La vejación y detención dentro del recinto universitario del profesor titular de la Universidad de Sevilla y delegado sindical del SAT, David Benavides, realizada por efectivos policiales cuando apoyaba una concentración pacífica de profesores interinos, es un nuevo botón de muestra de la falta de respeto a los derechos y libertades democráticas de la que viene haciendo gala la Delegación de Gobierno.
La existencia de "listas negras" de activistas sociales, la incursión violenta de la Policía española en la US durante la pasada huelga general, las continuas multas e imputaciones a sindicalistas o la agresión policial a cargos públicos no son hechos aislados, sino elementos de una campaña permanente y sistemática contra el ejercicio democrático y pacífico de las libertades y derechos que tanto costaron conseguir.
Y esto no es fruto de la maldad o la poca fe democrática del Delegado de Gobierno de turno, sino una constante histórica: a mayores recortes y ataques sociales, mayor represión y autoritarismo por parte de gobiernos y Estados. El capitalismo en crisis no permite la disidencia ni la pluralidad. No lo permite en los medios de comunicación y tampoco quiere permitirlo en las empresas, en la universidad o en la calle.
Quien crea que la conquista histórica que supuso la existencia de libertades democráticas está a salvo se equivoca por completo. Vivimos un enorme retroceso antidemocrático. La actitud represiva del aparato del Estado, dirigido y jaleado por los gobiernos de turno contra la izquierda sindical y política y los movimientos sociales constituye una amenaza real contra el ejercicio de derechos y libertades fundamentales.
Es hora de decir: ¡Basta ya! ¡Basta de represión e impunidad policial! ¡Respeto a las libertades y derechos fundamentales!
No es suficiente lamentar la vejación y detención arbitraria de David Benavides. Es necesario dar un paso más, tomar conciencia y ganar en la calle nuestro derecho a protestar, expresar y manifestar nuestra indignación.
Este sindicato, el más perseguido de toda Europa, con más de 400 compañeros y compañeras procesados a los que se les pide más de 60 años de prisión y multas por valor de 400.000 euros, no va a claudicar en la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, sean o no militantes del SAT, no va a rendirse y estará siempre junto a los que luchan y protestan, junto a los que toman las calles y plazas y piden otro mundo posible.
Andalucía, 24 de mayo de 2011
David Benavides durante la pasada huelga general del 29-S |
La existencia de "listas negras" de activistas sociales, la incursión violenta de la Policía española en la US durante la pasada huelga general, las continuas multas e imputaciones a sindicalistas o la agresión policial a cargos públicos no son hechos aislados, sino elementos de una campaña permanente y sistemática contra el ejercicio democrático y pacífico de las libertades y derechos que tanto costaron conseguir.
Y esto no es fruto de la maldad o la poca fe democrática del Delegado de Gobierno de turno, sino una constante histórica: a mayores recortes y ataques sociales, mayor represión y autoritarismo por parte de gobiernos y Estados. El capitalismo en crisis no permite la disidencia ni la pluralidad. No lo permite en los medios de comunicación y tampoco quiere permitirlo en las empresas, en la universidad o en la calle.
Quien crea que la conquista histórica que supuso la existencia de libertades democráticas está a salvo se equivoca por completo. Vivimos un enorme retroceso antidemocrático. La actitud represiva del aparato del Estado, dirigido y jaleado por los gobiernos de turno contra la izquierda sindical y política y los movimientos sociales constituye una amenaza real contra el ejercicio de derechos y libertades fundamentales.
Es hora de decir: ¡Basta ya! ¡Basta de represión e impunidad policial! ¡Respeto a las libertades y derechos fundamentales!
No es suficiente lamentar la vejación y detención arbitraria de David Benavides. Es necesario dar un paso más, tomar conciencia y ganar en la calle nuestro derecho a protestar, expresar y manifestar nuestra indignación.
Este sindicato, el más perseguido de toda Europa, con más de 400 compañeros y compañeras procesados a los que se les pide más de 60 años de prisión y multas por valor de 400.000 euros, no va a claudicar en la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, sean o no militantes del SAT, no va a rendirse y estará siempre junto a los que luchan y protestan, junto a los que toman las calles y plazas y piden otro mundo posible.
Andalucía, 24 de mayo de 2011
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