En cuanto supo que iba a ser conducido a la cárcel de Castellón II, Manuel dijo "me van a estar esperando", y así fue.
Aunque pudiese parecer que estaba en el campo de concentración nazi de Mauthausen, en Austria, no es así, se trata del Centro Penitenciario Castellón II, en la comarca de Albocasser, provincia de Castelló, en el Estado Español.
Allí fue conducido nuestro querido familiar Manuel Pérez Martínez, que tras aterrizar tuvo el esperado recibimiento, haciéndole saber que sus ya de por sí duras condiciones de aislamiento durante años en Meco todavía podían empeorar considerablemente.
Fuimos testigos de numerosos juicios-farsa en los que no consiguieron demostrar NADA de lo que está acusado. Únicamente pudieron condenarlo por un "delito de omisión", esto es, "por no hacer nada", y ahora, rematado el circo, fue DISPERSADO al presidio castellonense, a 500 kilómetros de su entorno familiar. No contentos con esto, están encargándose de hacerle sentir el más brutal de los regímenes de aislamiento.
En cuanto llegó, fue confinado al módulo de aislamiento donde sólo hay un par de presos comunes cumpliendo alguna sanción. A él, como ya le sucedió cuando le conducieron a la prisión de Meco desde la de Soto del Real, se lo llevaron en cuanto llegó. Nos gustaría subrayar esta situación, la de confinarlo en un módulo de castigo nada más llegar, dentro de una cárcel y en unas condiciones ya duras de por sí.
Una vez en el calabozo (no se nos ocurre otro nombre) le dieron "algo de ropa", pero eso sí, denegándole la prótesis dental que utiliza después de quedarse en el acceso a ingresos. No sabemos si por motivos de seguridad o por miedo a ser devorados... En fin, algo surrealista de no ser porque ya estamos más que acostumbrados al trato que sufren los presos, y en especial los presos políticos, por parte de estos fascistas. Después de decirles que si no le entregaban la prótesis se negaría a comer, los carceleros no tuvieron otra que ceder y dársela. Parece que sólo así, plantándoles cara, entran en razón y reculan los "perros de presa".
Pues bien, como era de esperar, la cosa no acaba aquí. Cuando llegó la hora de salir del calabozo para tomar el fresco, los carceleros volvieron con una nueva provocación: "Cada vez que quieras salir de la celda, debes ser sometido a un exhaustivo cacheo integral", un trato denigrante al que Manuel accedió para poder dirigirse al teléfono y realizar la llamada que le permitió denunciar su situación, y en la que además aprovechó para anunciar que si en un plazo de una semana no cambia la situación de acoso y provocación, se pondrá en huelga de hambre indefinida.
Somos conscientes del estado de salud de Manuel, y también, de las repercusiones que podría tener en el resto de colectivos de presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO que llevaron a cabo, durante el pasado mes de diciembre, una serie de ayunos en una campaña de protesta, por entre otras denuncias, la situación de desatención sanitaria que padecen los presos enfermos.
Lo que está claro es que todo esto no es aleatorio ni improvisado, sino que se trata del mismo plan de chantaje y exterminio para que se someta a la conocida estrategia de "arrepiéntete o muere". Para emplearse a fondo en esta sádica violencia intracarcelaria argumentaron que "es un terrorista muy peligroso, y que a través de sus abogados da instrucciones para atacar a funcionarios". Una acusación insólita y sorprendente ya que en la gran mayoría de sumarios que tienen, en ninguno de ellos se habla de nada semejante. Más bien continúa siendo la táctica de siempre, la de hacernos creer que ellos, los fascistas, son los buenos, las víctimas; y los comunistas, los malos de la película, los terroristas.
Para finalizar, solo decir que Manuel Pérez Martínez no está solo y mucho menos aislado como pretenden. Tiene el calor de su amplia familia, que siempre estuvimos ahí y seguiremos estando, de sus camaradas y de los cientos de miles de solidarios en todo el mundo que mostraron su solidaridad en todo su largo procesamiento. Y bajo ningún concepto vamos a permitir, no ya sólo como familiares, sino como pertenecientes a la clase obrera consciente, que sea exterminado y mucho menos silenciado.
Seguiremos informando sobre su situación, sobre si puede comunicarse con nosotros, o por el contrario, no puede dar señales de vida.
Un abrazo a todos.
FUENTE: Estoutras
Aunque pudiese parecer que estaba en el campo de concentración nazi de Mauthausen, en Austria, no es así, se trata del Centro Penitenciario Castellón II, en la comarca de Albocasser, provincia de Castelló, en el Estado Español.
Manuel Pérez Martínez, secretario general del PCE(r) |
Allí fue conducido nuestro querido familiar Manuel Pérez Martínez, que tras aterrizar tuvo el esperado recibimiento, haciéndole saber que sus ya de por sí duras condiciones de aislamiento durante años en Meco todavía podían empeorar considerablemente.
Fuimos testigos de numerosos juicios-farsa en los que no consiguieron demostrar NADA de lo que está acusado. Únicamente pudieron condenarlo por un "delito de omisión", esto es, "por no hacer nada", y ahora, rematado el circo, fue DISPERSADO al presidio castellonense, a 500 kilómetros de su entorno familiar. No contentos con esto, están encargándose de hacerle sentir el más brutal de los regímenes de aislamiento.
En cuanto llegó, fue confinado al módulo de aislamiento donde sólo hay un par de presos comunes cumpliendo alguna sanción. A él, como ya le sucedió cuando le conducieron a la prisión de Meco desde la de Soto del Real, se lo llevaron en cuanto llegó. Nos gustaría subrayar esta situación, la de confinarlo en un módulo de castigo nada más llegar, dentro de una cárcel y en unas condiciones ya duras de por sí.
Una vez en el calabozo (no se nos ocurre otro nombre) le dieron "algo de ropa", pero eso sí, denegándole la prótesis dental que utiliza después de quedarse en el acceso a ingresos. No sabemos si por motivos de seguridad o por miedo a ser devorados... En fin, algo surrealista de no ser porque ya estamos más que acostumbrados al trato que sufren los presos, y en especial los presos políticos, por parte de estos fascistas. Después de decirles que si no le entregaban la prótesis se negaría a comer, los carceleros no tuvieron otra que ceder y dársela. Parece que sólo así, plantándoles cara, entran en razón y reculan los "perros de presa".
Pues bien, como era de esperar, la cosa no acaba aquí. Cuando llegó la hora de salir del calabozo para tomar el fresco, los carceleros volvieron con una nueva provocación: "Cada vez que quieras salir de la celda, debes ser sometido a un exhaustivo cacheo integral", un trato denigrante al que Manuel accedió para poder dirigirse al teléfono y realizar la llamada que le permitió denunciar su situación, y en la que además aprovechó para anunciar que si en un plazo de una semana no cambia la situación de acoso y provocación, se pondrá en huelga de hambre indefinida.
Somos conscientes del estado de salud de Manuel, y también, de las repercusiones que podría tener en el resto de colectivos de presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO que llevaron a cabo, durante el pasado mes de diciembre, una serie de ayunos en una campaña de protesta, por entre otras denuncias, la situación de desatención sanitaria que padecen los presos enfermos.
Lo que está claro es que todo esto no es aleatorio ni improvisado, sino que se trata del mismo plan de chantaje y exterminio para que se someta a la conocida estrategia de "arrepiéntete o muere". Para emplearse a fondo en esta sádica violencia intracarcelaria argumentaron que "es un terrorista muy peligroso, y que a través de sus abogados da instrucciones para atacar a funcionarios". Una acusación insólita y sorprendente ya que en la gran mayoría de sumarios que tienen, en ninguno de ellos se habla de nada semejante. Más bien continúa siendo la táctica de siempre, la de hacernos creer que ellos, los fascistas, son los buenos, las víctimas; y los comunistas, los malos de la película, los terroristas.
Para finalizar, solo decir que Manuel Pérez Martínez no está solo y mucho menos aislado como pretenden. Tiene el calor de su amplia familia, que siempre estuvimos ahí y seguiremos estando, de sus camaradas y de los cientos de miles de solidarios en todo el mundo que mostraron su solidaridad en todo su largo procesamiento. Y bajo ningún concepto vamos a permitir, no ya sólo como familiares, sino como pertenecientes a la clase obrera consciente, que sea exterminado y mucho menos silenciado.
Seguiremos informando sobre su situación, sobre si puede comunicarse con nosotros, o por el contrario, no puede dar señales de vida.
Un abrazo a todos.
FUENTE: Estoutras
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