Cabecera de uno de los cortejos del SAT |
Este gran piquete institucional ha militado desde el minuto 1 contra la huelga provocando numerosos momentos de tensión. Un ejemplo de la actitud chulesca y agresiva de la policía la vimos esta mañana en la Universidad de Sevilla. Eran cerca de las 8 de la mañana, habiamos estado toda la noche informando a muchos trabajadores de las razones de la huelga y la Universidad era la última etapa.
Nos encontramos una Universidad prácticamente vacia. En las puertas piquetes informativos conjuntos compuestos por sindicalistas de CCOO, UGT, CTA y SAT, apoyados por colectivos estudiantiles. No había ningún problema, ninguna tensión, se podía contar con los dedos de una mano los trabajadores que entraron. Por tanto, gran éxito de la convocatoria de huelga, la Universidad había parado. Teniamos razones, pese al cansancio, para la alegría y el júbilo. Y eso les molestaba.
La policía entró en la Universidad sin permiso, accediendo ilegalmente al recinto por la puerta que hace esquina con el hotel Alfonso XIII. Una chica de no más de 1'60 yace en el suelo golpeada por dos antidisturbios que se ensañan con ella. ¡Que valientes!
Hasta tres veces entró la policía en la Universidad, tres cargas muy violentas y absolutamente injustificadas que sólo pretendían amargar la fiesta. En la última, el compañero Felipe Rodríguez fue tirado al suelo, golpeado, herido y detenido. Es falso que agrediera a un policía como ha dicho el Delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. A menos que protegerse la cabeza con los brazos sea ahora una agresión.
"Tú qué, ¿eres muy chula?"
No fue el único caso que tuvimos que presenciar. Dos horas después frente al Corte Inglés, un antidisturbios con pasamontañas se sale de la fila, camina hacia nosotros, se acerca a una compañera y le dice: "tú qué, ¿eres muy chula?". El crimen de la compañera fue... mirarlo. No le insultó, no le gritó, no le señaló, no le fotografió, no hizo nada, sólo mirarle. ¿Habrá que reivindicar a partir de ahora el derecho a mirar?
También en Morón sufrimos la represión antisindical de los piquetes de la patronal. Hacia la 1 de la tarde, detuvieron a otro compañero. Se trata de un militante de la unión local del SAT en Montellano. Los hechos ocurrieron frente a los almacenes "Etiquetas Macho". Según la versión policial, a un esquirol que iba a entrar a trabajar, le tiran presuntamente del bolso sin quitárselo ni nada. Inmediatamente los efectivos de la Policía Nacional allí desplegados se dirigen a nuestro compañero, que no tuvo nada que ver con los supuestos hechos, y le piden la identificación. Nuestro compañero, que no llevaba DNI, se identifica verbalmente, siendo detenido posteriormente por la Policía y acusado de desobediencia a la autoridad porque la Policía dice que dio un nombre falso. Hoy a las 10:00 h. se celebraba el juico rápido en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Morón. Hay que aclarar que el esquirol declinó poner denuncia ya que no había pasado nada de importancia.
Esta beligerencia antisindical de los piquetes de la patronal también la tuvimos que soportar en las puertas de Carrefour San Pablo donde la connivencia de la policía y la patronal fue más que evidente. En numerosas resoluciones judiciales se incluye dentro del derecho de huelga "el derecho de difusión de la misma, el derecho a informar y a requerir de otros su adhesión a la huelga" Esto implica que un piquete de huelga tiene derecho constitucional a informar a los trabajadores al objeto de que estos se adhieran a la huelga. Este derecho fundamental fue vulnerado por la empresa Carrefour, siendo testigos dos policias secretas.
Eran las 6 de la mañana y los jefes y seguratas de Carrefour desarrollaron una técnica para burlar la acción legal que estaba llevando a cabo el piquete. Salían de las dependencias de la empresa, rodeaban al esquirol y sin permitir que pudiéramos hablar con él, lo colaban por la fuerza en la empresa. Ni que decir tiene que esta actitud ocasionó numerosas tensiones llegando en ocasiones a los empujones. En uno de estos tensos momentos, uno de los secretas apareció con una porra extensible en la mano amenazando al piquete y ordenando que no hubiera altercados. Sin embargo, no defendieron ni garantizaron, en ningún momento, nuestro derecho a informar de las razones de la huelga, como hubiera sido su obligación.
Como se ve, en estos simples ejemplos, la fuerzas de seguridad del estado no sólo no son neutrales. Es que ni siquiera cumplen con las leyes vigentes. Sin embargo, como hemos dicho al principio, no han podido parar la huelga.
En muchas empresas los trabajadores han sido amenazados de despido si iban a la huelga. "Si vas a la huelga, no vengas más a trabajar", esta es la frase que miles de trabajadores y trabajadoras han escuchado de sus jefes. Y sólo esperaban que llegara a la puerta de la empresa un piquete informativo para poder sumarse. La coacción empresarial, unida al masivo despliegue policial, ha restado apoyos a la huelga pero no ha conseguido derrotarla. Al contrario, la huelga ha sido un éxito y el gobierno debe rectificar y dar marcha atrás a sus ataques. Si no lo hace, desde la legitimidad de esta victoria, exigimos una nueva huelga general.
Javier García (miembro del Comité Nacional del SAT)
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