Se habla de Sevilla, de Granada, Cádiz, pero no de Andalucía, ni de lo andaluz, porque como bien apuntan los manipuladores de Wikipedia: Sevilla, Cádiz o Granada están en España. Se entiende, ¿no?
El flamenco es universal, del "mundo", de la "persona humana"; la copla no es andaluza, sino española (cuando se etiqueta algo como español, nunca se utiliza el término "universal", qué curioso); el caballo andaluz es Pura Raza Español; el gazpacho es un plato típico de España; nuestro pasado histórico se ha venido en llamar España musulmana, con dos cojones, dado que, como todo el mundo sabe, utilizar el término Andalucía para referirse a la dominación musulmana de la peninsula es anacrónico, pero utilizar España no. Ni decir que Hispania es el origen de la actual España o que hispano es sinónimo de español, como recoge la RAE (la misma que hace hincapié en no confundir andalusí y andaluz, porque según ellos no es lo mismo. No importan las fuentes históricas, los textos de Alfonso X, donde se habla, literalmente, de los andaluces, para referirse a todo lo musulmán peninsular, dado que la artificial diferenciación entre andaluz y andalusí es un invento de la historiografía moderna de corte españolista). Lo andaluz no existe. Bueno, miento...
Lo andaluz sí existe, por lo menos en los medios de comunicación oficiales. Lo andaluz es el PER, los parados, el porcentaje de absentismo escolar, el analfabetismo, los robos, los prostíbulos donde se explotan a las mujeres inmigrantes (
Los andaluces no podemos ni sentirnos ofendidos. Si te insultan, tienes que aguantarte, puesto que el insulto contra el andaluz está fundamentado, no se sabe en qué, pero serguro que en algo. Seguro. Y ni qué decir tiene que un andaluz responda a un insulto... porque a eso se le llama catalanofobia. Ellos insultan todo lo que pueden al pueblo andaluz, mientras que el pueblo andaluz observa con extrañeza. Pero no solo de desprecio catalán vive Andalucía. Somos el único pueblo capaz de aunar a supuestos izquierdistas, auténticos derechistas, nacionalistas de todos los colores (canarios incluídos) en un odio común: lo andaluz. Cuando no es porque intentamos apropiarnos (¿?) de nuestra propia cultura, evitando así que suba al plano de lo universal (muy conveniente para el capitalismo), es porque nuestras señas de identidad son utilizadas por el españolismo, lo cual enfurece a otros nacionalistas antiespañolistas que ven en lo andaluz un símbolo de lo casposo español.
¿Cómo hacemos para cabrear a tanta gente sin hacer nada?
Como diría Carlos Cano: de Despeñaperros parriba, tos alemanes...
¡Viva Andalucía libre!
FUENTE: Portal de contrainformación "Kaos en la Red"
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