The Independent
12/12/10
Archivos desclasificados de la CIA revelaron que funcionarios de inteligencia norteamericanos trabajaron constantemente para proteger a un líder fascista ucraniano sospechoso de colaborar con los nazis, al que emplearon para crear problemas dentro de la URSS.
Mykola Lebed dirigía un movimiento clandestino para minar el Kremlin a través de operaciones guerrilleras para la CIA durante la Guerra Fría, según un informe elaborado por dos académicos bajo la supervisión del Archivo Nacional de los EEUU. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Lebed ayudó a dirigir una organización nacionalista ucraniana que colaboró con los nazis en el asesinato de judíos del oeste de Ucrania y también asesinó a miles de polacos. El informe detalla los esfuerzos de posguerra del servicio de inteligencia norteamericano por evitar la persecución de nazis por parte del goberno federal y por mostrar a la luz el pasado de éstos.
Mykola Lebed dirigía un movimiento clandestino para minar el Kremlin a través de operaciones guerrilleras para la CIA durante la Guerra Fría, según un informe elaborado por dos académicos bajo la supervisión del Archivo Nacional de los EEUU. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Lebed ayudó a dirigir una organización nacionalista ucraniana que colaboró con los nazis en el asesinato de judíos del oeste de Ucrania y también asesinó a miles de polacos. El informe detalla los esfuerzos de posguerra del servicio de inteligencia norteamericano por evitar la persecución de nazis por parte del goberno federal y por mostrar a la luz el pasado de éstos.
El informe, titulado “Hitler’s Shadow: Nazi War Criminals, US Intelligence, and the Cold War”, se basa en un descubrimiento sin precedentes en los registros de la CIA, entre más de un millón de archivos digitalizados del servicio de inteligencia del ejército durante mucho tiempo inaccesibles. Entre otras cosas, dicen los autores, los archivos demuestran que los funcionarios de inteligencia de los EEUU utilizaron y protegieron ex-nazis durante la Guerra Fría en mucho mayor grado del que se conocía.
Elizabeth Holtzman, una antigua congresista demócrata de Nueva York que batalló por la divulgación de los archivos nazis, dio la bienvenida a este descubrimento. «Este es un capítulo difícil, y en muchos aspectos vergonzoso, de la historia americana», dijo. «No era conocido por la opinión pública, y creo que es una muestra de valentía por parte del gobierno y de coraje nacional conocer esta época y estos documentos y decir, ‘queremos saber la verdad sobre lo que hizo nuestro gobierno’, y hacerlo de manera seria y rigurosa.»
En 1949, el gobierno estadounidense llevó a Lebed a Nueva York, donde estaba a salvo de ser asesinado. A través de la organización financiada por la CIA, Prolog, Lebed reunió información confidencial sobre los soviéticos, por lo menos, hasta finales de los 60. En 1991, todavía era considerado un activo valioso para la agencia, según dice el informe. Lebed fue identificado por investigadores federales como un posible criminal de guerra, pero nunca fue procesado. Murió en 1998.
Uno de los capítulos del informe que mejor relatan como los estadounidenses utilizaban agentes de la GESTAPO, incluyendo a Rudolf Mildner, después de la guerra. Mildner asesoró los órganos de seguridad colaboracionistas de Dinamarca en 1943, cuando más de 8.000 judíos de ese país fueron arrestados y deportados a Auschwitz, hasta que consiguieron ser liberados tras recibir el chivatazo de los líderes de la resistencia danesa. El ejército estadounidense detuvo a Mildner salvándolo de ser investigado por crímenes de guerra, al ser muy útil su conocimiento de la "subversión comunista".
Cazadores de nazis y legisladores llevan tiempo formulando interrogantes sobre la colaboración del gobierno estadounidense con criminales de guerra durante la Guerra Fría. Solo entre 1945 e 1966, más de 500 científicos y otros especialistas nazis fueron trasladados a los EEUU, para tener un importante papel en el ámbito del desarrollo de misiles y del programa espacial.
Elizabeth Holtzman, una antigua congresista demócrata de Nueva York que batalló por la divulgación de los archivos nazis, dio la bienvenida a este descubrimento. «Este es un capítulo difícil, y en muchos aspectos vergonzoso, de la historia americana», dijo. «No era conocido por la opinión pública, y creo que es una muestra de valentía por parte del gobierno y de coraje nacional conocer esta época y estos documentos y decir, ‘queremos saber la verdad sobre lo que hizo nuestro gobierno’, y hacerlo de manera seria y rigurosa.»
En 1949, el gobierno estadounidense llevó a Lebed a Nueva York, donde estaba a salvo de ser asesinado. A través de la organización financiada por la CIA, Prolog, Lebed reunió información confidencial sobre los soviéticos, por lo menos, hasta finales de los 60. En 1991, todavía era considerado un activo valioso para la agencia, según dice el informe. Lebed fue identificado por investigadores federales como un posible criminal de guerra, pero nunca fue procesado. Murió en 1998.
Uno de los capítulos del informe que mejor relatan como los estadounidenses utilizaban agentes de la GESTAPO, incluyendo a Rudolf Mildner, después de la guerra. Mildner asesoró los órganos de seguridad colaboracionistas de Dinamarca en 1943, cuando más de 8.000 judíos de ese país fueron arrestados y deportados a Auschwitz, hasta que consiguieron ser liberados tras recibir el chivatazo de los líderes de la resistencia danesa. El ejército estadounidense detuvo a Mildner salvándolo de ser investigado por crímenes de guerra, al ser muy útil su conocimiento de la "subversión comunista".
Cazadores de nazis y legisladores llevan tiempo formulando interrogantes sobre la colaboración del gobierno estadounidense con criminales de guerra durante la Guerra Fría. Solo entre 1945 e 1966, más de 500 científicos y otros especialistas nazis fueron trasladados a los EEUU, para tener un importante papel en el ámbito del desarrollo de misiles y del programa espacial.
FUENTE: Blog "Estoutras Notas Políticas"
Traducción al castellano a cargo de la redacción de "Andalucía Proletaria"
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