Puyalón de Cuchas
21/5/2011
El pasado domingo 15 de mayo, las calles de Zaragoza se llenaban de personas comprometidas con la defensa de la tierra. Se llenaban de afectados por todas aquellas obras que destruyen el medio, el paisaje, el patrimonio natural y cultural y la riqueza social y colectiva de nuestro pais (pantanos, minas, cementeras, pistas de esquí, líneas de alta tensión...)
Son ataques al medio llevados a cabo por grandes compañías privadas amparadas bajo el sostén económico y político del Gobierno de Aragón, al cual se suma la complacencia, e incluso el apoyo deliberado, no ya de PP, PSOE o PAR, sino también de esos partidos que bajo su aparente manto verde y ecológico, no dejan de ser los lacayos del capital: CHA e IU. Bajo su discurso ecologista superficial, que afortunadamente para la inteligencia colectiva ya ha dejado de ser creíble, se ocultan los intereses económicos de caciques rurales y de empresarios del cemento, todos ellos amigos o simpatizantes del entramado institucional municipal donde estos dos partidos, CHA e IU, ambiguos, traidores, oportunistas e hipócritas, no dejan de tener cierto peso en concejalías, alcaldías o puestos de decisión comarcal.
Frente a ese discurso ecologista que elaboran de cara a la sociedad, es necesario denunciar con ejemplos concretos sus respectivas posiciones políticas con los macroproyectos hídricos, las expresiones más atroces del neoliberalismo en nuestro país. Izquierda Unida es una pieza más en la correa de transmisión del colonialismo español en nuestro país, escudados en un falso antinacionalismo que no hace sino esconder su propio nacionalismo español, se posiciona pública y reiteradamente a favor del recrecimiento del pantano de Yesa, o de la construcción del pantano de Mularroya o Biscarrués. Izquierda Unida en Aragón es firmante del Pacto del Agua, auténtico caballo de Troya de posibles trasvases y por sí solo la mayor agresión al medio ambiente aragonés proyectada por la metrópoli española para su colonia aragonesa. Los máximos responsables de esta coalición alardean de ser el único partido de izquierdas en Aragón, en palabras de Barrena, o defienden con dendodado esfuerzo los argumentos neoliberales de desarrollo territorial anteponiendo los intereses de unas redoladas (Zinco Billas) sobre otras (Biello Aragón), enfrentando a aragoneses entre sí por intereses mezquinos, como es el caso de intervenciones de su candidata Luquin. Este es su concepto de pluralidad, radicalidad democrática o de defensa del medio ambiente. Sin embargo CHA, que durante años hizo de la lucha contra los pantanos, embalses y trasvases en Aragón su bandera política, hoy es un partido firme defensor de la construcción del pantanto de Mularroya (cuyas obras de construcción han sido declaradas ilegales por la Audiencia Nacional), así como del trasvase del Jalón al Grio, con todo el desastre ecológico que ello conlleva.
La Chunta Aragonesista, personificada en su diputado Chesús Yuste y en su concejala Carmen Gallego, con esa ambigüedad política calculadamente diseñada, entre el cinismo, la desvergüenza, el atrevimiento y el oportunismo electoral, osa participar en una manifestación cuyo lema es "Aragón: defender el territorio, cambiar el modelo". Su sola presencia en esa movilización a favor de la defensa del medio y en contra de las políticas capitalistas de explotación del territorio fue un acto de provocación y un insulto a todos los afectados, no solo por el pantano de Mularroya, sino a toda la gente que lucha por cambiar el modelo económico y social de aprovechamiento y/o gestión de los recursos naturales.
A este acto pasivo de estos dos políticos profesionales de CHA, se sumó por la tarde, con mayor descaro si cabe, un acto activo (valga la redundancia): las declaraciones de Carmelo Asensio, número 2 de CHA en las listas municipales de Zaragoza, en el debate mantenido en Radio Topo junto a otras fuerzas políticas, donde mintió descaradamente sobre la posición de su partido con respecto al pantano de Mularroya. En periodo electoral nada es casual, y las palabras de los aspirantes a políticos de sillón se encuentran friamente calculadas.
Ya basta de soportar el oportunismo político y electoral de aquellos que pretenden vivir, y viven, de la explotación del territorio, de las gentes, de los pueblos, de los recursos Ya basta de ser insultados por el reformismo y la socialdemocracia institucionalizada. Ya basta de aceptar, sin denunciar públicamente sus falaces políticas ecológicas y sociales.
Nuestro deber, como ciudadanos comprometidos y responsables con el territorio y su gente, es denunciar estas actitudes farsantes, desvergonzadas e insultantes, que CHA e IU, y sus representantes públicos tienen con su propio pueblo aragonés, al que dicen defender.
21/5/2011
El pasado domingo 15 de mayo, las calles de Zaragoza se llenaban de personas comprometidas con la defensa de la tierra. Se llenaban de afectados por todas aquellas obras que destruyen el medio, el paisaje, el patrimonio natural y cultural y la riqueza social y colectiva de nuestro pais (pantanos, minas, cementeras, pistas de esquí, líneas de alta tensión...)
Chesús Yuste y Carmen Gallego, diputados de CHA, abucheados. |
Son ataques al medio llevados a cabo por grandes compañías privadas amparadas bajo el sostén económico y político del Gobierno de Aragón, al cual se suma la complacencia, e incluso el apoyo deliberado, no ya de PP, PSOE o PAR, sino también de esos partidos que bajo su aparente manto verde y ecológico, no dejan de ser los lacayos del capital: CHA e IU. Bajo su discurso ecologista superficial, que afortunadamente para la inteligencia colectiva ya ha dejado de ser creíble, se ocultan los intereses económicos de caciques rurales y de empresarios del cemento, todos ellos amigos o simpatizantes del entramado institucional municipal donde estos dos partidos, CHA e IU, ambiguos, traidores, oportunistas e hipócritas, no dejan de tener cierto peso en concejalías, alcaldías o puestos de decisión comarcal.
Frente a ese discurso ecologista que elaboran de cara a la sociedad, es necesario denunciar con ejemplos concretos sus respectivas posiciones políticas con los macroproyectos hídricos, las expresiones más atroces del neoliberalismo en nuestro país. Izquierda Unida es una pieza más en la correa de transmisión del colonialismo español en nuestro país, escudados en un falso antinacionalismo que no hace sino esconder su propio nacionalismo español, se posiciona pública y reiteradamente a favor del recrecimiento del pantano de Yesa, o de la construcción del pantano de Mularroya o Biscarrués. Izquierda Unida en Aragón es firmante del Pacto del Agua, auténtico caballo de Troya de posibles trasvases y por sí solo la mayor agresión al medio ambiente aragonés proyectada por la metrópoli española para su colonia aragonesa. Los máximos responsables de esta coalición alardean de ser el único partido de izquierdas en Aragón, en palabras de Barrena, o defienden con dendodado esfuerzo los argumentos neoliberales de desarrollo territorial anteponiendo los intereses de unas redoladas (Zinco Billas) sobre otras (Biello Aragón), enfrentando a aragoneses entre sí por intereses mezquinos, como es el caso de intervenciones de su candidata Luquin. Este es su concepto de pluralidad, radicalidad democrática o de defensa del medio ambiente. Sin embargo CHA, que durante años hizo de la lucha contra los pantanos, embalses y trasvases en Aragón su bandera política, hoy es un partido firme defensor de la construcción del pantanto de Mularroya (cuyas obras de construcción han sido declaradas ilegales por la Audiencia Nacional), así como del trasvase del Jalón al Grio, con todo el desastre ecológico que ello conlleva.
La Chunta Aragonesista, personificada en su diputado Chesús Yuste y en su concejala Carmen Gallego, con esa ambigüedad política calculadamente diseñada, entre el cinismo, la desvergüenza, el atrevimiento y el oportunismo electoral, osa participar en una manifestación cuyo lema es "Aragón: defender el territorio, cambiar el modelo". Su sola presencia en esa movilización a favor de la defensa del medio y en contra de las políticas capitalistas de explotación del territorio fue un acto de provocación y un insulto a todos los afectados, no solo por el pantano de Mularroya, sino a toda la gente que lucha por cambiar el modelo económico y social de aprovechamiento y/o gestión de los recursos naturales.
A este acto pasivo de estos dos políticos profesionales de CHA, se sumó por la tarde, con mayor descaro si cabe, un acto activo (valga la redundancia): las declaraciones de Carmelo Asensio, número 2 de CHA en las listas municipales de Zaragoza, en el debate mantenido en Radio Topo junto a otras fuerzas políticas, donde mintió descaradamente sobre la posición de su partido con respecto al pantano de Mularroya. En periodo electoral nada es casual, y las palabras de los aspirantes a políticos de sillón se encuentran friamente calculadas.
Ya basta de soportar el oportunismo político y electoral de aquellos que pretenden vivir, y viven, de la explotación del territorio, de las gentes, de los pueblos, de los recursos Ya basta de ser insultados por el reformismo y la socialdemocracia institucionalizada. Ya basta de aceptar, sin denunciar públicamente sus falaces políticas ecológicas y sociales.
Nuestro deber, como ciudadanos comprometidos y responsables con el territorio y su gente, es denunciar estas actitudes farsantes, desvergonzadas e insultantes, que CHA e IU, y sus representantes públicos tienen con su propio pueblo aragonés, al que dicen defender.
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