Transnistria ha sido el centro de atención de las conversaciones entre Bruselas, Kiev y Moscú, dentro de los diálogos iniciados en torno a la seguridad europea en la zona. El diario ucraniano Nezavisimaia Gazeta escribió al respecto que las tres partes han atencionado a Bucarest en relación a su desmedida injerencia en Moldavia.
Viktor Yanukovich declaró que el problema de Transnistria es una prioridad de la politica exterior ucraniana, y que Rumanía provoca mucha inestabilidad en la zona al intentar reiteradamente que esta región se unifique con el que llamó sarcásticamente "el segundo estado rumano", Moldavia, idea que Ucrania no apoyará en ninguna circunstancia.
La causa de la tensión entre Ucrania y Rumanía, e incluso de Bucarest con Bruselas, es que los gobiernos rumanos se niegan a firmar un tratado de fronteras con su pais vecino, Moldavia, en base a reivindicaciones históricas, y esto a pesar de las advertencias recibidas en este sentido por sus propios socios comunitarios. La intención es, según el presidente de Ucrania, una utópica extensión de sus fronteras hasta el otro lado del rio Niester, incluyendo la región de Transnistria.
En el mismo sentido, el Ministerio de Exteriores de Francia recordó a Rumanía que no puede controlar como le convenga la frontera comunitaria, especialmente si quiere integrarse en el espacio Schengen, en relación a la negativa de Bucarest en reconocer las fronteras con Moldavia y de repartir pasaportes a los ciudadanos moldavos.
La cabezonería del propio presidente rumano, Traian Basescu, puede poner en peligro la integracíón de Rumanía en el espacio Schengen, que contempla un plan de actuación común y una normativa única en las fronteras comunitarias.
Viktor Yanukovich declaró que el problema de Transnistria es una prioridad de la politica exterior ucraniana, y que Rumanía provoca mucha inestabilidad en la zona al intentar reiteradamente que esta región se unifique con el que llamó sarcásticamente "el segundo estado rumano", Moldavia, idea que Ucrania no apoyará en ninguna circunstancia.
La causa de la tensión entre Ucrania y Rumanía, e incluso de Bucarest con Bruselas, es que los gobiernos rumanos se niegan a firmar un tratado de fronteras con su pais vecino, Moldavia, en base a reivindicaciones históricas, y esto a pesar de las advertencias recibidas en este sentido por sus propios socios comunitarios. La intención es, según el presidente de Ucrania, una utópica extensión de sus fronteras hasta el otro lado del rio Niester, incluyendo la región de Transnistria.
En el mismo sentido, el Ministerio de Exteriores de Francia recordó a Rumanía que no puede controlar como le convenga la frontera comunitaria, especialmente si quiere integrarse en el espacio Schengen, en relación a la negativa de Bucarest en reconocer las fronteras con Moldavia y de repartir pasaportes a los ciudadanos moldavos.
La cabezonería del propio presidente rumano, Traian Basescu, puede poner en peligro la integracíón de Rumanía en el espacio Schengen, que contempla un plan de actuación común y una normativa única en las fronteras comunitarias.
FUENTE: Blog "Un vallekano en Rumanía"
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