26 de enero de 2011

Enver Hoxha, firme defensor del marxismo-leninismo

La constante lucha de Enver Hoxha fue su preocupación por dotar a la clase obrera de los materiales necesarios para enfrentar a la reacción. Contribuyó al esclarecimiento de la verdadera naturaleza de la acción que realizaban los enemigos en Albania. Unificó el accionar de los diferentes sectores, entre ellos, el de la mujer, que jugó un papel importante en el proceso revolucionario, que junto a los obreros, dieron su contribución para la conquista del poder político del Estado, que se produjo el 29 de noviembre de 1944.

Enver Hoxha nació el 16 de octubre de 1908 y fue uno de los más grande defensores del marxismo-leninismo. Desde muy joven se vinculó a la lucha contra la ocupación de su país.


Con la constitución del Partido Comunista de Albania (pequeño país de 2 millones y medio de habitantes), su papel fue determinante frente a la organización y del Estado albanés. Enver Hoxha fue nombrado responsable del Comité Central Provisional.

Luego de la liberación de Albania, los «aliados» anglo-estadounidenses se negaron a reconocer el nuevo poder y apoyaron a los reaccionarios del interior. Las elecciones a la Asamblea Constituyente dieron una amplia mayoría a los comunistas y a los patriotas albaneses. Al fracasar sus intentonas por derribar al nuevo régimen, Gran Bretaña y Estados Unidos retiraron sus delegaciones de Albania.

Durante la lucha de liberación, Enver Hoxha se opuso a las posturas chovinistas de la reacción albanesa sobre Kosovo y defendió el principio del respeto a las fronteras internacionales fijadas en 1912. La posición de Hoxha era la de que el problema de Kosovo debía ser discutido y solucionado entre estados socialistas después de la victoria sobre el nazismo. El objetivo de Tito, en el marco de su proyecto de Federación Balcánica, era que Albania fuese la séptima república yugoslava. Para llevar a cabo su plan, impulsó una fracción en la dirección del Partido Comunista de Albania. Terminada la guerra, Albania se encontraba en una situación económica muy difícil y el nuevo poder se encontraba en fase de consolidación.

Esa ingerencia en los asuntos albaneses creó una atmósfera de graves suspicacias en todo el país. En el seno del movimiento comunista, el joven PCA osó enfrentarse a Tito, dirigente de uno de los partidos más prestigioso e influyente del Kominform. Este hecho demostró el gran valor y determinación de Enver, sobre todo si se tiene en cuenta que el Partido Comunista de Albania, era el único partido en el poder que aún no había sido reconocido como miembro del Kominform, en lo que Tito tuvo mucho que ver.

Los intentos para derrocar el régimen socialista continuaron; incursionaron en Albania grupos reaccionarios que fueron eliminados. Sin embargo el bloqueo y la presión ideológica continuaron. En los años sesenta, Enver Hoxha se enfrentó a la línea revisionista de Kruschov, en defensa del marxismo-leninismo.

En la Conferencia de los Partidos Comunistas celebrada en Moscú en 1961, el Partido del Trabajo de Albania, con Enver Hoxha a la cabeza, fue el único que se opuso abiertamente al PCUS, lo que le costó ser objeto de sarcasmos y presiones económicas. Para hacer frente a las malas cosechas registradas, debido a razones atmosféricas, Albania necesitaba importar trigo. Kruschov hizo saber a los albaneses que si su Partido cedía, la URSS cubriría sus necesidades de trigo, y precisó con su particular «espíritu internacionalista», que esas necesidades «se podían cubrir con el trigo que las ratas se comían cada año en la URSS». Enver Hoxha respondió: «Preferimos comer raíces antes que vender nuestra independencia y nuestros principios.» La actitud de Enver Hoxha en la Conferencia de Moscú era de especial importancia, pues aunque conocía las divergencias entre el Partido Comunista de China y el PCUS, ignoraba si Mao y el PCCh estaban de acuerdo con su denuncia radical del revisionismo.

Enver Hoxha combatió al social-imperialismo; al pensamiento de Mao acerca de la teoría de los Tres Mundos, así como a las demás corrientes revisionistas y contrarrevolucionarias que surgían en aquellos momentos.

Así lo demuestran sus obras como El Imperialismo y la Revolución, Los Jruschovistas, Los Titoístas y otros escritos que han contribuido al desarrollo de la teoría revolucionaria y la defensa del marxismo-leninismo como un legado para los revolucionarios contemporáneos.

Una breve historia

En 1924 la intelectualidad, la burguesía del sur del país y los emigrantes de retorno a Albania, encabezaron la revolución democrática burguesa para derribar el gobierno de los grandes terratenientes, de los feudales y de los representantes del gran clero que conservaban las leyes otomanas y se negaban a la reforma agraria. Enver formaba parte de este movimiento.

Con el triunfo de la revolución democrática, Fan Noli fue elegido jefe del Gobierno, pero seis meses después, es destituido por las fuerzas reaccionarias: Ahmed Zogu, financiado por el extranjero (la Anglo-Iranian Oil Company y la Standard Oil) y con el apoyo de Yugoslavia y Grecia, junto a un ejército de mercenarios, tomó el poder y se proclamó Presidente de la República, y posteriormente Rey de Albania.

En 1939 Italia invade Albania, con lo que la lucha cambia de naturaleza, el combate por la emancipación social y contra la dictadura zoguista se conjugan con la lucha de liberación nacional y la necesidad de unificar a los comunistas en la construcción de un solo partido.

El 28 de mayo de 1944, el Ejército de Liberación Nacional (ELNA) recibió la orden de lanzarse a la ofensiva general por la liberación completa de Albania de la ocupación alemana y de todas las fuerzas reaccionarias.

Los alemanes, el mismo día, lanzaron 4 divisiones y media, 50.000 hombres, contra la I División del Ejército de Liberación Nacional, que salió victoriosa después de un mes de intensos combates donde hizo retroceder al fascista enemigo. A esas fechas cerca de la mitad del territorio albanés estaba liberado.

Para el mes de octubre, el ELNA ya tenía 70.000 combatientes entre jóvenes y campesinos, el 9% de este ejército lo conformaban mujeres. Era una fuerza arrolladora, tanto que contribuyó a la liberación de Yugoslavia.

El 29 de noviembre de 1944 Albania consigue su liberación definitiva y Enver Hoxha asume la responsabilidad de conducir a este país a la construcción del socialismo.

1 comentario:

  1. ¡Enver Hoxha un stalinista de acero! ¡Un gran Marxista-Leninista! Siempre lo he admirado y respetado. ¿Cometió errores? Indudablemente, si. Aunque fiel y firme marxista-leninista, era un hombre. De ahí que diverjo de su apreciación del camarada Mao, como del desenvolvimiento de la lucha de clases en la República Popular China y del como ella se reflejaba en el PCCh.

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