"Llegará el día en que nuestro silencio será más poderoso que las voces que hoy ahorcan" (Últimas palabras de August Spies, uno de los Mártires de Chicago, ante el cadalso, 1887)
Hace 125 años, el 1 de mayo de 1886, se inició la primera huelga general por la jornada de ocho horas. Fue en EEUU, y al poder establecido no le tembló la mano a la hora de reprimir brutalmente al naciente movimiento obrero: miles de despidos, cientos de detenciones, numerosos heridos, malos tratos y torturas a detenidos. Un año después, en un juicio farsa, ocho dirigentes sindicales fueron sentenciados a tres cadenas perpetuas y cinco condenas de muerte, éstos últimos fueron conocidos por la Historia como los Mártires de Chicago. En julio de 1889, el 1 de mayo fue declarado formalmente como Día Internacional de la Clase Trabajadora por el Congreso Obrero de París, y en 1890 se celebró por primera vez en todo el mundo. Desde entonces, cada 1 de mayo, los trabajadores y trabajadoras salimos a la calle a exigir nuestros derechos y a manifestarnos contra los ataques gubernamentales.
Recordar el origen del 1º de Mayo nos debe servir para entender que esta fecha no es un día de fiesta, es una jornada de lucha y movilización. Pero no sólo eso, es también una conquista de nuestra clase. Es el día en que millones de personas explotadas en todo el mundo ponen en valor su conciencia de clase y manifiestan su pertenencia a la clase trabajadora frente al capital y su sistema, su solidaridad con millones de trabajadores y trabajadoras de otros países y pueblos.
Hoy, hay más razones que nunca para hacer de este día una jornada de reivindicación y lucha. Hace apenas dos meses, el Gobierno español, la patronal y los sindicatos del sistema firmaban para retrasar la edad de jubilación a los 67 años, imponían un retroceso histórico en un derecho fundamental como el de las pensiones, daban por buena la reforma laboral del despido fácil y barato, sellando todo ello en un nuevo pacto social que cerraba el conflicto abierto por la huelga general del pasado 29 de septiembre de 2010. Todo esto cuando el paro se acerca ya a los 5 millones en el Estado Español y supera el millón en Andalucía, los convenios no se cumplen, los precios siguen subiendo y la situación general es cada vez peor, especialmente para las personas en paro, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes.
Sin embargo, tanta moderación de las burocracias sindicales no ha servido para nada porque los poderosos quieren más. El gobierno de los banqueros ha anunciado nuevos recortes. Tras privatizar las cajas de ahorro y AENA, ahora su objetivo son los servicios públicos (sanidad, educación, correos, etc.), al mismo tiempo que siguen garantizando las ganancias, a pesar de la crisis, de los grandes capitalistas. Nada menos que 51.637 millones de euros es el beneficio en 2010 de las grandes empresas que cotizan en el IBEX 35, un 23'14% más que en 2009.
Para más inri, nos meten en una guerra imperialista cuyo objetivo no es otro que esquilmar la riqueza petrolera de otros países en beneficio de las multinacionales. Los trabajadores y trabajadoras no tenemos nada que ganar en esa guerra y sí mucho que perder, porque lo que debe haber para empleo, salud, educación, medio ambiente y pensiones lo están dedicando a engrosar los bolsillos de los banqueros, mantener una corte de parásitos y financiar aventuras militares en Libia y Afganistán.
Es tan grave y escandaloso lo que están haciendo que no quieren que haya oposición alguna a estas políticas salvajes que empobrecen a la mayoría y enriquecen a unos pocos. Por eso, han comprado mediante subvenciones la paz social con los sindicatos del sistema y persiguen, reprimen al sindicalismo andaluz de clase y a los movimientos sociales antagonistas.
En este 1º de Mayo, hay muchas razones para salir a la calle a exigir una salida obrera y popular a la crisis. Andalucía debe salir a la calle:
Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)
Hace 125 años, el 1 de mayo de 1886, se inició la primera huelga general por la jornada de ocho horas. Fue en EEUU, y al poder establecido no le tembló la mano a la hora de reprimir brutalmente al naciente movimiento obrero: miles de despidos, cientos de detenciones, numerosos heridos, malos tratos y torturas a detenidos. Un año después, en un juicio farsa, ocho dirigentes sindicales fueron sentenciados a tres cadenas perpetuas y cinco condenas de muerte, éstos últimos fueron conocidos por la Historia como los Mártires de Chicago. En julio de 1889, el 1 de mayo fue declarado formalmente como Día Internacional de la Clase Trabajadora por el Congreso Obrero de París, y en 1890 se celebró por primera vez en todo el mundo. Desde entonces, cada 1 de mayo, los trabajadores y trabajadoras salimos a la calle a exigir nuestros derechos y a manifestarnos contra los ataques gubernamentales.
Recordar el origen del 1º de Mayo nos debe servir para entender que esta fecha no es un día de fiesta, es una jornada de lucha y movilización. Pero no sólo eso, es también una conquista de nuestra clase. Es el día en que millones de personas explotadas en todo el mundo ponen en valor su conciencia de clase y manifiestan su pertenencia a la clase trabajadora frente al capital y su sistema, su solidaridad con millones de trabajadores y trabajadoras de otros países y pueblos.
Hoy, hay más razones que nunca para hacer de este día una jornada de reivindicación y lucha. Hace apenas dos meses, el Gobierno español, la patronal y los sindicatos del sistema firmaban para retrasar la edad de jubilación a los 67 años, imponían un retroceso histórico en un derecho fundamental como el de las pensiones, daban por buena la reforma laboral del despido fácil y barato, sellando todo ello en un nuevo pacto social que cerraba el conflicto abierto por la huelga general del pasado 29 de septiembre de 2010. Todo esto cuando el paro se acerca ya a los 5 millones en el Estado Español y supera el millón en Andalucía, los convenios no se cumplen, los precios siguen subiendo y la situación general es cada vez peor, especialmente para las personas en paro, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes.
Sin embargo, tanta moderación de las burocracias sindicales no ha servido para nada porque los poderosos quieren más. El gobierno de los banqueros ha anunciado nuevos recortes. Tras privatizar las cajas de ahorro y AENA, ahora su objetivo son los servicios públicos (sanidad, educación, correos, etc.), al mismo tiempo que siguen garantizando las ganancias, a pesar de la crisis, de los grandes capitalistas. Nada menos que 51.637 millones de euros es el beneficio en 2010 de las grandes empresas que cotizan en el IBEX 35, un 23'14% más que en 2009.
Para más inri, nos meten en una guerra imperialista cuyo objetivo no es otro que esquilmar la riqueza petrolera de otros países en beneficio de las multinacionales. Los trabajadores y trabajadoras no tenemos nada que ganar en esa guerra y sí mucho que perder, porque lo que debe haber para empleo, salud, educación, medio ambiente y pensiones lo están dedicando a engrosar los bolsillos de los banqueros, mantener una corte de parásitos y financiar aventuras militares en Libia y Afganistán.
Es tan grave y escandaloso lo que están haciendo que no quieren que haya oposición alguna a estas políticas salvajes que empobrecen a la mayoría y enriquecen a unos pocos. Por eso, han comprado mediante subvenciones la paz social con los sindicatos del sistema y persiguen, reprimen al sindicalismo andaluz de clase y a los movimientos sociales antagonistas.
En este 1º de Mayo, hay muchas razones para salir a la calle a exigir una salida obrera y popular a la crisis. Andalucía debe salir a la calle:
- Por el empleo. Prohibición de despidos en empresas con beneficios. Jornada laboral de 35 horas sin reducción salarial. Jubilación a los 60 años con contrato de relevo. No autorización de más ERE. Por la creación de empleo público, hay que revertir en públicos los servicios ya privatizados. Hay que cubrir todas las plazas de la Administración. Más empleo en servicios sociales (escuelas infantiles, cuidados de personas dependientes, etc.) y en defensa medioambiental y lucha contra el cambio climático. Planes de obras públicas y sociales que den empleo a las personas en paro. Plan de formación y de reciclaje profesional para jóvenes y mayores. Un PER especial que dé trabajo durante 4 meses a todos los jornaleros y jornaleras.
- Por la protección de las personas en paro. Subsidio de desempleo indefinido a todas las personas paradas hasta su recolocación. Prohibición de deshaucios y condonación del pago de la hipoteca de la primera vivienda a las personas paradas. Condonación de la cuota de la seguridad social agraria mientras se esté en paro. Eliminación del requisito de las 35 peonadas para poder cobrar el subsidio agrario y la renta agraria.
- Por el salario y las pensiones. Salario Mínimo Interprofesional de 1.200 €. Equiparación de las pensiones más bajas al SMI.
- Por los servicios públicos. Prohibición por ley de la privatización de los servicios públicos, deslocalización de empresas y subcontrataciones. Todos a la manifestación unitaria contra la privatización y mercantilización de la Junta de Andalucía el próximo 14 de mayo en Sevilla.
- Por la reforma agraria y la soberanía alimentaria. Expropiación sin indemnización de los terratenientes, impuslando el cooperativismo agrario, mejorando las infraestructuras e industrializando las zonas agrícolas.
- Por la reforma fiscal. Por un sistema tributario realmente progresivo. ¡Que paguen más quienes más tienen! Persecución del fraude y eliminación de los paraísos fiscales, SICAV, SOCIMI.
- Por la nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía (Sanidad, Educación, Transporte, Energía y Comunicación).
- Por Andalucía. Por nuestra soberanía nacional y el derecho a decidir libremente nuestro destino como nación.
- Contra la represión. Retirada de todos los cargos, sanciones, multas, etc. contra sindicalistas y activistas sociales. Sobreseimiento de todos los casos.
- Contra la guerra. Alto a las intervenciones imperialistas, ni un euro para la guerra, que vuelvan todas las tropas.
Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)
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