya fisuras, dudas y contradicciones.

26 horas de tren dan para mucho y los norcoreanos que acudieron masivamente a mi compartimento se interesaron por saber si tenía pareja o si les podía enseñar fotos de mi ciudad. De ahí llegamos a las fotos de la “I Brigada Antonio Gades a Cuba”, de los Colectivos de Jóvenes Comunistas, en la que participé en 2007. No había un sólo norcoreano que no supiese quién era Fidel Castro, Raúl, el Che Guevara o algunas consignas clásicas de la Revolución Cubana, como “Patria o Muerte, ¡Venceremos!”. Esa misma impresión había obtenido en 2008, en una exhibición de los logros de la industria coreana, cuando una trabajadora creyó por mi camiseta que yo era cubano y comenzó a hablar con gran conocimiento de causa sobre Cuba.

Los coreanos relacionan siempre primero la hoz y el martillo con la Unión Soviética y les cuesta más entender que es un símbolo internacional utilizado por multitud de organizaciones en el mundo. Quizás sea porque ellos optaron por una marcada vía propia hacia el socialismo, incluso en el ámbito de los símbolos. Por eso, su reacción ante las fotografías de la última escuela de formación de los CJC fue creer que había estado en Rusia. Pronto, en cualquier caso, empezaron a hablar de Marx, Engels y Lenin.

Esos mínimos formativos -ajenos a la mayoría de jóvenes de nuestra edad en los países occidentales- son comunes a los norcoreanos. En cualquier caso -y de forma mucho más sutil, pero a la vez impactante- tienen interiorizados unos valores colectivistas desde la guardería.

Cada vez que abren una botella -de refrescos o cerveza- ofrecen primero al resto y luego beben ellos. Prácticamente me prohibieron comprar cena en el tren y trajeron fideos y pescado, que pusieron en el medio del compartimento y de los que todos comieron. Son detalles comunes a todos los que he conocido y donde se percibe que, con mayor o menos compromiso con la Revolución, al menos sí que se están formando personas -hombres y mujeres- nuevas.

Esto no quiere decir que todo sea perfecto, ni por asomo. La entrada en Corea tuvo su lado desagradable. No sé si fue porque mi mal despertar o por la lluvia, pero no me gustó lo que vi en la aduana.

Varios militares del servicio de aduanas entraron y revisaron algunos equipajes. La inspección tuvo más de rutinario que de eficaz, ya que me hicieron abrir la mochila y el neceser, pero no la maleta.

En realidad, no fueron desagradables ni dieron ninguna impresión de imposición a través de su jerarquía castrense, pero supongo que los españoles tenemos en nuestro subconsciente un odio innato a todas las fuerzas policiales y armadas.

La verdad es que el trato fue muy amigable en cuanto descubrieron mi carné de militante de CJC y llegó a un punto sublime cuando encontraron un libro escrito por Kim Il Sung. Futuros viajeros, ahí tenéis una sugerencia.

El ejército coreano cuenta con más de un millón de efectivos. Obviamente, un gasto tan considerable en armas y soldados no se hace por capricho, sino que responde a la presencia de tropas norteamericanas en el Sur de Corea. A pesar de que la prensa insista en que Corea es un peligro, hay que recordar que el único país que elabora listas de “Eje del mal” y intercala invasiones, golpes de Estado e intervenciones “humanitarias”, son los Estados Unidos. En el conflicto coreano, el problema también son los Estados Unidos. La Península Coreana es un portaaviones terrestre norteamericano contra China y azuzando el “peligro norcoreano”, Estados Unidos legitima la presencia de sus tropas. Todos los años, se realizan ejercicios militares junto al ejército de Corea del Sur, en el que se actúa en previsión del uso de armamento nuclear.

Por otro lado, el nombre oficial de las fuerzas armadas norcoreanas es Ejército Popular de Corea, y el adjetivo “popular” no es un simple adorno. Efectivamente, en torno a 200.000 soldados se encargan de tareas de construcción económica o de apoyo a la población. En los picos de las cosechas, el ejército ayuda a transplantar el arroz y, en general, se puede observar una gran naturalidad en el trato entre población militar y civil. ¿Alguien se imagina a un guardia civil pasando el brazo por encima del hombro a una persona que se encuentra en la calle y ofreciéndole un cigarrillo? Pues eso es tremendamente común en Corea.

Sin embargo, la militarización -por necesaria o ética que sea- siempre acarrea efectos negativos, se quiera o no. La parada de Sinuiju, en la frontera, duró alrededor de tres horas y media. Por supuesto, varios pasajeros quisimos bajar del tren a estirar las piernas. Pues bien, sin mayor explicación, a algunas personas se les pedía esperar 5 minutos antes de ir a la tienda de la estación. Nunca entenderé este tipo de órdenes o controles. No existía un sentido a hacernos esperar a algunos durante 5 minutos, sino que más bien sonó a un “bien, vete a la tienda si quieres, pero recuerda que aquí mando yo”.

Si la militarización no ha derivado en Corea en un dominio por parte de la jerarquía militar, es gracias al papel del Partido del Trabajo. En Corea, el ejército no es una institución estatal, sino que depende del PTC. Aunque existen tres partidos en Corea, sólo el partido de la clase obrera y el socialismo puede establecer células en las fuerzas armadas.

Kim Jong Il trabajó mucho sobre este asunto, ya desde los años 60, y se estructuró un sistema donde en las células del partido en el ejército, conviven oficiales y soldados rasos. Dentro de ellas, no existen las graduaciones militares, se fomenta la crítica y la autocrítica, se dirige el trabajo político del ejército y se prohíbe que cualquier tipo de crítica hacia un superior en la célula luego conlleve represalias en el ámbito militar.

El ejército cumple una función de formación y estudio político, pero también cultural y deportivo. Precisamente, mi compañero de compartimento y sus amigos eran miembros del Equipo de Ping Pong “25 de Abril”, asociado al Ejército Popular.

La ciudad fronteriza de Sinuiju tiene un centro que ha sido remodelado recientemente. Varios edificios han recibido una mano de pintura y las fábricas vuelven a funcionar. Sin embargo, el desgaste, la falta de mantenimiento y la oxidación de parte de la industria es también visible. La diferencia con Pyongyang -la capital- es notable.

En general, ninguna ciudad cuenta con el nivel de infraestructuras de Pyongyang. En cambio, el campo tiene muy buenas infraestructuras, tanto en viviendas como en edificios de cultura y otros. El campesinado tuvo una importancia superlativa en la Revolución Coreana y eso tiene aún una pervivencia en la actualidad.

Por ejemplo, en Corea nunca se apostó por despoblar en campo en favor de las ciudades. La mayor parte de la población vive hoy en núcleos urbanos, pero un tercio sigue viviendo en el campo.

El crecimiento de las ciudades está planificado. En Corea se considera que por encima de 300.000 habitantes, una ciudad deja de ser sostenible en cuanto a nivel de vida y consumo energético, salvo si la inversión es altísima. De esta manera, salvo Pyongyang, el resto de ciudades se mantienen en torno a los 300.000 habitantes.

La solución ha sido la de llevar la industria ligera y la cultura urbana al campo, para no crear divisiones entre el mundo de la ciudad y el rural.

En las zonas rurales siempre he podido ver personas bien vestidas y con un nivel cultural aceptable. No es raro ver en zonas rurales a mujeres con zapatos de tacón o bolsos, a pioneros leyendo y a hombres con mono de obrero trabajando en la construcción.

El gobierno comenzó desde hace más de una década un plan masivo de modernización del campo, que se hace notar en nuevas viviendas, mayor accesibilidad a los transportes y mejores infraestructuras de todo tipo. Lo que para Jon Sistiaga era, en su horrible “documental”, la destrucción del modo de vida tradicional, para los coreanos significa la elevación constante del nivel vida.

Por lo demás, pude apreciar lo mismo que en 2008: campos intensivamente cultivados, aprovechando hasta el último centímetro cuadrado de tierra útil. Donde no se puede plantar arroz, se prueba con el trigo. En las colinas, se utilizan terrazas o se plantan árboles frutales. Y en las montañas, el ganado.

A mi llegada a Pyongyang -por fin- me sorprendió la cantidad de personas que se bajaron del tren -alrededor de 300. Pronto se organizaron en filas, mientras los altavoces de la estación comenzaron a emitir música alegre.

Los camaradas de la Academia Coreana de Ciencias Sociales (en adelante, KASS, por sus siglas en inglés) me recibieron y me llevaron a mi nueva casa para los próximos 15 días: el Hotel Koryo.

Koryo fue el Reino Coreano del que deriva el actual nombre “Corea” y el primer Reino Coreano unificado, en la época feudal. El Hotel es grande, con 45 plantas y dos torres con restaurantes giratorios en la cima.

Yo estoy alojado en la planta 22, desde donde las vistas de la ciudad son espectaculares. Cuento con una suite con estudio, dormitorio y baño, con televisión, radio y aire acondicionado. Todo un lujo asiático con el que no contaba, pero que no me he cansado de agradecerles.

Mañana comienzan las clases y continúo la crónica.

Juan Nogueira López

23 de agosto de 2010

El pastor Han Sang Ryol es detenido por la policía surcoreana tras una visita al norte del país

Durante estos ultimos días, el reverendo surcoreano Han Sang Ryol llevó a cabo una visita a la República Popular Democrática de Corea con motivo del décimo aniversario de la publicación de la Declaración Conjunta del 15 de Junio, un documento donde hace diez años se recogió la voluntad de ambas partes del país (norte y sur) en llevar cabo un proceso de reunificación que devolviera la paz y la unidad al Pueblo Coreano dividido desde hace más sesenta años.

Sello nacional de la República Popular Democrática de Corea

El pastor Han Sang Ryol es un firme activista por la Reunificación de Corea y asesor permanente de la Alianza Coreana de Movimientos Progresistas. El objetivo de su visita a Corea del Norte no era otro que apoyar con su presencia - y de manera totalmente pacífica - el proceso de reconciliación y reunificación en la parte norte del país, visitando Pyongyang.

El pasado día 20 por la mañana dio un mitin de despedida en la explanada del Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación de la Patria, donde estuvieron presentes importantes activistas norcoreanos por la Reunificación como el presidente del Comité Norcoreano por la Ejecución de la Declaración Conjunta del 15 de Junio An Kyong Ho, el presidente del Comité Central de la Federación de Cristianos de Corea Kang Yong Sop, acompañados de los miembros del Comité Norcoreano por la Ejecución de la Declaración Conjunta del 15 de Junio y de las direcciones norcoreanas de la Alianza Pannacional por la Reunificacion de la Patria y la Alianza Pannacional de Jóvenes y Estudiantes por la Reunificación de la Patria.

Fotografía del reverendo Han Sang Ryol con la bandera de la Corea Unida

Las autoridades surcoreanas advirtieron al pastor Han Sang Ryol que a consecuencia de su visita a Corea del Norte sería arrestado y ejecutado en cuanto volviera a la parte sur en virtud de la fascista "Ley de Seguridad" surcoreana que mantiene vigente la pena de muerte por delitos políticos.

En cuanto el pastor Han Sang Ryol cruzó la frontera en Panmunjon para volver a Corea del Sur el pasado día 21, fue arrestado con inmediatez por las autoridades surcoreanas y llevado la comisaría policial de Phaju, en la provincia de Kyonggi, para llevar a cabo el interrogatorio.

A falta de nuevas noticias, suponemos que el compañero Han Sang Ryol sigue apresado por parte de la policía surcoreana dirigida por el ultraderechista Lee Myung Bak, personaje títere del imperialismo yankee y contrario a la voluntad popular en la Reunificación de la Nación Coreana.

A.J. para Corea Socialista

Un año ya...

Hace aproximadamente un año, el antiguo blog Generación Socialista se refundaba, dando paso a este proyecto. Han sido 365 días de difusión, investigación, reivindicación nacional y de clase y, en definitiva, evolución política y personal. Gracias a todos/as los/as que habéis hecho posible este proyecto, a los que nos dais apoyo y nos alentais a seguir adelante. ¡Nos vemos el año que viene!

Cartel por el I Aniversario de Andalucía Proletaria, realizado por el camarada Jota

20 de agosto de 2010

La experiencia socialista en África (Parte 3 y última)

La ardua ruta hacia la liberación nacional era característica de los países dominados por pobladores europeos, incluyendo las colonias portuguesas de Angola, Guinea-Bissau, Cabo Verde y Mozambique, además de las británicas Zimbabwe y Sudáfrica, junto a la otrora colonia alemana de Namibia. En este estudio se consideran los casos de Mozambique y Guinea-Bissau, con algunas referencias a Angola. A diferencia de los poderes coloniales que adoptaron la opción reformista en el proceso de descolonización, Portugal mantuvo tenazmente sus garras en sus colonias y no admitió una opción reformista. Y es que a diferencia de otros poderes, como señaló Amílcar Cabral:

 "Portugal no fue un poder imperialista… no fue más que el a veces envidioso guardián de los recursos humanos y materiales de nuestros países, al servicio del imperialismo mundial. Esa es la verdadera razón de la supervivencia del colonialismo portugués en África y por el posible prolongamiento de nuestra lucha. La presencia de Portugal ha sido más longeva que la de otros poderes en África pero es dependiente de la presencia de esos otros poderes, principalmente de Inglaterra."

Aquí se sugiere que la intransigencia del régimen colonial fascista, el apoyo que el imperialismo le dio y la sobreexplotación de los colonizados determinaron la naturaleza específica de la lucha de liberación y le dieron forma al desarrollo de objetivos estratégicos de la lucha.

A diferencia de los movimientos reformistas anticoloniales, el liderazgo del movimiento de liberación estudió sus respectivas sociedades identificando el potencial revolucionario de los diferentes grupos sociales y sus características regionales. Las zonas liberadas se convirtieron en el laboratorio de lo que iba a influenciar la orientación política y social de los movimientos. Su orientación socialista se desarrolló a través de un entendimiento de la relación orgánica entre práctica y teoría. Como lo señala Samora Machel: “fue en el proceso de la lucha que sintetizamos las lecciones de cada experiencia, forjando nuestra ideología, construyendo los instrumentos teóricos de nuestra lucha”. Otros veteranos líderes de los movimientos reforzaron el carácter revolucionario de la orientación política. El difunto Aquino Bragança escribió:

"Las bases comunes que teníamos cuando formamos el FRELIMO eran el odio al colonialismo y la creencia en la necesidad de destruir la estructura colonial y establecer una estructura social nueva. Nadie sabía, sin embargo, que tipo de estructura social ni que tipo de organización tendríamos. No, algunos sí sabían, algunos sí tenían idea, pero tenían nociones bastante retóricas que fueron transformadas en la lucha."

La lucha se definió no solamente como la derrota al colonialismo y al imperialismo sino también como el triunfo sobre lo que Cabral definió como “nuestra propia debilidad”:

"Nuestra experiencia nos ha demostrado que en la estructura general de la lucha diaria esta batalla es contra nosotros mismos – sin importar que dificultades el enemigo pueda crear – es la más difícil de todas, ya sea por el presente o por el futuro de nuestros pueblos."

 Esta lucha era, continuó:

"…una expresión de las contradicciones internas de la realidad en lo económico, social, cultural (y por lo tanto histórico) de cada uno de nuestros países. Estamos convencidos de que cualquier revolución nacional o social que no esté basada en el conocimiento de su realidad fundamental está condenada al fracaso."

En esto vemos la evolución del proyecto de los movimientos de liberación, al enfocar la lucha, además de la liberación nacional, en la transformación de la sociedad; es decir, en la búsqueda de una revolución social y cultural, caracterizada por la lucha de clases.

Samora Machel y Eduardo Mondlane, líderes guerrilleros del FRELIMO de Mozambique. El primero alcanzaría en 1975 la presidencia del país, luego de la independencia de Portugal.
En las zonas liberadas, los movimientos crearon una base de poder alternativo separado del Estado colonial portugués, proveyeron la preparación ideológica para confrontar el aparato ideológico colonial racista y crearon estructuras democráticas instrumentales en la formación de cuadros de oficiales experimentados en la tarea de construcción socialista. También proveyeron cuidados de salud, educación para las masas y mecanismos legales y representativos a través de los cuales los campesinos fueron movilizados políticamente para confrontar desigualdades basadas en clase, género y raza. Aunque modestos, los logros en las zonas liberadas constituyeron señales para el futuro. La lucha armada prolongada mantuvo el potencial necesario para la transición socialista. Pero este potencial dependía del carácter de clase de la revolución democrática nacional, de las alianzas de clase incrustadas en ella, así como de factores externos.

Mientras los teóricos del movimiento de liberación nacional daban importancia al rol central del proletariado, ellos estaban conscientes de sus limitaciones numéricas en sociedades en las cuales los campesinos eran la mayoría. Según Cabral, los campesinos no eran una “fuerza revolucionaria” sino pura “fuerza física”. Sin embargo, ellos proveían una base, la fuerza física principal “que ganada para la causa de cambio es esencial para cualquier éxito”. Los campesinos eran espontáneos y requerían un ímpetu exterior, el cual venía de la pequeña burguesía y el semi-proletariado urbano, quien inicialmente formó el movimiento nacionalista.

Ciertamente a lo largo del África, el rol de la pequeña burguesía fue crucial. Como argumentaba John Saul, el proceso de la transformación socialista necesitaría que trabajadores y campesinos se convirtieran en actores principales pero su “rol activo probablemente germinará de una dialéctica compleja establecida entre ellos mismos y la pequeña burguesía”. A su vez, esto provocaría graves luchas dentro de los rangos de esa clase. Las separaciones internas en los movimientos de liberación así como la relación entre la pequeña burguesía y la clase subordinada en el período después de la independencia, apoyan la observación de Saul, y sobre todo la caracterización de Cabral de que la pequeña burguesía era una clase vacilante, a menos que pasase por una “reafricanización” o una “reconversión de mentes”, y asimilara la mentalidad colonial.

Bandera de la República Popular de Mozambique (1975-1983)

Después de la independencia la construcción del socialismo dependía de la acción recíproca de varias fuerzas sociales. Dependía de qué clase ocupaba posiciones estratégicas en el Estado. Cabral plantea el problema de la siguiente manera:

"Tenemos que enfrentar la pregunta de si el socialismo puede ser establecido inmediatamente después de la liberación. Esto depende de los instrumentos utilizados para efectuar la transición al socialismo; el factor esencial es la naturaleza del Estado teniendo presente que después de la liberación habrá personas controlando la policía, las prisiones, el ejército, etc, y mucho depende de quiénes son estas personas y de lo qué traten de hacer con estos instrumentos. Así pues, retornamos al problema de qué clase es el agente de la historia y quiénes son los herederos del Estado colonial en nuestras condiciones específicas."

La apresurada salida de los pobladores portugueses de los tres países después de la independencia creó problemas para la economía. La respuesta de estos movimientos de liberación victoriosos fue crear estructuras populares en varios sectores -en la producción, el gobierno local, el comercio, la salud, la educación para las masas y la defensa-. Éstos fueron grandes logros porque como lo señala Marcelino dos Santos, líder del FRELIMO, “ellos crearon un sentimiento de confianza en las masas oprimidas y esto ayudó a convencerlas de tener la capacidad de transformar Mozambique… ésta es la esencia del poder popular”. Pero las estructuras populares también atrajeron elementos oportunistas de la pequeña burguesía urbana que había colaborado con el colonialismo y que en el caso de Mozambique creó estructuras rivales resultando en una gerencia hostil a los intereses de los trabajadores. Se debe enfatizar que en todas las ex colonias había necesidad de personal calificado. El PAIGC creó también estructuras populares exitosas en Cabo Verde y movilizó a la gente en cuanto a educación en masa, atención sanitaria, protección ambiental y programas de reforma agraria de largo alcance.

La producción agrícola planteó un reto mayor y fue donde hubo que probar la relación entre el Estado y el campesinado. En Mozambique, Angola y Guinea-Bissau, la economía colonial había dependido del trabajo forzado en cultivos impuestos. Con la independencia, este régimen coercitivo se detuvo. Los eslabones comerciales entre el campo y los pueblos colapsaron. En Mozambique y Angola, la solución fue crear fincas estatalizadas y aldeas comunales campesinas, dándoseles prioridad a las primeras. Lejos de producir para el mercado doméstico, las aldeas comunales se limitaron al cultivo de subsistencia. Una escasez de bienes manufacturados llevó a la baja en la producción agrícola de bienes de consumo. Las ciudades sufrieron escasez de alimentos. En ambos países el problema se complicó aún más por los ataques terroristas patrocinados por la racista Sudáfrica y los poderes imperialistas del oeste. En 1984, el IV Congreso del FRELIMO decidió dividir las fincas del Estado en unidades más pequeñas, entregó algunas a campesinos privados, y dio prioridad a la producción agrícola campesina. Pero era demasiado tarde. Ya la desestabilización impulsada por los regímenes racistas de Sudáfrica y Rhodesia se había diseminado por el país.

En 1967, Amilcar Cabral señaló un proyecto innovador para ser implementado después de la liberación. Él argumentaba que la cuestión agraria probaría la credibilidad del movimiento de liberación. Los intereses del campesinado recibirían prioridad sobre otros proyectos. La agricultura debía ser “lo primero”. Dijo textualmente:

El enfoque general que tenemos es que todas las decisiones estructurales deben estar basadas en las necesidades y condiciones del campesinado que es la vasta mayoría de nuestra gente. Nuestra nueva administración no tendrá esas cadenas de mando típicas de los tiempos coloniales: gobernadores de provincia, etc. No deseamos copiar estructuras de ningún tipo. Deseamos descentralizar al máximo. Por esa razón pensamos que Bissau no continuará siendo nuestra capital en sentido administrativo. De hecho estamos en contra de la idea de una capital. ¿Por qué no pueden estar dispersos los ministros?... ¿Por qué debemos tener un palacio presidencial, una concentración de ministros, las claras señales de una élite emergente que puede pronto convertirse en un grupo privilegiado?

Cabral y el PAIGC habían estado buscando evitar el surgimiento de la pequeña burguesía privilegiada en otros países africanos. Él no vivió para ser testigo de lo que había advertido. Después de la independencia, el PAIGC y funcionarios del Estado traicionaron al campesinado.

En lugar de invertir para transformar la producción agrícola, ellos dependían de la “ayuda” extranjera. Las estructuras populares en los campos fueron abandonadas. Como hemos visto en el caso de Tanzania y Mozambique, el campesinado dejó de producir superávit. Hubo recortes crónicos de alimentos en las ciudades principales, y protestas que fueron cruelmente suprimidas. Como explica Rudebeck, así, el subsiguiente golpe de 1980 fue la expresión de la “crisis marcada por una creciente brecha económica y política entre, por un lado, el poder del Estado, dependiente de ayuda y créditos externos y liderado por la pequeña burguesía, y, por otro lado, los productores del campo, literalmente abandonados”. Para 1984, el PAIGC había dejado de ser un partido de vanguardia, un crítico del Estado y del gobierno, para convertirse en parte del aparato del Estado, subordinado al gobierno.

El proyecto socialista en África concluyó a finales de los años ochenta. En Mozambique y Angola, el marxismo-leninismo fue abandonado. En Tanzania, el Ujamaa fue igualmente abandonado. Los proyectos de Mozambique y Angola habían tenido lugar en un ambiente hostil. La intervención militar externa forzó a los gobiernos a desviar los recursos para la defensa. La desestabilización causó inmensas pérdidas materiales y humanas, que dejaron indiferente a Occidente. Como lo describe Samora Machel, “los países occidentales presenciaron nuestra destrucción pasivamente, sin preocuparse por la violencia utilizada en contra de nuestra gente”.

A principios de los años setenta, las recesiones capitalistas globales, la desestabilización y la creciente deuda externa, hicieron que los países orientados al socialismo fueran vulnerables a la intervención imperialista a través del así llamado “ajuste estructural” o programas de “liberalización”. Las condiciones materiales de los pobres empeoraron a medida que los programas sociales fueron abandonados. Sin embargo, el recuerdo de los modestos logros pasados aún permanece entre los pobres4. Solamente aquéllos que se han sumado al, y se han beneficiado del, “orden neoliberal” han decidido olvidar.

Notas
  • En el caso de Mozambique, Pitcher observa que “el olvido organizado” se refleja en “documentos gubernamentales oficiales, así como avisos corporativos dirigidos a una clase media emergente que han distorsionado o ignorado al período socialista para obscurecer el pasado y construir una nueva identidad nacional alrededor de las ideas del neoliberalismo (….) Esta estrategia está dirigida a la revisión de la orientación ideológica del país, a construir nuevas coaliciones entre inversores domésticos e internacionales y restaurar la legitimidad del partido vigente luego del abandono del socialismo”.
  • Lenin respaldó la RUTA NO CAPITALISTA al socialismo en los países menos desarrollados: “los países atrasados pueden ir al sistema soviético y, a través de ciertas etapas de desarrollo, al comunismo, sinmtener que pasar por la etapa capitalista”.
  • El autor del presente trabajo recuerda el legado colonial en la educación. De una población de nueve millones de habitantes, en 1963, él fue uno de los escasos 540 estudiantes que se graduaron de la escuela secundaria (liceo) antes de ingresar a la universidad. Esta cifra fue tres veces más alta que la del año 1961 cuando Tanzania se independizó.
  • Durante dos visitas a Mozambique en el 2001 y 2003, el autor presenció la popularidad y la extensa circulación en las áreas urbanas de los discursos del difunto presidente Samora Machel.
Shubi Lugemalila Ishemo

19 de agosto de 2010

La experiencia socialista en África (Parte 2)

Ujamaa, la experiencia tanzana

En un documento histórico, la Declaración de Arusha de 1967, el entonces partido de gobierno, Tanganyika African National Union, Unión Nacional Africana de Tanganica (más tarde llamado Chamna Cha Mapiduzi o CCM), declaró su política de trabajar hacia una Tanzania socialista y autosuficiente. Primero, es importante notar que las políticas fueron exitosas al desarrollar uno de los más innovadores sistemas de cuidado de salud de los países del sur. Segundo, inició un sistema de educación universal gratuito que incluía un programa para erradicar la analfabetización en adultos y el uso creativo de los medios para ayudar a fomentar el aprendizaje de la lectura y la salud. La provisión de la educación fue nacionalizada y expandida. Estos fueron grandes avances sociales que partieron del injusto sistema heredado del colonialismo primero alemán y posteriormente, británico.

Al igual que todos los países con orientación socialista, Tanzania se opuso activamente a la agresión colonialista e imperialista y apoyó en forma política y material a los movimientos de liberación nacional. Tanzania participó en el Movimiento de los No Alineados. Esas fueron manifestaciones positivas de las políticas Ujamaa.

Las industrias manufactureras propiedad de extranjeros, las grandes haciendas capitalistas, los bancos y compañías de seguros fueron nacionalizadas y el Estado estableció corporaciones para vigilar los programas de “desarrollo”, la importación y venta de bienes de consumo, etc. La importancia social de éstas será examinada más adelante. Sin embargo, la piedra angular de la nueva política era el plan de poner en marcha y acelerar un proceso de transformación rural, el cual fue diseñado para agrupar a los campesinos para la producción cooperativa. El presidente Julius Nyerere explicó que no se podía esperar que el desarrollo viniera de afuera, la propia gente debía iniciarlo. Las nuevas aldeas Ujamaa serían “voluntarias”, creadas y mantenidas por la gente misma, el pueblo mismo y con sus propios recursos, o sea, sin la inversión de recursos por parte del Estado.

Julius Nyerere (1922-1999), Presidente de Tanzania entre 1964 y 1985

El subsecuente documento de seguimiento a la Declaración Arusha fue el Mwongozo (1971) o Reglas de Liderazgo, las cuales prohibían que tanto los líderes políticos y como los funcionarios de Estado ganasen salarios adicionales. El Mwongozo enfatizaba el principio de la planificación por el mismo pueblo. Tal y como lo decía sucintamente, “no era correcto que los líderes y expertos usurparan el derecho del pueblo a decidir sobre un tema solamente porque ellos tienen la pericia”. Puesto que la producción agrícola era el sector principal de la economía nacional, se asumía que los cooperativistas campesinos debían producir para el mercado doméstico lo suficiente para alimentar a la creciente población urbana, proveer la materia prima para la industria manufacturera al igual que para la exportación. En la práctica, según el trabajo de Philip Raikes y Andrew Coulson, no hubo una estrategia concertada para una transformación económica sustentable. No hubo eslabones que unieran la producción agrícola y la industrialización.

Las implicaciones de una política agraria basada en la “tradición” fueron profundamente deterioradas porque históricamente las formas pre-capitalistas dependían en gran parte de intercambios comunales y recíprocos de trabajo en las tierras de familias individuales. La esencia de esto fue la producción de subsistencia y consumo. El énfasis en la producción de mercadería para intercambio era antiético a este arreglo. Siempre y cuando la producción de mercadería diera como resultado la diferenciación social de los campesinos, serían los campesinos ricos quienes se beneficiarían del intercambio de trabajo. Para evitarlo, la educación política y la movilización serían necesarias. Esto no sucedió. Demasiado énfasis en la producción socavó la política de la confianza en sí mismo y mezcló la relación entre el campesinado y el Estado.

La Ujamaa en las aldeas no era voluntaria, ni política, sino burocrática y obligatoria. La iniciativa de establecer las nuevas aldeas no surgió del campesinado sino de políticos y burócratas de Estado. Algunos observadores han señalado que la política reforzó la hegemonía de lo que Shivji, Mapolu y otros han llamado la burguesía burocrática estatal. En efecto, Lionel Cliffe argumenta: “el régimen tanzano montó una campaña que condujo a la sublevación de la mayoría de la población campesina pero que hizo mucho más para redefinir las relaciones burocrático-campesinas que para cambiar las relaciones de producción”.

En consecuencia, entre 1974 y 1977, la producción de los principales rubros de exportación tales como el algodón, las nueces de marañón, etc., declinó. En 1975, cooperativas productoras que habían estado en existencia antes de la independencia (en 1961) fueron abolidas. Actividades culturales como tocar el ngoma (tambores) que están asociadas con la siembra y la recolección, al igual que con la pesca, también fueron abolidas con el pretexto de que constituían un obstáculo a la producción. El campesinado resistió quemando los cultivos y recurriendo a la agricultura de subsistencia. Entre 1978 y 1981, la producción de comida campesina para el mercado doméstico declinó y hubo escasez de comida en las áreas urbanas. Mapolu ha argumentado de manera convincente que la crisis en la producción agrícola no fue causada por la sequía sino por las políticas socio-económicas del Estado. En la raíz de la crisis estaba la destitución del conocimiento campesino, de la cultura del pueblo, de la visión que tenía el pueblo de sí mismo como portador de la modernidad. El pueblo fue influenciado por la ideología de “modernización” elitista característica del orden colonial. El difunto A.M. Babu lo puso en estos términos:

"La estrategia de Tanzania de organizar al campesinado en aldeas Ujamaa es básicamente correcta. El proyecto, sin embargo, fue llevado a cabo con demasiada rapidez e informalidad lo que en ocasiones llevó al uso de la fuerza. Como resultado dicha estrategia tuvo éxito solamente en destruir la economía de las aldeas que había sido establecida con mucha anterioridad, en la cual la iniciativa individual era superior e instituyó una economía en gran parte colectiva cuando la mayoría de los campesinos no estaba lista para ello. El resultado predecible fue que el país perdió el beneficio de la forma antigua al destruir las fuerzas productivas de las aldeas cuando la nueva forma aún no estaba lista para reemplazarla, mucho menos para sobreseerla. Esta situación ha llevado a interrupciones en la producción y a que los campesinos se retiren hacia la agricultura de subsistencia."

He decidido insistir en las áreas rurales porque ellas constituyen la clave para la transformación exitosa de la economía y la sociedad. Sin embargo es preciso mencionar, así sea brevemente, el rol de la pequeña clase trabajadora. La relación entre trabajadores y burócratas de Estado y gerentes daba una impresión similar a la experiencia del campesinado. Sin embargo, contrario al campesinado, los miembros de la pequeña clase trabajadora confrontaban activamente a los propietarios y al Estado siempre que este último mostraba ser insensible a sus demandas. En las fábricas y en el sector turístico, esta clase trabajadora luchó contra los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo, los injustificados privilegios materiales de los gerentes y contra las prácticas racistas. La clase trabajadora utilizó el documento Mwongozo del partido TANU como arma ideológica, tomó control de las fábricas y las manejó como cooperativas de trabajadores.

En algunos casos sus acciones fueron apoyadas por el Estado, pero en otros fueron suprimidas cruelmente. Así pues, mientras existía algún mecanismo que permitía a los trabajadores participar en el manejo de las fábricas y otras empresas, esto era muy combatido ya que muy a menudo el manejo de dichas empresas era manipulado por gerentes, burócratas de estado, políticos y hasta líderes sindicalistas. El estudio del caso tanzaniano muestra que mientras la democracia era solamente retórica y mientras el poder continuaba en manos de los burócratas y gerentes de empresa excluyendo a los trabajadores y al campesinado, el prospecto de la transformación socialista era realmente dudoso.

El período después de 1978 se caracterizó por una combinación de baja producción agrícola con una importación creciente de arroz y maíz, baja producción industrial y bajas exportaciones. El estado emprendió proyectos prestigiosos tales como la construcción de una nueva ciudad capital con un aeropuerto nuevo que hasta la fecha han permanecido como elefantes blancos. El Estado recurrió a préstamos externos mayores sin acompañarlos con crecimiento agrícola ni industrial. La subsecuente relación incómoda con el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones imperialistas y la instalación de un régimen neoliberal terminó la experiencia Ujamaa.

Los líderes tanzanos, es decir, aquéllos que se encontraban en el poder al igual que la burguesía burocrática para utilizar el término de Shivji, nunca enfrentaron seriamente el problema de la construcción socialista en una economía predominantemente campesina. Sus prioridades estaban equivocadas.

El PP saca a la luz de nuevo su racismo antiandaluz

Vaya por delante que desde esta redacción de Kaos. Andalucía nos importa bien poco lo que esté ocurriendo con las luchas internas y externas que los partidos burgueses españolistas están manteniendo, en estas mismas fechas, con motivo de las candidaturas de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año en la ciudad y la comunidad de Madrid respectivamente.

Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, en su salsa

Nada de lo que allí ocurra, desde el punto de vista estrictamente político, nos interesa lo más mínimo, siendo como son luchas intestinas por el poder entre dos partidos que defienden una misma visión y un mismo modelo de estado, especialmente cuando de temas territoriales o económicos se trata.

Con más razón si cabe, queda totalmente fuera de nuestra intención salir en defensa de una figura tan controvertida como la de Trinidad Jiménez, la ministra de sanidad que recientemente gastó millones y millones de euros en la compra de unas supuestas vacunas, para la aún más supuesta epidemia de gripe A que nos anunciaron a bombo y platillo hace poco menos de un año, que han acabado en su mayor parte en el cubo de la basura, previo pago, eso sí, de las correspondientes facturas a las industrias farmaceúticas encargadas de la fabricación del producto.

Sin embargo, no podemos callarnos ante una nueva, y ya van muchas, salida de tono xenófoba de un político del PP para con la forma de hablar de los andaluces y las andaluzas.

Tras los ataques de Montserrat Nebrera a la ex ministra Magdalena Álvarez con motivo del acento andaluz de esta última, o los insultos de Vidal-Quadras a Blas Infante, y más episodios por el estilo, como cuando Ana Mato llamó analfabetos a los niños andaluces, el PP vuelve a darnos muestra de sus prejuicios xenófobos contra los andaluces, una vez más por motivo de nuestra forma de hablar, aunque esta vez aludiendo claramente a una visión del andaluz y la andaluza como ciudadano inferior en capacidades y aptitudes frente a los que hablan un perfecto castellano, es decir, frente a los de Despeñaperros para arriba.

Así, el portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, Juan Soler, ha considerado que la aspirante a cabeza de lista del PSOE a la Presidencia de la Comunidad, Trinidad Jiménez, natural de Málaga, es una "candidata floja" para la región, ya que le falta "fondo y cuajo madrileño" y su acento "extraño" la hace "más apta para Dos Hermanas o Velez-Málaga".

"Si gana Trini las primarias (creo que ni soñando lo hará) es una candidata floja para Madrid. Su acento le hace más apta para Dos Hermanas o Velez-Málaga, suena extraña y sólo aparece por aquí para aspirar a un puesto. No da, se limita a desear. Le faltan fondo y cuajo madrileño", afirma el popular en el último post de su blog, titulado 'Trini, Colin Powell y yo mismo'.

Es decir, una vez más, el acento andaluz de una persona se usa como arma arrojadiza contra la misma, como argumento solapado a través del cual tratar de burlarse de su persona, así como de sus capacidades. Los andaluces y andaluzas estamos ya muy cansados de tener que soportar estas continuas alusiones xenófobas a nuestra forma de hablar, especialmente entre los miembros de este partido neofranquista que continuamente ataca a los andaluces y su símbolos, a su forma de hablar y, en definitiva, a la dignidad cultural de todo un pueblo.

No queremos ni imaginar lo que habrían dicho desde este mismo partido, si tales declaraciones se le hubiesen ocurrido a un político nacionalista catalán con referencia al actual President de la Generalitat, José Montilla, o, más aún, si alguna vez el PP de Catalunya decidiese presentar en aquellas tierras un candidato con acento andaluz, poco menos que estarían acusándolo de nazi por tales declaraciones.

Ahora, sin embargo, callarán y, como siempre hacen, se taparán unos a otros sus miserias. Tratarán de minimizar el hecho y saldrán con alguna disculpa de consumo interno para el electorado andaluz, pero la realidad es que, una y otra vez, este partido deja ver la inquina que siente hacia Andalucía y hacia los andaluces, una tierra que nunca los ha querido y nunca los querrá, de ahí su rabia.

Estaría bien, por otro lado, que el PP de Andalucía hubiese invitado a este sujeto a su reciente homenaje del "andalucismo constitucionalista" a Blas Infante, ese gran hombre que tanto hizo por dignificar la cultura y el modo de hablar de los andaluces, y que ahora, desde su tumba, a la cual lo mandaron los antepasados políticos de estos señores, se estará retorciendo al ver el uso partidista e interesado que este partido, manifiestamente antiandaluz, hace de su figura.

Esto no es más que un nuevo ejemplo de ello, uno más de los muchos que hemos tenido que soportar en Andalucía desde los tiempos de la UCD y Alianza Popular hasta la fecha. Y seguro que no será el último. La derecha españolista lleva el antiandalucismo en la sangre, no pueden evitarlo, ni quieren evitarlo. Es algo consustancial a su propia naturaleza.

Kaos. Andalucía

¡Hacia la Huelga General!

La experiencia socialista en África (Parte 1)

Actualmente no hay un solo país con orientación socialista en África. Los proyectos socialistas concluyeron en los ochenta. Este artículo examina dos casos: La versión “tradicional”, ejemplificada por el proyecto tanzano Ujamaa, y la prolongada lucha de liberación de Mozambique y Guinea-Bissau. Se argumenta que el fracaso se debió, mayormente, al abandono del campesinado, una clase social cuya fuerza numérica habría creado condiciones materiales para la transformación socialista. Otros factores son considerados: la ascensión y monopolización del poder por la pequeña burguesía, la influencia desestabilizadora de los regímenes racistas de Sudáfrica y Rhodesia, y los “ajustes estructurales” impuestos por Occidente.

Introducción

Amilcar Cabral y Agostinho Neto manifestaron las esperanzas de la población africana durante la lucha de liberación nacional anticolonialista y el período posterior a la independencia. Sus observaciones son más válidas hoy en día porque después de más de cuarenta años de independencia, aquellas aspiraciones no han sido satisfechas. La paradoja es que África, siendo un continente que cuenta con gran cantidad de recursos naturales, éstos no hayan sido utilizados para el mejoramiento de las vidas de sus pobladores, sino que son explotados por corporaciones multinacionales. África todavía permanece como una neo-colonia. Este problema histórico ha estado en el centro de varias formas de lucha social y en casi todas las políticas de Estado.

Desde los años cincuenta hasta principios de los noventa algunos estados africanos, así como ciertos partidos políticos, se consideraban a sí mismos “socialistas” o defensores de algún tipo de socialismo. Comenzando con Egipto en los años cincuenta, Ghana, Guinea-Conakry, Mali, Tanzania, la República Popular del Congo, Benin y Somalia en los años sesenta, Etiopia y Madagascar en los años setenta, y finalmente los países recientemente liberados de Guinea-Bissau, Angola, Mozambique, Cabo Verde y Zimbabwe en los años setenta y ochenta, todos proclamaron el socialismo como objeto de desarrollo e intentaron en diferentes escalas, obtener el control de sus recursos nacionales e iniciar programas económicos y sociales dirigidos a su población.

Amílcar Cabral, líder del PAIGC y luchador anticolonialista contra Portugal (1924-1973)

Pero desde finales de los años ochenta esto se acabó. Muchas figuras políticas que se habían destacado en la construcción socialista se convirtieron en hombres de negocios adinerados bajo el pretexto de que, como lo establece Mosse (2005), “Era urgente crear una burguesía nacional y esto se hizo con fondos públicos”. Según lo establecen Pitcher (2006) y Askew (2006), el proyecto socialista y las máscaras “socialistas” fueron lanzadas en lo que se ha llamado “olvido organizado” desde arriba. Jorge Rebelo, (25 de junio de 1995) socialista veterano, puntualizó: “No podemos evitar escandalizarnos por la distancia entre lo que era nuestro objetivo y lo que es la realidad actual”. El continente entero está hoy bajo el puño de un régimen neoliberal cuyos efectos devastadores en lahumanidad son ya bien conocidos.

El problema de la ruta no-capitalista al socialismo en África

Comenzando con el debate entre Marx, Engels y los Narodniks rusos en el siglo XIX y seguido por aquellos en el II Congreso de la Internacional Comunista en 1920, el debate subsecuente sobre la transición al socialismo es histórico y global. Históricamente se ha debatido sobre las maneras en las cuales las estructuras sociales capitalistas subdesarrolladas y pre-capitalistas pueden ser transformadas. El socialismo científico ha sido considerado como ideología de una clase social (el proletariado), que echa abajo al capitalismo para construir una sociedad socialista. Bajo el socialismo, los medios de producción son propiedad social y el trabajo es aplicado a satisfacer necesidades sociales. El bienestar social tiene prioridad sobre las ganancias económicas privadas. Todos los miembros de la sociedad no están excluidos de los medios de producción y la participación popular en la toma de decisiones es un factor integral de la democracia socialista. Mientras el marxismo clásico postula fuerzas productivas altamente desarrolladas como condición de lucha para construir el socialismo, el subdesarrollo de las fuerzas productivas de la burguesía y proletariado en África ha afirmado problemas analíticos que han impactado en la práctica.

La especificidad de las formaciones sociales africanas con su principal característica de ser una interacción compleja de modos de producción capitalistas y pre-capitalistas y su lugar en la división de trabajo capitalista internacional originó, para algunos analistas, problemas operacionales relacionados con la construcción las relaciones socialistas de producción. La falta de una clase trabajadora estable de buen tamaño originó dudas en cuanto al potencial revolucionario de fuerzas de clase distintas, especialmente del campesinado y la pequeña burguesía. Se argumenta que en ese contexto, los modelos de construcción socialistas que fueron obtenidos en otros lugares e incluso la noción de una sola clase vanguardista eran inapropiados. En consecuencia, esto informó sobre las diferentes aproximaciones hacia “la ruta o las rutas no-capitalistas al socialismo”. Una condición predominante fue “la revolución democrática nacional”, la cual había sido sugerida por Lenín en 1920 y que Clive Thomas ha considerado como:

"una transición, porque no existe la necesidad ni para el establecimiento de un capitalismo indígena a priori (antes que una sociedad socialista pueda ser construida), ni para que el capitalismo sea el resultado inevitable de desarrollos dentro de la “democracia nacional”.

Preguntas inherentes en la tesis de la ruta no-capitalista incluyen el contenido social y de clase del Estado democrático-nacional, la posición de la clase trabajadora naciente o embrionaria, además de otros elementos de clase, el significado de las “alianzas” revolucionarias y la relación entre los Estados en la ruta no-capitalista y el capitalismo mundial.

Históricamente, podemos identificar tres rutas al socialismo en África. Éstas fueron, primero, la ruta reformista-pacífica, la ruta militar radical que estaba asociada con golpes militares, y la tercera, que fue la lucha de liberación nacional prolongada. Aunque hubo características similares en las tres rutas, consideraremos la primera y la tercera como casos de estudio.

La transición pacífica fue asociada con la primera ola de independencia durante los años cincuenta y sesenta. Sus proponentes, tales como Julius Nyerere en Tanzania, Kwame Nkrumah en Ghana, Sekou Touré en Guinea-Conakry, Modibo Feita en Mali, entre otros, le dieron el nombre de “socialismo africano”. Ujamaa (que significa familia en kiswahili), era la versión tanzana no basada en “ideologías importadas”, sino en la tradición africana de la igualdad, según argumentaba Julius Nyerere (1969). Enfatizaba así:

"Nosotros, deliberadamente, hemos decidido crecer como sociedad desde nuestras propias raíces,  pero en una dirección particular y hacia un tipo de objetivo particular. Lo estamos haciendo enfatizando ciertas características de nuestra organización tradicional, extendiéndolas para que puedan abarcar las posibilidades de la tecnología moderna y que nos permitan satisfacer el reto de la vida en el mundo del siglo XX."

Esta interpretación del socialismo africano fue compartida por otros líderes, tales como Tom Mboya (1963) en Kenia, quien consideraba el socialismo científico como “una ideología extranjera que provoca gran violencia al concepto africano de la hermandad”. Para él, el socialismo africano era “una actitud de mente” y “aquellos códigos de conducta comprobados que, a través de los años, han conferido dignidad a nuestra gente y le han proporcionado seguridad en la vida”.

Los proponentes del “socialismo africano” buscaban legitimidad histórica del idílico pasado africano, el cual ellos caracterizaban como “sin clases”. El socialismo científico como expresión de lucha de clases se consideró “extranjero”. Para ellos, repetimos, el socialismo era una “actitud de mente”, una interpretación a la que Marx atacaba persuasivamente: “No es la conciencia del hombre la que determina su existencia sino su existencia social la que determina su conciencia”. Su concepción del pasado africano era esencialista y exenta de análisis históricos críticos de sociedades pre-coloniales y los cambios socioeconómicos resultantes del orden capitalista colonial. Las implicaciones de este enfoque en relación a los intentos de transformar sociedades africanas se examinará más adelante. Amílcar Cabral ofreció una crítica de los errores teóricos y operacionales de la escuela de socialismo africano y suplicó un riguroso enfoque histórico:

"La deficiencia ideológica, por no decir la falta de ideología, dentro de los movimientos de liberación nacional (debido básicamente a la ignorancia de la realidad histórica que estos movimientos aseguran transformar)constituye una de las más grandes debilidades."

18 de agosto de 2010

Apoyamos la iniciativa internacional Democracy for Asturies

Desde Andalucía Proletaria queremos anunciar nuestro apoyo incondicional a la iniciativa internacional "Democracy for Asturies", un proyecto que reivindica una democracia plena en Asturies.

http://democracyforasturies.blogspot.com/

La televisión pública y su anticomunismo

Extraído del blog camarada "Pueblo Aragonés"

Desde hace poco tiempo, TVE, que presume de no tener publicidad comercial, viene ofreciendo tras los informativos de la tarde noche, unos reportajes que encuadra en el programa Informe Semanal, uno de los más antiguos del Ente.

El pasado lunes 16 de agosto, con la prolongación de la fiesta mariana del día 15 del mismo mes, en este Estado que se autoproclama aconfesional, se ha emitido en la Primera un reportaje de no larga duración referido a los exiliados españoles por causa del fascismo franquista, durante y después de la denominada Guerra Civil Española.

Lo cierto es que se han escuchado testimonios conmovedores de hombres, más que de mujeres, acerca de la situación de quienes estuvieron en los campos de Toulouse, de los que posteriormente participaron de manera decisiva en la liberación de Francia en la Segunda Guerra Mundial, de la buena acogida en México por parte del Gobierno de Lázaro Cárdenas y, de ahí el título de este artículo, el papel jugado por la Unión Soviética en medio de acontecimientos tan dramáticos como los que el documental abordaba.

Han hablado de unas 3.500 personas, en su mayoría niños, que se refugiaron en la URSS, nación de naciones a la que fueron a parar muchos familiares de cuadros del PCE, así como otros republicanos que no se desplazaron a América ni se quedaron en territorio francés.

El discurso empleado para tratar este episodio ha sido, como era de esperar, decepcionante para quien pensara todavía que la televisión pública es imparcial y objetiva en su forma y en su fondo.

Habrán suprimido los comerciales (como dicen en Latinoamérica) pero la línea "informativa" no difere ni un ápice de la propia de las emisoras con más peso en este puñetero país de pandereta.

La locutora dejaba caer que el Estado soviético atravesaba una dura etapa de luchas internas y de clima generalizado de "miedo, instaurado por Stalin". El guión del programa daba por sentado que lxs españoles/as que vivieron largo tiempo en la URSS no disfrutaron de las mismas libertades, justicia y bienestar que los que se exiliaron en tierra americana.

Que a nadie le extrañe que se hayan omitido datos como la Constitución soviética de 1936, las acometidas de los kulaks, la protección social reinante, y el antifascismo firme y contundente que decidió la victoria de Moscú sobre Berlín y sus aliados.

Para el pensamiento dominante de la España monárquica y capitalista, la educación y las garantías sociales de las que disfrutó toda esa gente en el seno del gigante socialista, el país más avanzado científica y tecnológicamente de su época, el que inspiró el estado del bienestar de la economía de mercado "con rostro humano", no existieron y "desdichados" fueron los que no se desenvolvieron en el "paraíso" de la explotación, en el bloque de la desigualdad con fachada libertaria.

El modelo, o más bien antimodelo, que se adentra en un callejón sin salida y sin retorno, lejos de autocriticarse, hunde sus colmillos en la garganta de la memoria histórica. Todo lo que huela a revolución y a transformaciones que no son sino necesarias e inaplazables, pone al sistema al borde del terror, y por ello sigue en pie de guerra con manipulaciones rechazadas de plano a medida que la sociedad resta crédito a aquellos que dicen preocuparse por nuestro nivel cultural.

No vivimos en democracia, sino en el franquismo reformado. Ser anticomunista es ser fascista. Y aumentos del gasto público en tauromaquia y en intervenciones militares en el extranjero no autorizan a nuestros gobernantes a constituirse en ejemplo moral para decirnos qué es o no es políticamente correcto.

Si no hay socialismo, no hay democracia. Y si no detectamos quién es el verdadero enemigo, si satanizamos a los héroes y santificamos a los falsos profetas, los pueblos seguirán soportando los rigores de un invierno progresivamente más gélido.

Porque ya lo dijo Bertolt Brecht: " El fascismo es el capitalismo sin máscara". RTVE demuestra sin reconocerlo abiertamente, cuánta razón tenía el rebelde dramaturgo germano.

Exijamos que no nos sigan mintiendo a lxs ciudadanxs.

A ver qué dice la Defensora del Espectador.

Rafael Pessini

17 de agosto de 2010

Historiadores destacan el papel fundamental de la URSS en la derrota japonesa

Slobodan Lekic

The Oakland Tribune
14/08/10



Cuando los Estados Unidos tiraron las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, más de millón y medio de soldados soviéticos lanzaron un ataque sorpresa contra el ejército japonés que ocupaba el este de Asia. A los pocos días, el ejército de un millón de homes del Emperador Hirohito cayó.

Fue un giro transcendental en el frente del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, eclipsado en los libros de Historia por las bombas atómicas que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki esa misma semana hace 65 años. En los últimos años, algunos historiadores sostienen que la acción soviética fue tan efectiva -o, posiblemente, más- que las bombas para poner fin a la guerra.

Ahora, un nuevo trabajo histórico de un profesor de la Universidad de California, Tsyuoshi Hasegawa, trata de reformar esta posición, alegando que el miedo a la invasión soviética llevó a los japoneses a optar por rendirse a los americanos, pensando que los tratarían con más generosidad que los soviéticos.

Las fuerzas japonesas en el noreste de Asia tuvieron su primer choque con los soviéticos en 1939, cuando el ejército japonés intentó invadir Mongolia. Su derrota en la Batalla de Khalkin Gol llevó a Tokio a firmar un pacto de neutralidad que mantuvo a la URSS al margen de la guerra en el Pacífico.

Tokio comenzó a prepararse para su confrontación con las fuerzas norteamericanas, inglesas y holandesas, provocando el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941.

Por aquel entonces, después de la rendición alemana del 8 de mayo de 1945 y sus derrotas en Filipinas, Okinawa e Iwo Jima, Japón miró hacia Moscú para mediar un final de la guerra del Pacífico.

Pero el líder soviético, Iosif Stalin, ya prometió a Washington y Londres que atacaría Japón tres meses después de la derrota de Alemania. Ya que luego, ignoró la súplica de Tokio y movilizó a más de un millón de soldados en la frontera de Manchuria.


La Operación Tormenta de Agosto comezó el 9 de agosto de 1945, cuando fue lanzada la bomba atómica sobre Nagasaki, y provocó la muerte de 84.000 soldados japoneses y 12.000 soviéticos durante dos semanas de combates. Los soviéticos terminaron a solo 50 kilómetros de la principal isla del norte de Japón, Hokkaido.


«La entrada soviética en la guerra tuvo un papel mucho mayor de lo que las bombas atómicas en la rendición japonesa, por hacer entender a Japón que no existía ninguna posibilidad de rematar la guerra a través de la mediación de Moscú», dice Tsuyoshi Hasegawa, autor del libro Racing the Enemy en el que se analiza el fin de la guerra del Pacífico basándose en archivos soviéticos recientemente desclasificados, así como documentación norteamericana y japonesa.

«El Emperador y el gobierno se apresuraron a poner fin a la guerra aguardando una mayor generosidad de los estadounidenses con Japón que de los soviéticos», afirmó Hasegawa en una entrevista.

A pesar de la cifra de muertos por los bombardeos atómicos -140.000 en Hiroshima u 80.000 en Nagasaki, el Mando Militar Imperial creía poder resistir una invasión aliada y mantener el control sobre Manchuria y Corea, que proporcionaban a Japón los recursos para la guerra, según Hasegawa y Terry Charman, un historiador de la Segunda Guerra Mundial del Museo de la Guerra de Londres.

«El ataque soviético cambió todo», afirma Charman. «Los dirigentes de Tokio se percataron de que ya no tenían ninguna esperanza y, en ese sentido, la Tormenta de Agosto tuvo un efecto mayor en la decisión japonesa de rendirse que el lanzamento de las bombas atómicas».


En los Estados Unidos, las bombas atómicas continúan siendo vistas como el último recurso contra un enimigo que parecía decidido a luchar hasta la muerte. El presidente Harry Truman y los líderes militares de los EEUU pensaban que una invasión a Japón costaría cientos de miles de vidas estadounidenses.


En este sentido, el historiador americano Richard Frank argumenta que, a pesar de lo terrible de las bombas atómicas, éstas salvaron de ir a morir a cientos de miles de soldados norteamericanos y a millones de japoneses, habiendo durado la guerra hasta 1946.

«En conocidas palabras del Secretario de Guerra Henry Stimson, (las bombas) fueron la “opción menos abominable” de una serie de terribles alternativas que barajaron los líderes estadounidenses», afirmó en una entrevista. «Las alternativas a las bombas atómicas no tenían garantías de acabar con la guerra y compartían un precio mucho mayor en muertes y sufrimiento humano».

Richard Frank, que está escribiendo la historia de la guerra del Pacífico en tres volúmenes, dijo estar en desacuerdo con Hasegawa al respecto de la importancia de la intervención soviética en la rendición japonesa.

Mas afirmó que estaban de acuerdo en que la última responsabilidad de lo sucedido fue del gobierno japonés y de Hirohito, que decidieron en junio llamar a filas a toda la población, hombres y mujeres, para luchar hasta la muerte.

«Por no estar previsto uniformar a estas personas, las tropas aliadas invasoras no podrían distinguir entre combatientes y no combatientes, convirtiendo cada villa japonesa en un objetivo militar», dijo Richard Frank.

El impacto del rápido avance soviético se dejó sentir en las palabras durante la guerra del Primer Ministro japonés, Kantaro Suzuki, instando a su gabinete a rendirse.

Palabras que aparecen en el libro de Hasegawa: «Si perdemos (la posibilidad) hoy, la Unión Soviética tomará no solo Manchuria, Corea y Sajalín, sino también Hokkaido. Debemos poner fin a la guerra mientras podamos tratar con los Estados Unidos».

El V-J Day (Victory in Japan Day, Día de la Victoria en Japón), el día que Japón dejó de luchar, fue el 15 de agosto (14 de agosto en los EEUU), y la rendición formal de Japón el 2 de septiembre.

Dominic Lieven, profesor de historia rusa en la London School of Economics, afirma que el sentimiento antisoviético en Occidente ayudó a minimizar los logros militares soviéticos.

Además, «muy pocos anglo-americanos vieron la ofensiva soviética en Oriente con sus propios ojos, y los archivos soviéticos no estaban abiertos a los historiadores occidentales».

Aun más sorprendente fue que incluso en Rusia la campaña fuera ampliamente ignorada. Aun a pesar de la magnitud de la victoria soviética, 12.000 muertos contra Japón poco pueden hacer contra los 27 millones de soviéticos que perecieron luchando a vida o muerte contra la Alemania nazi.

«La importancia de la operación fue enorme», afirma el general retirado Makhmut Gareyev, presidente de la Academia Rusa de Ciencias Militares, quien tomó parte en la campaña en 1945. «Entrando en guerra con el Japón militarista... la Unión Soviética precipitó el fin de la Segunda Guerra Mundial».

Extraído y traducido del blog camarada "Estoutras: Notas Políticas"

16 de agosto de 2010

Homenaje al Comandante de Badolatosa

He visto en el Facebook de un camarada una pequeña dedicatoria por parte del marxista vasco Periko Solabarria en homenaje al Comandante, fallecido hace pocos días como ya anunciamos en este blog. Aquí os lo dejo:

Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela

Que la tierra te sea leve, camarada.

¡Adelante, la juventud!

"Nosotros somos jóvenes, algunos de nosotros estudiamos, trabajamos o vagamos en el desempleo que nos ofrece la sociedad. En la tele, en las revistas y hasta en la música con la que saltamos y gritamos nos inventan que somos irresponsables, rebeldes sin causa, que debemos preocuparnos por la moda, por el artista famoso, por el amor cursi de telenovela y las drogas. Cuestiones que nos desvían de los verdaderos problemas que sufren nuestros padres trabajadores o nosotros mismos, pero que a veces no nos damos cuenta o no queremos ver. Pues esas broncas las provoca el sistema: el capitalismo.
La cuestión radica aquí, nosotros vivimos dentro de la sociedad, somos parte de ella y en esta sociedad la burguesía posee una riqueza inimaginable que arroja a la miseria a millones. Oímos hablar de política y nos provoca repulsión, flojera, cosa justificable pues entendemos como política a las porquerías que hacen las clases dominantes y sus partidos electoreros. Pero también los de este lado, los obreros, los campesinos y los estudiantes sabemos hacer política, solo que esta no sirve para dominar, matar, humillar, explotar, como lo hacen los que hoy nos gobiernan.

Nuestra política es sinónimo de acción. Acción en las calles, en las plazas, en las fábricas, campos y ciudades, acción para derribar este mundo caduco y sus opresores. Nuestra lucha es por la tierra, la educación, mejores condiciones de vida, libertad. Nuestros políticos no usan corbatas, ni palabras rebuscadas que buscan la confusión; nuestros políticos son el campesino, con sus manos agrietadas y terrosas, el obrero sencillo, la mujer que no quiso nunca más ser humillada, nuestra guía es la teoría de los hombres que nos enseñaron a desentrañar el sistema y destruirlo: Karl Marx, Friedrich Engels, Vladimir Ilich Lenin, Josif Stalin y millones de revolucionarios sin rostro, que dieron toda su vida por construir una sociedad libre y justa, por que nuestra lucha es para que los trabajadores, junto con los jóvenes proletarios y el pueblo tengan en sus manos esta patria que hoy les causa dolor."

(Extraído de la web de la Unión de la Juventud Revolucionaria de México)

15 de agosto de 2010

Muere Juan Antonio Romero, histórico comunista andaluz

El pasado viernes por la tarde, mientras era trasladado a la localidad de Estepa, fallecía Juan Antonio Romero Sánchez, conocido popularmente como "Comandante".

Romero fue militante del PCE, siendo miembro fundador del Partido Comunista de Andalucía (PCA), y de las CCOO del campo, por este partido fue diputado en la primera legislatura del Parlamento andaluz, que fue de 1982 a 1986, por la provincia de Sevilla.

Más tarde participaría en la fundación del Frente Leninista de Andalucía, uno de los núcleos que dieron lugar a finales de 1985 al Partido Comunista del Pueblo Andaluz (PCPA). Romero sería alcalde de su pueblo, Badolatosa, en la combativa comarca de la Sierra Sur de Sevilla, de 1987 a 1991.

Histórico dirigente de las Comisiones Obreras del campo, pastor, jornalero y albañil, en los últimos años demostró cierta cercanía al Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

"El Comandante" participó decididamente en el homanaje que el pueblo de Badolatosa le rindió al dirigente de la izquierda abertzale asesinado por los GAL, Santi Brouard.

En las municipales del 2007 creó la candidatura del Frente Socialista de Andalucía que se presentaría en las localidades de Puente Genil (Córdoba) y Osuna (Sevilla) sin obtener representación. Dicha candidatura apoyaría en la localidad granadina de Huétor-Tajar a la presentada por el Bloque Andaluz de Izquierdas (BAI).

¡Honor y gloria al camarada Juan Antonio Romero "Comandante", digno defensor de la clase obrera y del pueblo andaluz!

Antonio J. Torres "Antón"
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