El camarada Jota, redactor principal del blog Pueblo Aragonés, ha redactado (valga la redundancia) un escrito acerca de la alienación, dividido en dos situaciones. Aquí os expongo dicho escrito.
La alienación en el día a día:
Situación A
Tienes que hacer un trabajo que consiste en escribir 100 veces la frase "Yo he sido el que ha escrito en la pizarra". Para realizarlo, necesitas un papel y un bolígrafo, pero tú no tienes papel ni bolígrafo porque hay otro que es quien guarda y posee los papeles y los bolígrafos. Entonces, para realizar tu trabajo, tienes que pedirle papel y bolígrafo a áquel que guarda los papeles y los bolígrafos.
Él te dice que le parece bien, que te los deja, pero que, a cambio, por cada 10 veces que escribas tu frase, el te recortará y te quitará 2 de esas 10 frases que has escrito por el mero hecho de que el papel y el bolígrafo que empleas es suyo. De esta manera, él obtendrá beneficio sin realizar más que la simple acción de recortar tus frases.
Además, si sois varios los compañeros que tenéis que realizar el trabajo y los únicos folios y bolígrafos los posee él, tus compañeros también tendrán que hacer lo mismo que tú. Así es que, si por cada 10 frases que habéis escrito cada uno, él os recorta 2, con que seáis 5 los que tenéis que realizar el trabajo, él conseguirá realizar el mismo trabajo que vosotros, en el mismo tiempo, con el mínimo esfuerzo de recortar vuestras frases.
Si sois más de 5 los que tenéis que hacer el trabajo, él obtendrá incluso más beneficio que vosotros. O simplemente, sin necesidad ni siquiera de que seáis 5 los trabajadores, os puede recortar, si le apetece, 5 frases de vuestro trabajo y solo tendrá necesidad de usar a 2 de vosotros; todo ésto porque él es el poseedor de los bolis y folios. Si usa a más compañeros, los beneficios que obtendrá se sumarán unos con otros progresivamente.
Esta relación esconde que, en realidad, lo que está haciendo él es robaros una parte de vuestro trabajo para conseguir realizar el suyo sin esfuerzo. Todo ésto, por el mero hecho de poseer los bolis y los folios, que ni siquiera se los ha ganado.
De esta manera, tú, consciente del robo que te están haciendo de tu propio trabajo, pero incapaz de hacer nada en contra de él ya que posee los bolis y folios, te desmoralizas y trabajas sin ganas. Así también reduces tu producción, ya que escribirás con menos ganas si eres consciente de que una parte del trabajo que estás haciendo te la están robando (exactamente 2 de cada 10 frases que escribas).
Pero varios compañeros caéis en cuenta de esta injusticia y lográis dar con la causa del problema: él posee los materiales (bolis y papeles) y para realizar vuestro trabajo de escribir 100 veces la frase, necesitáis los materiales que él posee. Así es que llegáis a la conclusión de que si él no poseyera, porque sí, los bolígrafos y los papeles, no podría robaros una parte de vuestro trabajo.
Entonces dais con la cuestión. Lo que debéis hacer para solucionar la situación es uniros porque juntos podréis quitarle el material al que lo posee y se aprovecha de vuestro esfuerzo, para repartirlo entre vosotros con el objetivo de que cada uno realicéis vuestro trabajo de escribir 100 veces vuestra frase sin que nadie reste a ningún otro su capacidad productiva.
Los bolígrafos y los folios no serán de nadie en particular, así que vosotros podréis utilizarlos para realizar vuestro trabajo sin tener que darle nada a nadie. Así, el beneficio será íntegramente vuestro: vuestro trabajo lo realizaréis para vuestro propio provecho. Además, como seréis conscientes de esta libre relación de producción, trabajaréis moralizados y contentos.
Situación B
En la sociedad industrial, el valor del trabajo no es cualitativo, sino cuantitativo. No importa el trabajo que realice el trabajador (no importa que sea intelectual o manual), lo único importante es que "realiza trabajo", que trabaja. El ser humano tiene la necesidad de trabajar para desarrollarse.
Para realizar el trabajo que tiene encomendado, el trabajador necesita, por ejemplo,1 hora. Utilizamos el tiempo para medir ya que es la unidad a la que podemos reducir todo trabajo. Pero, este trabajador, por el propio hecho de ser trabajador, no posee los medios para realizar el trabajo (los medios de producción). Los medios de producción están en manos de los burgueses, de los empresarios, aunque tampoco han hecho mérito excepcional como para poseerlos.
Para poder realizar su trabajo, el trabajador necesita utilizar los medios de producción. El empresario burgués se los presta con una condición: a cambio de prestarle los medios de producción, el trabajador le tiene que dar una parte de su trabajo: por ejemplo, 1/4 del total del tiempo que utilice el trabajador para realizar su tarea. Así es que, ese cuarto de hora, esos 15 minutos de tiempo que utiliza el trabajador, no le corresponden a él, sino al burgués por el único hecho de prestarle los medios de producción.
Y además no sólo eso: el producto obtenido del trabajo del operario, también le corresponderá a él. Así el trabajador solo es un engranaje más de la cadena de enriquecimiento del empresario burgués, es como una máquina.
Si el burgués quiere producir más, empleará más trabajadores, a los cuales expropiará una parte de su esfuerzo laboral. Esta parte expropiada es la llamada plusvalía.
Si el burgués obtiene como beneficio del trabajo realizado por el empleado un total de 4,5€ por hora, al trabajador solo le remunera el 75% de esa cantidad ya que un 25% se la queda para sí. Así es que el burgués le paga al trabajador 3,39€ por hora de los 4,5€ que le deberían corresponder por su trabajo.
El 25% restante (1,125€) se lo queda el empresario burgués por únicamente poseer los medios de producción. Y esta cantidad es únicamente por empleado y hora. A un trabajador que lleva a cabo una tarea productiva por la cual debería ser remunerado con 1200€, únicamente el burgués le pagaría un salario de 900€ al mes (descontándole el 25%: 300€).
Si esa plusvalía de 300€ por trabajador, la multiplicamos por la cantidad de total de trabajadores que emplea su empresa, supongamos una empresa pequeña de 30 trabajadores (300 x 3), el burgués obtiene un beneficio de 300€ por cada 30 trabajadores empleados. La única tarea que realiza el burgués para "ganar" esos 300€ es controlar y poseer los medios de producción; y seguramente la propiedad de los medios de producción sea heredada, ni siquiera se la habrá ganado.
Posteriormente, sus beneficios aumentan, aún más si cabe, al vender esos productos en el mercado. Allí también realiza mil procesos de especulación para obtener el máximo beneficio, pero este tema no nos incumbe en estos momentos.
Antes de terminar, hemos de aclarar que decimos productos por referencia al producto obtenido del esfuerzo del trabajador, pero no significa que esa producción por parte del trabajador genere, única y directamente, un producto "material". Los trabajadores, por ejemplo, del sector servicios, no generan productos materiales, y no por ello pierden su condición de trabajadores asalariados. Los trabajadores del sector servicios producen productos "inmateriales", producen servicios, y se encuentran en la misma situación de alienación que los trabajadores industriales o agrícolas.
Lo único que nos divide a los seres humanos es la condición social. En el sistema capitalista, los burgueses, los que mandan, los que poseen los medios de producción, se aprovechan de las masas trabajadoras especulando con su esfuerzo y sudor con fines lucrativos. Su único interés es ganar más y más.
Los trabajadores somos sus "esclavos". Somos los que producimos su enriquecimiento. Pero sin nosotros no serían nadie ni tendrían nada. Si no fuera por nosotros, que realizamos el trabajo, no obtendrían beneficio alguno.
¿La solución a este problema? Dejemos de trabajar para ellos, trabajemos para nosotros. Arrebatémosles los medios de producción que ni siquieran se han ganado, tomémoslos nosotros y utilicémoslos para producir para nosotros mismos y en virtud de nuestro interés: el interés del Pueblo, de los trabajadores.
Solo así destruiremos la explotación a la que estamos sometidos y eliminaremos la pobreza que puebla todos los rincones del planeta que, aún hoy, están bajo el control burgués capitalista.
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