Si ya en Málaga había un número importante de personas que vivían bajo el umbral de la pobreza, la crudeza de la actual crisis económica está provocando un aumento de las atenciones a personas sin hogar.
Las 240 camas disponibles en la ciudad se llenan casi a diario y aún un centenar de personas duerme en la calle, en muchos casos porque no quiere recurrir a ninguna ayuda institucional.
Según los datos de Cáritas Diocesana de Málaga, si siguen con el ritmo de atenciones del primer semestre, más de 3.100, este año superarán en un 28% las que realizaron en 2008 a los sin techo. En una ciudad donde se calcula que en torno a 70.000 personas no perciben ya remuneración periódica alguna, los desahucios y las desestructuraciones familiares debido a situaciones económicas muy precarias están aumentando los usuarios de albergues y comedores públicos como el Centro de Acogida Municipal, el de San Juan de Dios o el hogar Pozo Dulce.
"Hay muchos que están en una situación muy difícil, personas con problemas de salud mental y sin apoyos familiares y, en bastantes casos, con alguna adicción", explica Anselmo Ruiz, director de Cáritas en Málaga.
También están regresando a pedir ayuda aquellos inmigrantes que llegaron a Málaga hace una década, lograron independizarse gracias a su trabajo pero "han sido los primeros en quedarse en paro, algunos han vuelto a sus países, otros han recurrido de nuevo a Cáritas", explica Anselmo. Pero también están acudiendo a sus iglesias "familias jóvenes que nunca han venido a Cáritas, parejas en las que ambos han perdido sus trabajos y no pueden hacer frente a unas hipotecas tan altas", añade Ruiz.
Pero no todas las peticiones que llegan a Cáritas son tan extremas, aunque sí muy desesperadas. Además de alojamiento, se demanda el pago del alquiler o de la hipoteca, de los recibos de la luz o el agua, dinero para comida y ropa, para el cuidado de los niños pequeños. "Estamos desbordados", asegura el director de Cáritas, que pronostica que el año terminará con un 50% más que en 2008 de personas atendidas.
A pesar del complicado panorama, aseguran desde esta organización que "la gente se ha volcado, están mostrando una actitud de esfuerzo ante la situación, hay socios que han aumentado su cuota, aunque a veces sea difícil responder a situaciones como el pago de una casa que dentro de unos meses se la va a llevar el banco", agrega Ruiz. Estos datos se presentaron ayer porque el próximo domingo se celebra el Día de los Sin Techo.
Bajo el lema Su historia es parte de la nuestra. Todos contamos, la campaña pretende hacer más visible el problema y "exigir a las instituciones que no se recorten los presupuestos que afectan directamente a los más débiles", dice Anselmo Ruiz. Desde el Ayuntamiento se aseguró que se va a aumentar en un 10% el gasto en este tipo de intervenciones sociales.
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